Freír alimentos es algo muy normal, pero seguro que en más de una ocasión no lo has querido hacer para no poner perdida la cocina. En cuanto metes algunos alimentos, el aceite salpica y termina por toda la vitrocerámica, el suelo, las paredes y, a veces, quemándote los brazos.

Por eso este truco tan viral, te va a ser tan útil, ya que vas a poder cocinar lo que quieras sin que el aceite salte lo más mínimo, y aunque sirve para cualquier plato, lo vas a usar mucho si fríes huevos, los cuales van a dejar de saltar si pones en la sartén un poco de sal.

El truco tiene su base científica

Aunque parece mentira, este truco tan sencillo funciona, y de hecho tiene una base científica. Además, solo necesitas un poco de sal, un pellizco.

Si usas harina, la tienes que incorporar cuando el aceite esté caliente, justo antes de freír los huevos, puesto que así no se te va a quemar y no aportará ningún sabor a ese manjar que es un huevo bien frito.

El aceite salta si le ponemos alimentos con mucha humedad, algo que sucede con la clara de los huevos, de manera que cuando colocamos la sal o la harina, estas consiguen absorber parte de la humedad, lo que impide que el aceite termine salpicando.

¿Qué otros trucos puedes emplear para que el aceite se quede en la sartén?

  • Quitar el hielo a los alimentos congelados, dejándolos reposar un poco antes de meterlos a la sartén.
  • Secar los alimentos. Es muy común pasar las verduras por el grifo con la idea de lavarlas, así que una forma de evitar que el aceite salte es usar papel de cocina y secarlas.
  • Empezar la fritura con una temperatura baja. Hay alimentos, como la carne o los vegetales, que contienen mucha humedad. Con ellos, se puede empezar con temperatura baja e ir subiéndola poco a poco.