Si la forma de aproximarse a las víctimas y su reconocido derecho a la verdad, la justicia y reparación es una cuestión que se debe afrontar con especial sensibilidad, doblemente cuidadosos hay que ser con aquellas que encarnan el doble rol de víctimas y victimarios. Es decir, las personas que murieron a manos de un grupo terrorista pero que, durante sus vidas, ejercieron a su vez el terrorismo, provocaron dolor y dejaron incluso fallecidos a su paso.

Este flanco de la memoria ha vuelto al primer plano de la actualidad por el tratamiento que el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Gasteiz ha dado tanto a Melitón Manzanas, cuyo asesinato a manos de ETA, ocurrido el 2 de agosto de 1968, recordó en su aniversario, así como a Clément Perret Beniain, empresario francés y mercenario de los GAL, de cuyo atentado que acabó con su vida se cumplen hoy 37 años y que también conmemoró ayer mediante un tuit. Eso sí, en ambos casos obvió el aplastante consenso que existe tanto sobre las torturas que practicó Manzanas a los opositores al régimen franquista desde su puesto como miembro de la Brigada Político Social como al pasado terrorista de Perret. Una circunstancia que ha sido ampliamente denunciada por el Foro Social Permanente por suponer una “revictimización” de todos los que sufrieron sus prácticas aberrantes.

Indignación

Pese a las advertencias lanzadas desde el Foro Social antes de que llegaran ambas fechas, el Centro Memorial ha homenajeado a ambos mediante sendos tuits. Por descontado, en el caso del policía asesinado se formó una tormenta con numerosas réplicas afeando el contenido del mensaje y relatando casos de especial dureza por el sadismo con el que se empleó este comisario franquista desde la impunidad de su cargo y al amparo del régimen dictatorial. La indignación ha sido doble porque el Memorial de Víctimas ubicado en Gasteiz, dirigido por Florencio Domínguez y que depende del Gobierno central, ya lanzó el año pasado un mensaje muy similar en recuerdo del policía torturador ignorando su oscura trayectoria. Pese a la polémica, y al igual que sucedió también en 2021, el Memorial rindió ayer mismo también tributo al miembro de los GAL Clément Perret, que fue asesinado por ETA en 1985, sin citar su relación con el terrorismo de Estado y aludiendo exclusivamente a su condición de “industrial francés”. Este aniversario se cumple hoy, día 16.

Como respuesta, el coordinador del Foro Social, Agus Hernan, publicó ayer un tuit en el que denunciaba la publicación del mensaje del Memorial sobre Perret, “víctima de ETA y victimario del BVE y del GAL”. “Lo presenta solo como un empresario francés. Este tipo de tweet nunca se hubiera aceptado con víctimas de ETA. Y así tiene que ser. ¿Por qué se acepta con estas víctimas?”, se preguntó Hernan.

Ante este tipo de actuaciones del Memorial que considera “revictimizadoras”, el coordinador de Foro Social viene reclamando que “cuando se comunique que son víctimas de ETA también se tenga en cuenta su carácter de victimarios”, un paquete en el que incluye a Manzanas, Perret y Carrero Blanco, que falleció a su vez en un atentado perpetrado por la banda. En conversación con este periódico, Hernan admitió, eso sí, que tiene pocas esperanzas porque, en el caso de Manzanas y ahora de Perret, “el Memorial no ha tenido en cuenta nuestras sugerencias, que son absolutamente sensatas”.

Hernan, rostro visible de este espacio formado por organizaciones de la sociedad civil y personas a título particular que surgió para impulsar el proceso de paz en Euskadi, se ha implicado especialmente en este caso y, el pasado 26 de junio, remitió una carta al director del Memorial de Víctimas y a las instituciones que forman parte de su Patronato: los gobiernos de la CAV y Nafarroa y el Ayuntamiento de Gasteiz.

En la misiva, aseguraba que “tanto los honores y condecoraciones de estas personas” como el hecho de obviar sus “responsabilidades en la vulneración de derechos humanos” suponen “una humillación”. Recordó además que lo sucedido hace un año “indignó a un gran número de víctimas del Estado y colectivos memorialistas”, y puso sobre la mesa el debate acerca de la idoneidad de “mantener los honores a una víctima-victimario”.

Tratados con “asepsia”

Este llamamiento cayó, no obstante, en saco roto y el Centro Memorial de Víctimas ha vuelto a publicar, al igual que hiciera el año pasado, sendos tuits en recuerdo tanto de Melitón Manzanas como de Clément Perret citándolos en ambos casos “de forma aséptica” como “inspector jefe de la Brigada de Investigación Social” y como “industrial francés”, respectivamente. Ninguna referencia, por tanto, a sus pasados como torturador o su vinculación como mercenario de los GAL, cuando “hay una verdad social en los casos de Manzanas y Carrero Blanco, y una verdad incluso judicial en el de Perret”, dijo Hernan.

El portavoz del Foro Social defendió que “lo fundamental es el respeto y el derecho de todas las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación”, por lo que pidió “contar toda la verdad, por mucho que duela”. “Si esto ocurriese con víctimas de ETA no sería aceptado”, zanjó. l

Doble rol

Manzanas

Torturador franquista. Agente de Policía en la dictadura franquista, Melitón Manzanas colaboró con la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial y fue jefe de la Brigada Político Social de Gipuzkoa, puesto desde el que torturó a opositores al régimen con una especial brutalidad, según los numerosos testimonios existentes. ETA le asesinó el 2 de agosto de 1968 en el que está considerado como el primer atentado premeditado de esta organización.

Perret

Miembro de los GAL. El ‘clan de los Perret’, formado por los hermanos y mercenarios Clément y Gilbert Perret, estuvo relacionado con la ‘guerra sucia’ desde mediados de los 70 hasta el inicio de los GAL, con atentados como el del bar Hendayais en 1980, que provocó dos fallecidos. El 16 de agosto de 1985, tres miembros de ETA acudieron a la pizzería que regentaban en Castellón, causando la muerte de Clément por 19 disparos.