Los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tienen una parte muy conocida y polémica porque es la que desmenuza las preferencias políticas y electorales de los ciudadanos, y como últimamente sus resultados son diferentes a los resultados de todos los demás sondeos de todas las demás empresas demoscópicas, el conflicto está servido. Pero los barómetros tienen una parte menos conocida, y a primera vista, sin filtro especializado, poco controvertida. Son las que detallan las opiniones de los ciudadanos en función de su edad, del municipio en el que residen, de su nivel de estudios y de su profesión.

Ahora que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se está prodigando en duelos dialécticos con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (duelos desnivelados, cabe recordar, porque en el Senado él no tiene límite de tiempo y el jefe de los populares apenas puede usar más de 20 minutos), resulta llamativa la comparativa entre los dos según las categorías descritas antes. Una mala noticia para ambos, así, a modo de introducción: la ciudadanía "pasa" de ellos.

Las preguntas del CIS a las más de 3.700 personas de las que se alimenta el último barómetro husmean, como siempre, en las preferencias electorales, que si el PSOE o el PP o Vox o Podemos, sin entrar en liderazgos. Pero también hay preguntas que, como siempre, intentan retratar esos liderazgos. Por ejemplo, qué líder político prefiere usted de presidente en estos momentos; qué valoración les da en una escala del 1 al 10 y qué grado de confianza y desconfianza inspiran.

Las respuestas de los encuestados en octubre dejan mal a Sánchez y a Feijóo, los favoritos de la ciudadanía con permiso de Yolanda Díaz, que no termina de despuntar (por ahora). En este muy particular duelo, ambos pierden.

El favorito es... "ninguno"

Pedro Sánchez es el predilecto de los ciudadanos/as de todas las edades para seguir siendo el presidente del Gobierno. El mandatario socialista está fuerte en las preferencias de quienes tienen más de 55 años, lo que en Génova, sede del PP, se habrá intentado cotejar. Tal y como está la curva demográfica de España, su paulatino envejecimiento, no es un aspecto desdeñable. Un 26,3% de los/las que tienen más de 55 años quieren que Sánchez siga en Moncloa (un 16,2% menciona a Feijóo), un 31,1% de los que superan los 65 se pronuncian igual, así como el 27,3% de los que rebasan los 75. Aquí, en el fragmento de población más envejecida el líder del PP casi empata.

El sucesor de Pablo Casado, como es habitual en los líderes populares, encuentra más resistencias en la juventud. De 18 a 24 años, el porcentaje que logra es un magro 7,8% (Sánchez casi alcanza el 21). En la gente de mediana edad vería más luz, e incluso una señal optimista: empate en el tramo 45-54 años (19,5 frente al 19,4).

De todas formas, mejor que no se froten las manos. ¿Saben quién es el favorito de los ciudadanos de casi todas las edades en esta pregunta que incluye a los demás líderes políticos, desde Yolanda Díaz a Inés Arrimadas? "Ninguno". Menos en la población por encima de los 65 años, que sí elige a uno candidato/a de la lista, en el resto la nota común es que no hay referencia, al menos en la actualidad (luego, en periodo electoral, puede que cambie la tendencia).

La tónica es similar en la variable "tamaño del municipio", si bien se aprecia más igualdad entre los dos aspirantes a la Moncloa. Sánchez, tanto en las localidades con menos de 2.000 habitantes como en las pocas españolas que tienen más de un millón, es el predilecto para estar en la Presidencia. No obstante, como en la categoría anterior, la opción "ninguno" vence en todos los escalones demográficos menos en el de las ciudades superpobladas.

Directivos y militares quieren a Feijóo

En función del nivel de estudios, se repiten los dos vectores: alto nivel de desapego y preferencia por Sánchez entre los que se sienten concernidos o interesados por la actividad política. Antes de continuar, un apunte: los números absolutos de personas que contestan son altos, y en algunos ámbitos hasta más de 800, siempre en función de los cruces de las características de los encuestados. Por ejemplo, los que son jubilados o pensionistas suman casi 900.

Esto nos lleva a uno de los datos más interesantes de las variables socioeconómicas. En un contexto marcado por las cuantía de las pensiones, así como por su sostenibilidad, un 31,3% de los jubilados se decanta por Sánchez para que continúe como presidente del Gobierno (un 20,7 nombra a Feijóo). El otro lado de la moneda lo dan los directivos/as y los policías y militares, que apuestan por el máximo responsable del Partido Popular, y con márgenes anchos en ambos casos.

"Muy mal": nota más repetida

Por recordar: el barómetro de este mes, confeccionado entre los días 1 y 10 de octubre, colocó al PSOE como partido ganador de las elecciones generales, pues obtendría un 32,7% de los votos. El PP, segundo, arrastraría el 28,7% de las papeletas. Ningún otro sondeo, de momento, da tanta ventaja a los socialistas. Los más optimistas, más allá de los que efectúa el CIS, apuntan a un estancamiento de la inercia ganadora de los populares. No más.

Los barómetros según otras variables (pueden verse en la web de la entidad que preside José Félix Tezanos) invitan a analizar la situación política-electoral con lentes distintas. Fijarse en parámetros como los referidos en este texto, "grosso modo", indican que Feijóo encajaría mejor en la visión de personas con profesiones bien remuneradas, estudios superiores y residentes en una ciudad como Madrid.

Sánchez, por su parte, encontraría más simpatía en la juventud, personas con inferior nivel académico, con cualificación en sectores técnicos y residentes en poblaciones de tamaño intermedio. Interesante la aceptación que suscita entre las personas mayores que cobran pensión.

Pero no se puede obviar que el rasgo mayoritario es el desapego. La desafección. Ya no sólo porque una mayoría no quiera a ninguno de los líderes actuales en la Presidencia del Gobierno, sino porque cuando el CIS pide una nota del 1 al 10, como si se tratara de un examen, el resultado es devastador.

La puntuación (aislada) que más veces recibe Sánchez es un 1, es decir, un "muy mal". En todos los escalones de edad, desde los 25 en concreto; en todos los estadios demográficos y en todos los niveles de estudios, se observa mayorías que dan al líder del PSOE exactamente esa puntuación. A Feijóo le "salva" que los porcentajes de ciudadanos que le "valoran" así de mal son más bajos. Y le podría "salvar" que las personas mayores (más de 75) son más benévolas con su desempeño, al igual que las personas con estudios superiores.

Luego, claro, si se suman los porcentajes de otras puntuaciones, el veredicto cambia de color, y entonces el observador aprecia que alrededor de notas como el 5, el 6 y el 7, o el 4, 5 y 6, según las variables, se acumulan registros más halagüeños. Pero no deja de ser llamativo que, aisladamente, sin sumas, el 1 sea la nota más citada, y con diferencia, tanto para Sánchez como para Feijóo e independientemente de la edad, la ciudad o la trayectoria académica.

Preguntados por qué grado de confianza inspiran... Mejor taparse los ojos. Sánchez, y esto es leitmotiv, inspira "ninguna". Feijóo, en líneas generales, "poca".