Elecciones 18-F

El voto dual en Galicia: ¿Cómo ha evolucionado de las generales a las autonómicas?

El BNG se asienta como primera fuerza de izquierdas a nivel autonómico frente a un PSOE que resistió las nacionales

Pontón acude "muy ilusionada" a votar y pide "participación masiva"

Pontón acude "muy ilusionada" a votar y pide "participación masiva"

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Una de las señales de que una sociedad es democráticamente madura es su capacidad para diferenciar qué vota en cada ocasión. No es lo mismo elegir al alcalde de una localidad que al presidente de una comunidad y, mucho menos, al jefe del Ejecutivo. Los resultados de este domingo en Galicia han demostrado que su sociedad es madura. De siete meses atrás a ahora ha habido cambios y, obviamente, algunos se deben a la coyuntura política, pero la comparativa entre los resultados de este domingo y las elecciones generales del 23-J muestran la existencia de un voto dual. ¿Qué variaciones se han producido?

El PP

En las últimas elecciones autonómicas -2016, 2020 y 2024- el PP siempre ha estado por encima del 47% de los votos. Una cifra mágica que le permite tener una mayoría absoluta holgada en la Xunta. Sin embargo, esos datos no se sostienen en el resto de comicios. Sin ir más lejos, el pasado 23-J estuvieron casi cuatro puntos porcentuales por debajo y en las generales de 2019 más de 15. La diferencia con hace siete meses se agranda si se tiene en cuanta los votos que recibieron los populares a nivel municipal, un 38,45% del total. Una cifra alejada de los 47,36 de este domingo.

BNG y PSOE

El principal ejemplo del voto dual que existe en Galicia y que se ha agrandado en estos comicios lo protagonizando el BNG y el PSOE. El partido nacionalista de Ana Pontón se hizo con la segunda posición, logrando el 31,6% de los votos, cuando en el julio pasado solo consiguió el 9,4% de las papeletas. Esta diferencia de votos ya se produjo entre las generales de 2019, cuando obtuvieron un 8,13% de los votos gallegos, y las autonómicas de un año después, en las que sacaron el 23,8%.

Por contra, el Partido Socialista de Galicia ha sufrido el efecto contrario. Los datos demuestran que es la principal opción en la izquierda en las elecciones generales (el 23-J lograron un 29,8%), mientras que en las autonómicas ha tocado su suelo con un 14%. No obstante, los socialistas siguen ganando la batalla a nivel municipal. En mayo de 2023 el PSOE obtuvo el 29,2% de los votos y el BNG el 17,25%. Buena prueba de esta dualidad es Vigo: el socialista Abel Caballero arrasó en el ayuntamiento con más del 60% de los apoyos y ahora sus ciudadanos han apostado como primera fuerza por el BNG.

Sumar y Podemos

Otro de los descalabros de la noche electoral, aunque resultó menos inesperado, fue el de Sumar y, más secundario, el de Podemos. Ambas formaciones, que se presentaron en coalición, lograron el 10,9% de los votos gallegos en las elecciones generales de hace siete meses. Ahora, ni sumando el resultado de ambos por separado alcanzan el 2,2% de los votos. Los ciudadanos gallegos les han dejado fuera de la política autonómica, pese a que en 2016 En Marea -las siglas que agruparon a este espacio- rozó el 20% en las autonómicas.

Vox

Desde su surgimiento, Vox es una formación residual en Galicia. No obstante, se da una diferencia importante en las cifras que obtiene en las generales y en las autonómicas. Mientras que en la cita de este domingo como en la que se celebró en 2020 no ha superado el 2,2%, en los comicios estatales llegó a tener un 7,8% en 2019 y un 4,87% en el julio pasado. Es decir, tiene el doble de votantes cuando la cita tiene carácter estatal.