RTVE

Pablo Iglesias maniobró para situar a la consejera socialista Cascajosa en la Presidencia de RTVE

El consejero Martín Medem, del PCE, cambió su oposición inicial a Cascajosa tras recibir una llamada del exvicepresidente y nuevo tertuliano en TVE

El diputado de Sumar Enrique Santiago, líder del PCE, había negociado en paralelo sin éxito con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero

El exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias.

El exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias. / DAVID CASTRO

Ana Cabanillas

Pablo Iglesias continúa operando en la política española, aunque desde su nueva posición como exvicepresidente del Gobierno y director de una empresa, Canal Red, dirigida a la difusión de contenidos. El fundador de Podemos todavía tiene un papel en las últimas decisiones que se han tomado en el Consejo de Administración de RTVE. En concreto, tuvo una intervención directa para situar como nueva presidenta interina del ente público a la consejera socialista Concepción Cascajosa.

El pasado 27 de marzo tuvo lugar una reunión del Consejo de Administración, donde se propuso el nombramiento de Cascajosa. Pero las fortísimas tensiones vividas el día anterior, cuando fueron cesados tanto la anterior presidenta, Elena Sánchez, como el director de contenidos, José Pablo López, todavía pesaban. Estaban asegurados los votos de la propia aspirante, el del otro consejero propuesto por el PSOERamon Colom, el del PNV, Juan José Baños, y el consejero afín a Podemos, Roberto Lakidain. Un total de cuatro cuando eran necesarios cinco votos para asegurar la elección.

El consejero militante del PCE -hoy integrado en Sumar-, José Manuel Martín Medem, se había alineado con la presidenta recién cesada, y condicionó su apoyo a Cascajosa a que dimitiera el secretario general de RTVE, Alfonso Morales, al considerar que no había sido leal en la etapa de Elena Sánchez.

Negocaciones paralelas

En una negociación paralela a la corporación, el propio secretario del PCE y diputado de Sumar en el Congreso, Enrique Santiago, le había trasladado esta cuestión a la vicepresidenta primera de Gobierno, María Jesús Montero, con quien mantiene un canal abierto para abordar estas cuestiones. Pero la petición cayó en saco roto y llegó el momento de la votación.

Cascajosa no logró ser nombrada presidenta en primera ronda, ante la negativa de Medem a apoyarle y tras contar sólo con cuatro votos. Continuó la reunión y, en un momento dado, el debate fue interrumpido por un aviso: había una llamada en espera para el consejero Medem, del PCE, que acudió a una sala contigua a atender esta conversación, según fuentes presenciales.

Quien estaba al otro lado del teléfono no era otro que Pablo Iglesias, que mantiene buena relación personal con el consejero de RTVE, y que llamó in extremis para saber si mantendría su condición hasta el final para apoyar la elección de Cascajosa, según ha sabido este diario. La posición de Medem había sido inflexible hasta ese momento.

La conversación telefónica terminó, Medem volvió y la reunión del Consejo siguió su curso. Poco después, desde Moncloa trasladaron a Sumar que se cumpliría su exigencia, pero sólo una vez que Cascajosa hubiera sido nombrada, según fuentes conocedoras. El propio implicado en el asunto, Alfonso Morales -presente en la reunión en calidad de secretario-, dijo haber sido advertido de que estaban pidiendo su dimisión. Poco después, una vez que se había elegido a la nueva presidenta de RTVE, la ejecutó. El nombramiento de Cascajosa se produjo en una segunda votación, que se repitió con el argumento de limitar su elección a una presidencia temporal de seis meses. Esta vez sí, Medem dio su apoyo.

Papel de Iglesias

El papel de Iglesias en la batalla por el control de RTVE no es baladí. Además de operar como un interlocutor de Moncloa, también ha jugado un peso en los últimos movimientos de la corporación, y en el apoyo al polémico fichaje de David Broncano, considerado una apuesta del Gobierno para competir con El Hormiguero y el incómodo Pablo Motos, según diversas fuentes. Y lo habría hecho a través de Lakidain, el consejero propuesto en su día por Unidas Podemos y hoy afín al partido morado.

El propio Iglesias ha reconocido a su entorno que habían pedido a Lakidain apoyar la operación Broncano después de que él mismo y otros dos presentadores de su plataforma, Canal Red, firmaran contratos como colaboradores de TVE, según ha informado este medio. Unas colaboraciones que algunos miembros del Consejo de Administación de RTVE consideran una "moneda de cambio" para lograr el apoyo del consejero afín a Podemos.

El 7 de marzo se estrenó como tertuliana en La Hora de la 1 la trabajadora de Canal Red y dirigente de Podemos Laura Arroyo. Poco después lo hizo el otro presentador Manu Levín, además del propio Iglesias en el programa Mañaneros. Sólo unos días después, el 11 de marzo, el Consejo de Administración de RTVE debía aprobar el contrato para el presentador de La Resistencia, aunque las turbulencias en el órgano impidieron tomar la decisión, que a día de hoy sigue en el aire.

Resulta también llamativo el tratamiento de la polémica de RTVE en la plataforma dirigida por Iglesias, donde se ha evitado publicar contenido al respecto, pese a que la gestión de la corporación pública es uno de los asuntos en los que Podemos -y su extensión, Canal Red- ha situado como campo de batalla desde sus inicios.

En esta ocasión, la única referencia a la guerra abierta en la corporación, que se saldó con varios ceses, fue en un perfil donde se alababa a la nueva presidenta interina de RTVE. "Con la elección de Cascajosa, gana la renovación y el entretenimiento entendido como una parte central de RTVE", señala el escrito, que muestra abiertamente el visto bueno de Iglesias al nombramiento, después de que él mismo interviniese en la operación.

"Militantes socialistas"

Cascajosa participó en 2018 en el concurso público que convocó Radiotelevisión Española para elegir a sus consejeros de administración. Formó parte de la lista de 95 seleccionados, pero no aprobó las pruebas y quedó en la posición número 86 dentro de ese proceso. En su proyecto de gestión logró una calificación de 6 sobre 30.

La idea inicial era que los consejeros fueran escogidos entre los 20 primeros aspirantes, pero el afán de los partidos por controlar el órgano llevó a que esto no se cumpliera, permitiendo así que PP, PSOE, Unidas Podemos y PNV lograsen consejeros más afines a sus intereses.

En una comparencia en el Congreso de los Diputados, reconoció que su perfil no es apolítico, y defendió su compromiso con el PSOE. “Soy militante del Partido Socialista y, en ese sentido, considero que esa militancia forma parte de mi compromiso social y de mis ideas progresistas”.