Las autoridades marroquíes han informado durante la mañana de este viernes al Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil en Ceuta del hallazgo de los cadáveres de otros cuatro inmigrantes subsaharianos en aguas próximas al espigón fronterizo de la ciudad autónoma en su bahía sur, donde este jueves se localizaron otros nueve cuerpos sin vida de inmigrantes.

Según han informado fuentes de la Benemérita a Europa Press, la pleamar podría haber acercado los cadáveres casi 24 horas después de su muerte a la costa marroquí más cercana a territorio español.

El Instituto Armado mantiene en alerta un equipo de sus Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) por si las Fuerzas de Seguridad del país vecino reclamasen su apoya en las tareas de búsqueda y rescate de cadáveres.

El saldo provisional de fallecidos tras el intento de entrada en grupo de unos 250 subsaharianos registrado en la playa del Tarajal se eleva a 13 indocumentados, al menos uno de ellos mujer.

El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, destacó este jueves la inaudita "violencia" empleada por los subsaharianos para intentar acceder a la ciudad autónoma y reconoció el uso de material antidisturbios (pelotas de goma y munición de fogueo) pero "nunca sobre las personas" y solo "al aire y para asustar".

El Ministerio del Interior tiene desde hace años pendiente la ampliación del espigón fronterizo del Tarajal, que los inmigrantes pueden rodear a la carrera con marea baja. Hasta la fecha este proyecto no se ha acometido a la espera de disponibilidad presupuestaria.

La Guardia Civil niega haber utilizado armas de fuego contra inmigrantes

La Guardia Civil ha negado haber utilizado armas de fuego contra los más de 250 inmigrantes subsaharianos que intentaron asaltar ayer el paso fronterizo de Ceuta, aunque sí ha reconocido el empleo de material antidisturbios con carácter intimidatorio.

Fuentes de la 207 Comandancia del instituto armado han señalado a Efe que en ningún momento los agentes emplazados en el paso fronterizo utilizaron armas de fuego para contener a los subsaharianos, nueve de los cuales murieron ahogados.

En el primer enfrentamiento, ocurrido en las inmediaciones del puente del Biutz, los agentes utilizaron pelotas de goma, pero nunca lanzadas contra los inmigrantes, según las citadas fuentes.

Entre los agentes y los inmigrantes mediaba una valla de 6 metros de altura, lo que implica que no se pudieran lanzar pelotas directamente contra los subsaharianos.

Posteriormente en la frontera se realizaron disparos con balas de fogueo al aire, siempre con carácter disuasorio, debido a la gran cantidad de inmigrantes acumulada en el entorno de la frontera del Tarajal.