REFORMA PENSIONES

El Gobierno saca el rodillo de los 180 votos con las pensiones y aísla a la derecha

ERC, EH Bildu, Más País, PDeCAT, Compromís... A la espera del PNV, que no obstante rechaza el "no" a la reforma de las pensiones, el Gobierno ha logrado un amplio respaldo a su decreto y ha dejado solos a PP, Vox y Cs

José Luis Escrivá.

José Luis Escrivá.

Ángel Alonso Giménez

Esa palabra de moda llamada transversalidad” no vale para la reforma del sistema de pensiones. En el Congreso se aplica para aquellas medidas que en las votaciones consiguen atraer los votos de la izquierda y de la derecha. Ocurre más de lo que parece porque una cosa es el ruido y la animadversión pública que se profesan ambos sectores, a cara de perro, y otra es la aprobación de nuevas regulaciones, en donde los síes superan a veces los 180. No son pocas las normas que rebasan este umbral. Normas transversales, pues.

En el Congreso actual, en el que la mayoría progresista lleva la batuta, la transversalidad aparece cuando PP y Cs, o al menos uno de los dos, apoyan una iniciativa del Gobierno. Vox no cuenta porque Vox vota casi siempre en contra.

El decreto de la reforma de las pensiones (que básicamente establece dos modelos de cómputo de cotización de 25 y de 29 años, generando este segundo la opción deexcluir los dos ejercicios más perjudiciales) se convalidará el jueves próximo y no se unirá a esa lista de normas transversales, pero el Gobierno ha logrado respaldo suficiente en el Congreso gracias a los aliados habituales, que son de izquierdas en su mayoría, y al PDeCAT, una formación catalana de raigambre liberal en lo económico y demócratacristiano en lo social. 

A los 120 votos del PSOE, y a los 33 de Unidas Podemos, se van a unir los 13 de ERC, los 5 de EH Bildu, esos 4 del PDeCAT, los dos de Más País, el de Compromís, el de Teruel Existe, el del PRC… Va a superar la mayoría absoluta, 176 diputados/as, con creces. Exactamente superará los 180 síes, y lo hará con holgura si el PNV (6 escaños) se decanta por el respaldo también, algo que están analizando, apuntan fuentes del grupo vasco. El rechazo lo descartan.

La mayoría progresista, por tanto, o el bloque de la investidura de Pedro Sánchez, vuelve a funcionar a pleno rendimiento. En cuanto ERC ha anunciado el apoyo, las dudas se han disipado. Los independentistas catalanes han negociado durante unas cuantas semanas con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por José Luis Escrivá. El diputado de la formación catalana Jordi Salvador se ha congratulado del resultado, cristalizado en cinco puntos.

Tres ya figuraban en el decreto y los otros dos se añadirán. Para ello, ERC y Gobierno han acordado que se tramite como proyecto de ley, lo que abre un plazo para que, vía enmiendas, el contenido sea modificado. Este ardid parlamentario ha permitido al Ejecutivo salvar unos cuantos decretos, pero luego no se hace nada con los textos, que se van sumiendo en el olvido de las prórrogas. Salvador ha dicho que esta vez no sucederá.

Blindar apoyos

Durante las próximas semanas se plasmarán, por tanto, dos aumentos de la pensión de mujeres trabajadoras que reducen jornada por algún tipo de incapacidad. Esto, más la cuota de solidaridad, el incremento del complemento d brecha de género y el acceso a pensiones no contributivas, ha blindado el apoyo de ERC.

Igual que el aumento progresivo (hasta 2027) de las pensiones de viudedad y la consolidación de la subida del 15% de las no contributivas ha blindado el respaldo de EH Bildu. Igual que la progresividad en la aplicación de la cuota de solidaridad, de manera que no aporten lo mismo rentas de 60.000 euros y de 120.000 anuales, y el visto bueno de Bruselas ha blindado el apoyo del PDeCAT. Igual que el aumento de los ingresos ha conllevado el “sí” de Más País y de Compromís.

A la espera de cómo cuajen las negociaciones con el PNV, el Gobierno tiene asfaltado el camino de la convalidación del decreto. A pesar de la derecha. 

Y dimisión de Escrivá

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha dedicado gran parte de la conferencia de prensa dada este martes a criticar al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Han sido varios los motivos, pero, sobre todo, le ha criticado por su posición con el decreto de las pensiones. Los populares van a votar en contra, ha corroborado Cuca Gamarra, porque el modelo propuesto no garantiza la sostenibilidad de las pensiones, ni las presentes ni las futuras. Y porque la documentación enviada ha sido parca.

La secretaria general y portavoz en el Congreso del PP ha recurrido a las posiciones fijadas por la AiReF y el Banco de España para cuestionar la reforma de Escrivá. “La sostenibilidad es fundamental en la solidaridad intergeneracional y todas las voces cualificadas hablan de falta de garantías”, ha enfatizado Gamarra, para la que ni siquiera el Gobierno ha cumplido unos mínimos requisitos formales. Ni ha compartido información, acaso un powerpoint y unas tabla excel, ni ha negociado en el marco del diálogo social ni ha hablado con los grupos parlamentarios en la Comisión del Pacto de Toledo.

“Un parche”. Así ha definido la reforma la portavoz del PP, para quien el modelo propuesto “penaliza” la contratación y aboca a que el sistema no pueda garantizar las pensiones.

Similares términos ha empleado el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal. No sólo votarán en contra los liberales el jueves, sino que además han pedido la dimisión de Escrivá. Para quien ha sido presidente de la AiReF no puede asumirse un modelo que está siendo cuestionado por la AiReF, según ha explicado. El diputado madrileño ha sido más duro que sus homólogos del PP y de Vox. En su opinión, “es el atraco de la semana del Gobierno” y una muestra de “electoralismo”. En unos años, el sistema tendrá que elegir entre pensiones y sanidad, educación y pensiones o pensiones y dependencia porque “no va a haber dinero para todo”.

Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox, no se cree la reforma. “Es difícil que apoyemos esta iniciativa, sencillamente porque, en contra de lo que dice el Gobierno, no garantiza el futuro de las pensiones. Si se lee el decreto, se entrevé que el Gobierno duda incluso de su propio modelo al incluir un mecanismo de verificación de los objetivos de sostenibilidad y una vía para que en el Pacto de Toledo se hagan correcciones”, ha desgranado. Revisar el sistema de las autonomías para destinar el gasto duplicado a las pensiones sería una solución, pero no la propuesta de la coalición PSOE-Unidas Podemos.

La excepción Rego

El diputado del BNG, Néstor Rego, es la voz discordante de la izquierda. No le gusta la reforma de Escrivá y votará en contra de avalar el decreto el jueves. "Reforma regresiva", ha dicho.

La formación nacionalista no es incoherente. Ha rechazado las dos reformas anteriores (la del mecanismo de equidad intergeneracional y la de los planes de pensiones) y volverá a hacerlo. A su entender, ha dicho en rueda de prensa, "consolida lo más grave de las anteriores". Y esto es: "el nuevo periodo de cómputo de 29 años es un 'caballo de Troya' en las pensiones futuras". No sólo bajan las cuantías de las pensiones, sino que además deja las no contributivas en "el 75% del umbral de la pobreza". Son medidas "insuficientes", en conclusión.