PROPUESTA DE ÍÑIGO ERREJÓN

¿Fin al cierre "medieval" del monte de El Pardo? Íñigo Errejón quiere que el Congreso se pronuncie

Más País-Verdes Equo registra una iniciativa en el Congreso con la que pretende llevar al pleno el debate sobre el estatus de este parque natural madrileño, de 16.000 hectáreas de superficie, aunque sólo 1.000 son de acceso al público porque el resto es un cazadero real vallado hace más de 300 años

¿Fin al cierre "medieval" del monte de El Pardo? Íñigo Errejón quiere que el Congreso se pronuncie.

¿Fin al cierre "medieval" del monte de El Pardo? Íñigo Errejón quiere que el Congreso se pronuncie. / EFE

Ángel Alonso Giménez

El Monte de El Pardo, a las afueras de la ciudad de Madrid, es una superficie natural de 16.000 hectáreas de las que usted, sin embargo, sólo puede disfrutar 1.000. El resto está cerrado porque hace casi 300 años el rey Fernando VI así lo decidió. Quiso evitar que los animales se escaparan del cazadero real, denominación que se remonta a los tiempos de Alfonso X El Sabio, si bien no fue hasta el siglo XV cuando se levantó una tapia para delimitarlo.

A Más País-Verdes Equo le parece injusta semejante desproporción de hectáreas porque revela, a su juicio, que el monte es más bien "un coto privado de la familia real" debido a un "privilegio medieval" que un lugar de esparcimiento, disfrute e investigación medioambiental, ha dicho el diputado de la formación Íñigo Errejón.

En rueda de prensa en el Congreso, ha presentado la iniciativa para, al menos, recabar una mayoría parlamentaria. No es poco tratándose de una proposición no de ley, uno de los recursos de los grupos para arrancar del Congreso peticiones políticas que apelen al Gobierno. No todo es función legislativa. Están también las preguntas en las sesiones de control, las interpelaciones, las mociones, las proposiciones no de ley...

Justo eso, una proposición no de ley, es lo que ha presentado Errejón, firmante de la propuesta junto a Inés Sabanés. Quiere que se debata en el pleno, no en la comisión correspondiente, lo que da más empaque a la iniciativa.

Iniciativa que culmina con tres peticiones, los tres puntos que el Congreso solicitaría al Gobierno en caso de aprobarse y si es que llega a debatirse. La primera solicitud versa sobre la ejecución, en tres meses, de un "Plan de Ordenación de los Recursos Naturales" para dotar al parque del monte de El Pardo de la "máxima protección" de la legislación española. El segundo aboga por su candidatura a Parque Nacional protegido por el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital se integrarían en el patronato.

Y el tercero tiene que ver con la aplicación de medidas que aseguren "la tranquilidad" del espacio, entre ellas la adopción de un régimen de visitas "reducido" que no afecte al ecosistema. La investigación y la conservación del medio ambiente formarían la columna vertebral y guía de la gestión.

"Anomalía" histórica

Más País hace un repaso de la historia del parque en la exposición de motivos de la proposición. Propiedad de Patrimonio Nacional, el monte de El Pardo es una extensión enorme que, sin embargo, se disfruta poco. Hay urbanizaciones y complejos deportivos y de restauración en la zona accesible, pero el resto es un espacio natural vallado, un cazadero real al que no se puede entrar. En él, recuerda la formación de Errejón, puede encontrarse de "un ecosistema de monte mediterráneo relativamente bien conservado, compuesto en su inmensa mayoría por encinas, y en el que se encuentra una gran densidad de conejos y de ungulados, tales como ciervos, gamos y jabalíes".

Está fuera del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, constituido en 1985, y siempre ha sido así por "sus características particulares de pertenencia a Patrimonio Nacional y su peculiar gestión", a criterio de Más País-Verdes Equo. Si bien se le aplica al Monte un Plan de Protección Medioambiental, que data de 1997, la formación madrileña denuncia que éste se tendría que haber revisado cada cinco años, cosa que no se ha hecho, y tendría que haber contado con las participaciones de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, lo que tampoco ha pasado.

Depende, por tanto, de Patrimonio, y en exclusiva, y esto desvela "opacidad", dice Más País, y "una importante distorsión en los planes de conservación de la naturaleza a nivel regional". No se conoce, además, que el espacio tenga más fin "uso social o científico" que el de "servir de finca de recreo a la Familia Real".

Debe acabarse esta situación "anómala", de ahí esta proposición no de ley. Un primer paso sobre una cuestión que a buen seguro una proporción considerable de madrileños y madrileñas han experimentado directamente.