Un año después de reconocer a Juan Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, lo ha calificado este miércoles de "líder de la oposición", al tiempo que ha defendido a José Luis Ábalos por evitar una "crisis diplomática" al reunirse en Barajas con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.

El encuentro de Ábalos y Rodríguez en el aeropuerto de Madrid ha centrado la primera sesión de control al Gobierno con hasta seis preguntas de la oposición -una a Sánchez, tres a Ábalos, una al titular de Interior, Fernando García Marlaska, y otra más a la ministra de Política Territorial, Carolina Darias-.

Además, Ábalos se ha sometido a una interpelación del PP por un incidente que la oposición considera "ha lesionado gravemente la credibilidad de España" tanto en América Latina como en Europa al mostrarse como un "aliado de una dictadura", como ha expresado la portavoz parlamentarias del PP, Cayetana Álvarez de Toledo.

Si el paso de Delcy Rodríguez por Barajas supuso o no una vulneración de las sanciones impuestas por la UE a mandatarios del régimen de Nicolás Maduro, ha sido el eje del enfrentamiento parlamentario y la razón por la que la oposición ha pedido la dimisión del ministro, en ocasiones a gritos en el hemiciclo.

Así, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha exigido a Sánchez que asuma responsabilidades por el encuentro de Ábalos con la vicepresidenta de una "narcodictadura" e impedir su detención. "Esto es muy fácil (...). Si dio usted la orden, dimita; si la dio su vicepresidente, que es el delegado de Maduro, dimitan ambos; si el señor Ábalos actuó por libre. mejor que se vaya; si la orden se la dio Maduro a todos ustedes, se pueden ir todos juntos", ha reclamado.

Ha sido en su respuesta cuando Sánchez ha destacado el buen hacer de Ábalos y se ha referido a Guaidó como "líder de la oposición", en la línea de lo afirmado el pasado mes de enero por el secretario general de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.

Una alusión que ha sido inmediatamente criticada tanto por el presidente del PP, Pablo Casado, como por la portavoz pàrlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, que ha exigido al presidente una rectificación pública. "Ha dejado de reconocerle como presidente encargado", ha destacado la portavoz popular, para quien llamarle así y no presidente interino o presidente encargado es "asumir en sede parlamentaria el lenguaje de (Pablo) Iglesias, (José Luis Rodríguez) Zapatero o del chavismo".

A su juicio, no reconocer la posición de Guaidó como presidente encargado supone "una involución democrática, deletérea y desoladora" para los españoles y para los venezolanos. Le ha contestado el ministro Ábalos, que ha dejado claro que "el Gobierno continúa reconociendo y respaldando al presidente encargado Guaidó, al que recibió la ministra -de Asuntos Exteriores- hace escasos días".

El ministro también ha subrayado que la posición del Gobierno es de apoyo a una negociación entre venezolanos y la convocatoria de elecciones y que con ese fin está dispuesto a desplegar "todos los esfuerzos".

En defensa del ministro de Transportes ha salido el presidente del Gobierno, quien ha asegurado que Ábalos "hizo su deber" al evitar una crisis diplomática y ha defendido las relaciones de su Gobierno con Guaidó.

"Bandería"

Prueba de esas buenas relaciones, ha dicho Sánchez, es que el propio Guaidó ha reconocido que tiene las "mejores relaciones con España" y que va a "seguir insistiendo en trabajar con todos". "Está bastante clara la posición del líder de la oposición en Venezuela", ha concluido el presidente tras acusar al líder de Vox de "usar" Venezuela y España para hacer "ruido", que es "lo único que saben hacer".

Parecido argumento ha utilizado Ábalos, quien ha reprochado al PP su deslealtad con España y con los venezolanos al "hacer bandería" de un asunto diplomático "tan complejo" como es mantener el equilibrio entre apoyar a Guaidó y no romper relaciones con Maduro para no perjudicar a los más de 150.000 españoles que viven en Venezuela y los más de 320.000 venezolanos que residen en España.

"No me podía imaginar tanta deslealtad", ha subrayado Ábalos, quien ha acusado al PP de "poner en cuestión la credibilidad" de España a nivel internacional y enfrentarla a los Estados Unidos y la UE con sus acusaciones.

También el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha debido responder a una cuestión sobre este asunto para precisar que el Gobierno "no dio ninguna instrucción a la Policía" sobre cómo actuar durante el episodio en Barajas.

"La única instrucción que se da a la Policía es que cumpla la ley y, en este caso, se cumplió y no se permitió a (Delcy) Rodríguez la entrada en el espacio Schengen", ha subrayado Marlaska, para quien la oposición confunde prohibiciones de entrada con órdenes de detención internacional. "Para eso hay que estudiar un poquito más", le ha afeado el ministro.