¿Cuántas veces te ha pasado que, tras cocinar con mimo un pescado descongelado, te percatas de que su textura y su sabor no son los mejores?
Con el truco que te proponemos, conseguirás que tus platos elaborados con pescado congelado brillen tanto como cuando utilizas el más selecto pescado fresco.
Si congelas tú mismo el pescado, sigue primero estos consejos
Los procesos industriales de ultracongelación garantizan un proceso muy rápido en el que el pescado no pierde sus propiedades organolépticas.
Pero cuando lo congelamos en casa, un error muy común es introducir demasiados kilos en el congelador. Esto hace que el proceso de congelación se ralentice y proliferen las bacterias.
Conque, procura no congelar demasiada cantidad. La capacidad de congelación de un frigorífico combi de tamaño mediano es de unos 12 kilos cada 24 horas, un tiempo de congelación inaceptable para el pescado.
Por lo tanto, si deseas que tus pescados se congelen rápidamente, reduce drásticamente la cantidad: en el caso del frigorífico mencionado, ½ kilo se congelará en una hora, 1 kilo lo hará en dos horas y dos kilos de pescado tardarán cuatro horas en congelarse.
Ten en cuenta que es preferible que el proceso descongelación no se extienda más allá de cuatro horas. Y si para envasar los peces utilizas una empaquetadora doméstica de vacío, mejor que mejor.
Antes de usar el truco, cambia tu forma de realizar el proceso de descongelación
No utilices el procedimiento tradicional de descongelación a temperatura ambiente, ni mucho menos fuerces la descongelación en un horno microondas.
La mejor forma de descongelar el pescado es introducirlo en la nevera la noche anterior, al objeto de impedir que se descongele a una temperatura excesivamente alta.
El truco casero que conserva el sabor a fresco
Una vez descongeladas las piezas, sumérgelas en leche durante 60 minutos. A continuación utiliza papel absorbente para eliminar los restos superficiales de leche y prepara tu plato de la forma habitual.
Te sorprenderá comprobar que el sabor del pescado así tratado no tiene nada que envidiar al del pescado más fresco.
