El rey Felipe VI ensalzó este lunes la independencia e imparcialidad de los jueces españoles como elementos "indispensables" para la "estabilidad social" y la "convivencia pacífica de la sociedad". El monarca presidió de nuevo en Barcelona la entrega de despachos a los nuevos jueces españoles, 188 en total. No viajaba a la capital catalana para asistir al acto desde el 2018. A la ceremonia no asistió ningún representante de la Generalitat.

En un discurso marcadamente protocolario, Felipe VI señaló que "una sociedad moderna y avanzada como la nuestra, una sociedad plenamente democrática", solo puede "desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un mecanismo independiente y neutral para la resolución de conflictos". El rey recordó a los nuevos jueces que con labor reforzarán "la convivencia pacífica de la sociedad", no solo aportando los conocimientos jurídicos, sino también unos valores, unos principios éticos y una rectitud personal y profesional que deben resulta ejemplares". Esos principios, subrayó, "defienden la esencia de la función judicial en una Estado de derecho y son indispensables para la estabilidad social.

El jefe del Estado enfatizó en la importancia del Poder Judicial como parte "nuclear del Estado", insistiendo en que las "instituciones de toda sociedad son esenciales para hacer realidad la idea de Estado. E incidió en que su misión, "trascendental en nuestra consolidada democracia, no resultaría posible sin la contribución individual de las personas que forman parte" de sistema judicial.

Juzgar sin influencias

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, también remarcó la imparcialidad de los jueces, pero fu e un poco más allá e instó a los jueces a juzgar en ausencia de "elementos extraños, no aceptables", tendentes a "influir, ilegítimamente", en el pronunciamiento judicial, debiendo actuar con "independencia, incluso de las propias convicciones personales".

Ese precepto "constituye "un ineludible deber profesional de juez y forma parte de los principios éticos que informan de su actividad, pues la "independencia no debe ser entendida de ninguna manera como un privilegio" , aseguró. Estos elementos extraños, recalcó, "pueden ser de muy diferente índole y corresponde al ordenamiento jurídico y, en su caso al órgano de gobierno de los jueces, pero también al propio juzgado".

El jefe del órgano de gobierno de los jueces precisó que la "legitimidad del poder judicial" nace, "como todos los poderes del Estado, del pueblo español, en el que reside la soberanía nacional; pero también expresa que la justicia se administra en nombre de quien simboliza la unidad y permanencia de nuestro Estado, conjugándose así en la formula constitucional, armónicamente, las ideas de soberanía y unidad de nuestra nación".

El perfil de los jueces

El perfil de los nuevos jueces es, según se recoge en una encuesta realizada a su ingreso en la Escuela Judicial en 2019, el de una mujer (representan el 71,28 % del total) con una edad media de 28 años, que ha tardado algo más de cuatro años y medio en preparar y aprobar la oposición, y que no procede de una familia de juristas (en el 76,46 % de los casos). Cataluña es la comunidad a la que irán destinados más miembros de esta promoción, pues contará con 73 nuevos jueces.

Teniendo en cuenta el lugar de residencia habitual, Andalucía vuelve a ser la Comunidad Autónoma que más jueces aporta (48). Le siguen la Comunidad Valenciana (23), Madrid (22), Castilla y León (16), Cataluña y Galicia (11 cada una), Asturias (10), Aragón (9), Murcia (7), Extremadura y Canarias (6 cada una), Cantabria y País Vasco (5 cada una), Baleares y Navarra (3 cada una), Castilla-La Mancha (2) y Ceuta (1). Durante la etapa de preparación de la oposición, la inmensa mayoría (94,57 %) contó con el apoyo económico de sus padres. Algo más de un tercio de los alumnos de la promoción han trabajado con anterioridad: el 22,34 % en un sector ajeno al ámbito jurídico y el 12,77 %, vinculado al ámbito jurídico. El 57,45 % no ha trabajado antes.

La tradición familiar no es el elemento determinante que llevó a los nuevos jueces y juezas a elegir la profesión. Las tres cuartas partes de los integrantes de la promoción (74,46 %) ni ha tenido ni tiene familiares (hasta el segundo grado de consanguineidad) que ejerzan o hayan ejercido una profesión jurídica. De los que sí los tienen o han tenido, en el 4,89 % de los casos son jueces o magistrados y en el 20,65 % desempeñan otra profesión jurídica.