Leo en este periódico el pasado domingo algo que me deja muy preocupado. Algo que se viene oyendo por los mentideros murcianos desde hace algún tiempo. Pero que no quería creérmelo. Será una exageración, pensaba para mis adentros, cuando oía en un círculo sanitario comentar la existencia de un encubierto absentismo laboral. Pero hete aquí que este periódico titula: «El absentismo laboral se dispara entre los sanitarios». Luego era verdad eso que se comentaba acerca de que había demasiadas bajas por enfermedad en el sector sanitario. Sigue diciendo la referida noticia que en la Región de Murcia el absentismo se establece en un 7,5%, en tanto que en el resto de España es de un 2%. O sea, tres veces más en Murcia que en España y también que en el resto de Europa, que anda igualmente sobre ese 2%. Si bien parece ser que la razón es la forma de contabilizar las bajas, se aduce desde nuestra Comunidad Autónoma, porque aquí se contabilizan todos los procesos de baja en tanto que la estadística a nivel nacional se refiere exclusivamente a los casos de enfermedad común.

Los que más faltan al trabajo, según los datos de nuestra Región, son los trabajadores pertenecientes al personal sanitario no facultativo, con un 9,36 %; enmedio se encontrarían los empleados no sanitarios con un 8,5 %, y los médicos son los que menos se ausentan, un casi 3%

Ante esta situación me pregunto si es que realmente existe tanta enfermedad generadora de una baja, una incapacidad temporal, ya sea por enfermedad común o por accidente laboral (en el primer caso paga el Estado, en el segundo la mutua de turno), o es que se producen bajas por cualquier cosa. Hombre, si la cosa es psicológica, dada la dificultad, en muchas ocasiones, de objetivar la enfermedad, es más entendible. Pero si lo que realmente está sucediendo en la existencia de un estrés laboral que lleva a un estado anímico que precisa necesariamente de una baja para recuperar fuerzas, la cuestión es problemática, porque algo estamos haciendo mal en el trato a nuestros sanitarios, y no me refiero solamente al trato económico, que también puede influir. O es que se puede negar que si los empleados públicos cobramos cada mes, durante el año 2011, bastante menos dinero por nómina, que el mismo mes del año pasado, podemos estar contentos cuando el coste de la vida ha subido, y el euribor no digamos.

Pues eso, muy animados no podemos estar, sobre todo cuando no se perfilan expectativas de fin de la situación. Y esa falta de incentivos

puede llevar a bajas médicas reales, sin incumplir la ley en ningún momento.

¿O es que acaso se incumple la ley si a un paciente se le da el alta en su momento oportuno, sin que se esté presionado por la necesidad de camas del hospital?

Todo esto evidentemente son elucubraciones para entender la existencia de tanta baja médica entre el personal sanitario en general. En los nueve primeros meses del pasado año faltaron casi 400.000 días a trabajar (concretamente 398.351) 1.459 personas del Servicio Murciano de Salud, de las cuales 140 fueron médicos, 428 personas no sanitarias y 891 sanitarios no facultativos. Es decir, dejaron de trabajar, en general, 273 horas cada uno de ellos o, lo que es igual, treinta horas al mes, 7,5 horas a la semana, o una hora al día. ¿Es mucho? No lo sé. ¿Estaba justificado? Seguro que sí. ¿Es mejorable la situación? También.

Pues a qué esperamos.