Es fácil preguntarse al ver The Crowded Room si una historia como la de la serie de Apple TV podría darse en la vida real. Si podría existir alguien como Danny Sullivan. La respuesta es sí. De hecho, el mismo Tom Holland demuestra que todo es factible: el actor de Lo imposible, que logró el mayor de los reconocimientos con Spider-Man, se ocultaba bajo la licra del traje de superhéroe en sus diferentes películas, pero en esta ficción inspirada en hechos reales su rostro es el que cubre otra identidad. En realidad, camufla muchas más. El reto, y por tanto el logro, es mucho mayor, porque lo mejor de esta serie son sus protagonistas. Holland y Amanda Seyfried (Rya) llevan las riendas. 

Si se sabe aprovechar bien, tener a alguien bueno al lado te hace mejor y te permite crecer. Precisamente, es una curtida Amanda Seyfried quien sostiene la mirada de un solo sujeto, pero al mismo tiempo lidia con montones de personajes, aunque frente a ella, en el set, solo se encuentre su compañero. La protagonista de Mamma Mia!, Querido John o Los Miserables sabe manejarlos a todos a la vez en una misma escena, en la que mantiene constantemente conversaciones y diálogos con diferentes individuos cuyo rostro es idéntico. Domina el momento y se adapta a cada uno de ellos con versatilidad: al cruel, al ingenuo, al buenazo, a la sufridora… y a todos los lleva al extremo. Ella es un pilar imprescindible, con su experiencia y veteranía, para que Tom Holland estalle en esa titánica interpretación.

Los protagonistas de la serie en una de las escenas. Apple TV

Holland y Seyfried hacen una pareja tan espectacular -son capaces de llevar el peso de un thriller psicológico enrevesado durante diez capítulos- que nunca se sabe a ciencia cierta con quién está hablando Rya hasta que, con el paso de los episodios, Tom Holland va dotando de personalidad a cada uno de los individuos que encierra su mente. El intérprete de 27 años lo hace solo con sutiles gestos, miradas misteriosas y reveladoras a la vez, con diferentes voces o con una expresión corporal tremendamente estudiada. Sus cambios de registro son rápidos, pero no acelerados. Esta perspicacia sí que es disciplina. Así, el dúo protagonista resplandece -en medio de un logrado estilo visual propio de los años 70- y transmite las emociones que se supone que experimentan los personajes.

The Crowded Room está inspirada en hechos reales, aunque jamás se podría decir que la producción esté ‘basada’ en una historia real. Akiva Goldsman (Una mente maravillosa) creó el personaje de Danny Sullivan partiendo de William Stanley Milligan, alias Billy, tras leer The Minds of Billy Milligan (Daniel Keyes). Mientras que la serie de Apple contiene cierta sensibilidad -a pesar de ser un drama sobre un criminal peligroso- y muestra también el estigma al que se enfrentan los enfermos mentales, la historia real que la inspiró es mucho más compleja y turbia

Billy Milligan solo comparte con el personaje de Tom Holland el trastorno mental que padece, anteriormente expuesto en libros como Sybil, de Flora Rheta Schreiber. El estadounidense era conocido como 'el violador del campus' o 'el violador de las 24 personalidades' y protagonizó uno de los juicios más mediáticos de los años 70 en Estados Unidos. Su caso ya se recogió en el documental de Netflix Montruos internos: las 24 caras de Billy Milligan.

La inquietante historia real de Billy Milligan

En 1975, Billy Milligan fue arrestado por una violación y por robo a mano armada. Logró la condicional en 1977, a los 22 años, y pocos meses después acabó de nuevo en prisión, esta vez por el secuestro y la violación a tres mujeres en la Universidad de Ohio. Todas lo identificaron, pero según sus testimonios su comportamiento no fue el mismo con ellas. Una aseguraba que tenía acento extranjero, otra que, pese a la situación, llegó a actuar 'con amabilidad' y la tercera que le hablaba como si fuese una niña.

También las autoridades señalaron la extrañeza de su caso: podía ser dócil y tranquilo en unas ocasiones y violento e incontrolable en otras; unas veces escribía con la izquierda y otras era diestro; sus acentos podían ser propios de un alemán, un británico o un eslavo...

Las autoridades escoltan a Billy Milligan. YouTube

Para preparar su defensa, Milligan fue sometido a un examen psiquiátrico en el que le diagnosticaron esquizofrenia aguda. Sin embargo, en un segundo examen, la psicóloga Dorothy Turner concluyó que padecía trastorno de personalidad múltiple, ahora llamado trastorno de identidad disociativo. Quienes lo sufren no siempre estarían presentes o serían conscientes de lo que ocurre a su alrededor, por lo que perderían el control de sus actos. En su caso, teóricamente, no recordaba en quién se convertía ni lo que había hecho el día anterior, algo que le ocurría con más frecuencia a medida que aparecían nuevas personalidades. 

Esto sirvió a sus abogados para alegar enajenación mental. Según la defensa y su propio testimonio, fueron dos de sus alter ego quienes cometieron los delitos: Rage y Adalana. Además, se señaló al padrastro del acusado por haber abusado de él física y sexualmente cuando era niño, algo que habría desencadenado este trastorno como un ‘mecanismo de defensa’ que permitiera al pequeño no ser consciente de ello, aunque otras versiones mantienen que lo arrastraba desde mucho antes. 

Fue la primera vez que la defensa planteaba algo así en un juicio y el primer acusado que no fue condenado a cárcel por este desorden, en diciembre de 1978. La decisión generó gran controversia en el país. En lugar de cumplir pena en prisión, se le internó en un hospital psiquiátrico. Pasó por varios a lo largo de los años. Una vez allí, declaró tener 10 personalidades, pero los médicos identificaron al menos 14 más a los que llamaron ‘los indeseables’. 

En 1986, Billy escapó del hospital en el que se encontraba y se escondió en Washington bajo la identidad de Cristopher Carr, hasta que huyó de allí: era sospechoso del secuestro y asesinato de su compañero de piso. Se le localizó en Florida, donde fue arrestado de nuevo y trasladado al hospital. 

Tom Holland interpreta a uno de sus alter ego. Apple TV

Finalmente, una década después del juicio (1988), Milligan logró la libertad bajo supervisión. Los médicos consideraron que había mejorado con la terapia y que ya no era un peligro para la sociedad, dado que todas sus identidades “se habían fusionado”. Pasados tres años, se le dio el alta y fue absuelto de todos los cargos. Falleció en una residencia de ancianos a los 59 años, en 2014. Sufría un cáncer agresivo.

La historia que, de alguna forma, recoge The Crowded Room estuvo a punto de ser llevaba a la gran pantalla por James Cameron (Titanic), aunque sus desencuentros económicos con la dueña de los derechos audiovisuales hicieron que el proyecto no saliera adelante.

Christopher Abbott y Amanda Seyfried en 'The Crowded Room'. Apple TV

Jason Smilovic y Todd Katzberg (Cóndor) retomaron la idea, con la intención de que fuese Leonardo DiCaprio quien protagonizara la película, aunque tampoco llegó a término, al menos por el momento. Por el contrario, Múltiple, en la que el intérprete principal es James McAvoy, se inspiró, en parte, en el personaje de Milligan. Un hombre con una mente con la que se podría formar un elenco infinito.

Tráiler de 'The crowded Room', en Apple TV+