No me atrevo a meter en el saco a Antes del amanecer. El diario de Noa, Un paseo para recordar, Noviembre Dulce, Ha nacido una estrella... Amantes de las películas y series del género romántico, de esas historias pastelosas y lacrimógenas endulzadas con mucho algodón de azúcar, hay una mala noticia para vosotros: la mejor historia de amor jamás contada en la industria audiovisual no está entre esos títulos. Ni siquiera habla de una pareja sentimental, aunque sí de almas gemelas. El baile de las luciérnagas está al completo en Netflix, y permite beberse los capítulos.

Quien sepa lo que es tener un amig@ con el que, más que una relación de amistad, parece que se comparte sangre, puede dar fe de que así es. La serie basada en la novela homónima de Kristin Hannah hace que los espectadores amen al dúo que forman las dos protagonistas, Tully y Kate (Katherine Heigl y Sarah Chalke), o a Tallulah y Mularkey, los mismos personajes en la adolescencia (Ali Skovbye y Roan Curtis). Es una ficción hecha para el consumo compulsivo.

Katherine Heigl y Sarah Chalke. NETFLIX

Escuchar 'serie de amor' no se tiene que traducir, necesariamente, en 'serie para llorar'. Aunque es cierto que es muy fácil echarse unas lágrimas cuando surgen tiranteces entre estas dos amigas de toda la vida, también las risas abundan.

Además es, sin duda, la mejor interpretación de la carrera de Katherine Heigl, que a su vez es productora ejecutiva de la serie. La actriz de Anatomía de Grey ha demostrado que puede expresar con el rostro todas las emociones posibles (en su vida, la del personaje, las experimenta todas). A eso suma que se puede destacar tanto en el drama como en el humor, y sus forma de actuar en las escenas cómicas son dignas de ser recordadas.

Ambas han crecido en la calle Firefly Lane. Son las chicas de Firefly Lane, aunque el éxito profesional las convierta en estrellas de la televisión alejadas del lugar en el que pasaron su infancia.

Ali Skovbye y Roan Curtis. NETFLIX

El baile de las luciérnagas viene a demostrar que el amor por los amigos pega fuerte. Que hay cosas que no puedes contar a todo el mundo, o cosas que puedes contar a todos, pero no cómo se la contarías a tu amiga, o cosas que, sencillamente, solo te apetece contarle a tu amiga. Que cuando están lejos, o cuando desaparecen, dejan irremediablemente un vacío imposible de llenar y montones de conversaciones que nunca se darán con ninguna otra persona.

Aborda la química que se produce cuando encuentras a tu alma gemela, que no tiene que ser tu pareja sí o sí. Y el dolor (intenso) que se produce cuando algo resquebraja esa unión inquebrantable, que deja a cualquiera a merced de la vulnerabilidad.

La serie se ha convertido en un éxito en Netflix, y ha estado durante semanas en las listas de tendencias y de lo más visto. De hecho, sigue siendo una de las diez más populares en España este domingo. El gancho adicional a la historia y a la forma de contarla son las actrices (pese al look).

Resulta difícil encontrar una producción así en una temporada en lo que todo es acción, política, thriller... Por no hablar del fenómeno Dad TV (STOP). Hacía mucho que un catálogo de streaming no contaba con un título de estas características, aunque la sinopsis de primeras pueda echar hacia atrás.

La fórmula del éxito

No hay que dejarse guiar por el argumento explicado en un párrafo que obliga a simplificar tanto una trama. Además, los saltos temporales con los que se narra la historia de esta pareja -entre la década de los setenta y la actualidad, que en los episodios es 2003- son un gran acierto del guion.

Es predecible, con giros obvios, recursos simples y sensiblera. Y, aun así, se ha logrado hacer de esa fórmula una serie adictiva. Una ficción muy estimulante, que transmite (sea lo que sea), pero que no empacha ni tiene una trama sesuda, aunque sí haya intensidad emocional. Esta relación de alto riesgo tiene un impacto en el corazoncito de la audiencia. Hay vida más allá de Los Soprano (con perdón).

Lo mejor de todo es que hay algo muy puro en El baile de las luciérnagas, tanto que verla significa echar de menos, automáticamente, a tu mejor amiga, aunque la tengas cerca. Como se dice en uno de los capítulos, hay amigos con los que se quiere "llegar a viejos".

Esta es la típica serie que uno no quiere terminar, o que te gustaría no haber visto para poder descubrirla y disfrutarla de nuevo. Netflix, borra esta serie de mi mente.

Tráiler de 'El baile de las luciérnagas' en Netflix