Los restos de la primera alcaldesa democrática de España, María Domínguez, fueron exhumados del cementerio de Fuendejalón al que fueron arrojados en 1936 tras ser fusilada por las tropas franquistas. Un tiro en la cabeza acabó con una pionera de los derechos sociales nacida en Pozuelo de Aragón que ejerció como periodista, fue maestra de Gallur y siempre estuvo comprometida con darle voz y voto a la mujer y con su propia libertad personal. La vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España, Carmen Calvo, fue la encargada de difundir el trabajo realizado por las asociaciones memorialistas. "Merece reconocimiento y que reivindiquemos su legado", escribió.

El proceso de exhumación ha sido impulsado por la Asociación de Familiares y Amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón (AFAAEM), presidida por Pilar Gimeno, y los trabajos a pie de campo han sido desarrollados por el equipo de la Asociación para la Recuperación e Investigación contra el Olvido (Arico) y Charata. El único objeto personal que se han encontrado en la tumba es una peineta destrozada por el disparó que acabó con la vida de esta mujer avanzada a su tiempo.

Las asociaciones iniciaron su búsqueda el viernes en el cementerio de Fuendejalón, donde estaba señalada su tumba. No hubo suerte el primer día, pero continuaron el sábado. Los arqueólogos siguen haciendo su cuidadoso trabajo. Una vez recuperados sus restos, llegará el estudio para su identificación, que quedará a cargo del Gobierno de Aragón.

Domínguez era periodista, conferenciante, maestra y autora del libro Opiniones de mujeres. No fue entendida ni valorada en su época, y terminó siendo asesinada el 7 de septiembre de 1936 en Fudendejalón, a los 54 años.

Era hija de una familia humilde de campesinos de Pozuelo de Aragón. Apenas pudo ir unos años a la escuela, por lo que su formación la obtuvo de forma autodidacta. Se casó a los 18 años, pero siete años después, cansada de malos tratos huyó del hogar a Barcelona, donde trabajó como sirvienta. Regresó a Pozuelo y con los ahorros conseguidos se compró una máquina de hacer medias que le proporcionó una forma de ganarse la vida. Comenzó a escribir y envió un artículo al diario El País de Madrid que le fue publicado. Empezó a estudiar magisterio y pronto se convirtió en asidua colaboradora del semanario republicano Ideal de Aragón, órgano de expresión del recién creado Partido Republicano Autónomo Aragonés, donde escribió con el seudónimo Imperia. En 1922 quedó viuda y contrajo segundas nupcias con Arturo Segundo Romanos con quien se instaló en Gallur.

Domínguez se había hecho popular sobre todo entre el colectivo de las mujeres, y como bien fue recogida la crónica en aquella época "la entusiasta republicana" como la denominaron, era requerida una y otra vez para dar conferencias por las provincias de Zaragoza y Huesca, con el argumento de explicar el significado del régimen político de la república y de cómo se comprometía a darle voz y voto a la mujer.

Así, a puro de trabajo y entrega, había hecho importantes amigos, y se la respetaba en los medios políticos hasta el punto que en 1932 el gobernador civil de Zaragoza la puso al frente del ayuntamiento de Gallur, tomando posesión el 28 de julio de 1932, convirtiéndose así en la primera mujer alcaldesa en la Historia de España.

Se empleó a fondo en dar soluciones a los problemas de aquella época, pero las críticas y los ataques a su gestión, le afectaron y abandonó la alcaldía con el orgullo de haber trabajado por el bien común.

Cuando surgen los rumores de una sublevación militar es expulsada del pueblo y aunque ella era consciente de que "no había hecho nada" busca refugio en casa de su hermana en Pozuelo, pero los que guardaron con recelo en su memoria la voz de aquellos discursos en los que promulgaba paz, justicia y libertad, ya la habían condenado a muerte, y el 7 de septiembre de 1936 recibió la descarga de su pelotón de fusilamiento frente a las tapias del cementerio de Fuendejalón. Su marido era también fusilado poco más tarde en Tabuenca.