Síguenos en redes sociales:

Entrevista

Brighton 64:"Si hablamos del movimiento, ser mod supone ser progresista"

El Caravaca Power Pop reúne mañana a algunos mitos del género, como Cooper o Kurt Baker, además de la banda barcelonesa

Brighton 64:"Si hablamos del movimiento, ser mod supone ser progresista"

Hace tres décadas, Brighton 64 cantaban que el problema era la edad, que pop era igual a supernova en La casa de la bomba (tema inspirado en un relato de Tom Wolfe). Ellos eran entonces la gran banda mod, cuando ser mod era intuición y movimiento. Entonces llegaron a dar conciertos ante 100.000 personas, y ahora conservan una buena parroquia fiel, además del estatus de leyenda viva de la música pop de Barcelona.

Así, pese a que el grupo se disolvió en 1987, fueron varias las reuniones durante la década de los noventa y, en el presente siglo, desde 2011, Brighton 64 ha vuelto de forma más o menos continuada para disfrutar de la música sin las urgencias de la juventud ni la ansiedad por alcanzar el éxito o la obsesión por cambiar el mundo. De hecho, acaban de publicar El tren de la bruja, un disco doble que presentaran este sábado en el Caravaca Power Pop, un festival de nueva creación que reunirá, de la mano de José Esteban Martínez-Iglesias (líder del grupo Octubre), a Cooper, Ross, Kurt Baker Combo y The Runarounds, además de a los catalanes. Albert Gil, guitarrista y compositor de Brighton 64, responde a nuestro requerimiento.

El tren de la bruja es un doble álbum conceptual, el tercer largo desde que la banda de La casa de la bomba volvió a reunirse. ¿Es vuestra obra más ambiciosa?

Sin duda. Y no sólo por la dificultad que entrañaba componer, preparar y grabar veinte temas de una vez, sino porque debíamos ajustarnos a una narración, a su estructura, a sus momentos de introducción, clímax y reposo. No fue una tarea sencilla. A lo largo del proceso creativo habría sido fácil perderse y perder la perspectiva del conjunto. Al fin y al cabo, somos un grupo que hasta la fecha sólo había juntado colecciones de canciones. Estamos muy contentos con el resultado.

El escritor Carlos Zanón ya colaboró con vosotros escribiendo la letra de Síndrome de Rebeca en Modernista (2014), pero esta vez parece que ha sido una pieza clave en El tren de la bruja. ¿Qué os interesaba de él?

Nos gustó mucho trabajar con él en el disco que mencionas y, cuando nos planteamos hacer algo más allá de lo que habíamos estado haciendo hasta entonces, decidimos contar con él para que escribiese un relato que hablase de muchas de nuestras inquietudes. Trabajamos codo con codo desde la primera línea del texto, e incluso leyó en el estudio pasajes del relato que van entrando y saliendo del disco. Es un tipo muy sencillo que enriquece cualquier idea que propongas.

¿El protagonista, Rai, tiene alguna relación con Tommy, de los Who?

Tommy ni ve, ni siente, ni oye. Rai no quiere ver, ni sentir, ni oír. Digamos que hacen un camino inverso. Rai es un personaje que ha renunciado a todo aquello que le hacía feliz y, de repente, quiere recuperar el tiempo en el que fue tan feliz.

¿El power pop sigue siendo el gran protagonista?

Tal vez, pero en el disco ampliamos registros. Necesitábamos otros planteamientos musicales para determinados momentos y personajes. Por los mismos motivos, en el disco podemos escuchar distintas voces solistas, no sólo la de Ricky. En El tren de la bruja hay géneros musicales que nunca habíamos abordado: ska, psicodelia, bossa-nova o temas con una sola voz y guitarra acústica.

En el libro Bola y cadena. 20 años de explosión mod (2003), Ricky Gil resumió la trayectoria de Brighton 64 como la «historia de un fracaso». ¿Os queda algún tipo de regusto amargo del pasado?

El pasado siempre es agridulce, sobre todo en nuestro caso, que estuvimos rozando eso que se llama ‘éxito’ y, por una serie de desafortunadas circunstancias, quedó en lo que somos: una banda de culto a la que muchos llaman mítica. Lo positivo es que, cuando decidimos volver, lo hicimos con la formación original, y que desde esa fecha hemos firmado los tres mejores discos de toda nuestra carrera.

Brighton 64 se separó en 1987. De ahí se formaron luego otras bandas (Los Brigatones, Matamala, Top Models), y en 2011 arranca el regreso que conduce hasta hoy. ¿Qué balance hacéis de estos últimos años de la nueva vida?

Pues estamos encantados. Además ahora somos conscientes de los discos que vamos sacando; mucho más que antes. En esta segunda etapa, cada reto que nos hemos propuesto lo hemos superado; para nosotros esto es el triunfo. Con Esta vez va en serio nos jugábamos que el público de Brighton 64 nos diese la espalda, y fue todo lo contrario. Con Modernista consolidamos la propuesta, y con El tren de la bruja damos lo mejor de nosotros.

¿Cómo era la Barcelona mod que vivieron Brighton 64?

La vivimos intensamente al principio, cuando tocábamos en nuestra ciudad y alrededores. Sin embargo, cuando el grupo empezó a tener repercusión y empezaron las giras, digamos que nos fuimos alejando por falta de contacto. Era una Barcelona que ya no existe, llena de color, solidaridad e iniciativa. Había montones de grupos, fanzines de referencia, personajes muy pintorescos y mucha fiesta. Nos pilló en el mejor momento de nuestras vidas, y la exprimimos al máximo.

Por definición, ser mod supone ser ‘progresista’. ¿El modernismo no puede ser nostálgico?

Yo me considero progresista, y sin embargo tengo un punto nostálgico. Si hablamos estrictamente del movimiento, creo en lo que tú dices: ser mod supone ser progresista. De todos modos, un movimiento en continuo progreso al final sería irreconocible. Cada uno tiene que encontrar el equilibrio justo. Pero prefiero no alargarme mucho porque siempre acabo recibiendo palos con este tema...

Parafraseando lo que decís en La casa de la bomba, ¿el problema para seguir siendo mod es la edad?

No lo creo. Creo que el problema es el sentido del ridículo. Hay quien lleva décadas en esto y se siente a gusto, y otros que con veinte años lo abandonaron.

¿‘El tren’ es un disco que habla del futuro con ilusión?

Claro. En realidad, habla de la transmisión, y en la transmisión hay un futuro ilusionante, hay un tema clave en el disco en el que el veterano pasa el testigo al joven que comienza. Todos somos parte de un engranaje, y debemos cumplir nuestra función. Aunque, en nuestro caso, nuestra función se está alargando mucho...

Vais a tocar en la primera edición del Caravaca Power Pop al lado de Cooper, Kurt Baker… ¿Se hacen necesarios los festivales de género en un tiempo de homogeneización como el que vivimos? ¿Qué expectativas tenéis?

El planteamiento es estupendo, los compañeros de viaje musical increíbles, la organización sabe lo que ofrece y a quién se dirige, y nosotros vamos a hacer un repertorio que pretendemos sea inolvidable. Llevamos meses rodando una combinación de clásicos y temas recientes, y esperamos estar a la altura de todo ello. Nos hace una ilusión tremenda.

Pulsa para ver más contenido para ti