El portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, apuesta por "agotar todas las vías" para reformar la Cámara y reforzar su función territorial sin necesidad de cambiar la Constitución.

Barreiro admite que es necesario realizar "una segunda lectura" a la función de segunda lectura del Senado y, en ese sentido, propone que se requiera una mayoría más amplia en el Congreso para rectificar una decisión adoptada en esta Cámara, pero aclara que una medida así requeriría modificar la Constitución.

Por contra y según explicó esta semana en un encuentro con periodistas en el Senado, Barreiro aboga por una reforma del Senado que intensifique su función territorial y que no conlleve alteraciones en la Carta Magna.

Así, el portavoz del PP entiende que el carácter territorial de la cámara debería dar lugar a que los debates de marcado contenido autonómico o local o los de asuntos transferidos en su totalidad a las comunidades deberían circunscribirse al Senado, que sería así cámara de "primera lectura" en lugar del Congreso.

Ante las dificultades que entraña una reforma constitucional, Barreiro insiste en que "sin necesidad de cambios importantes" pueden modificarse las funciones actuales del Senado de forma que la Cámara cumpla en un mayor grado la función territorial que le otorga la Constitución.

En cualquier caso, Barreiro aboga por que sea en esta legislatura cuando se lleven a cabo las reformas que refuercen su función legislativa y permitan que el trabajo del Senado tenga una mayor visibilidad ante los ciudadanos.

Antolín Sanz, portavoz adjunto y secretario general del grupo Popular, remarca que el Senado ha cumplido siempre la misión que le encomienda la Constitución.

"Esta cámara ha sido útil, se han hecho cosas importantes y ha cumplido fielmente su misión constitucional", asegura Sanz quien hace hincapié en que en el Senado "hay gente muy preparada que hace brillantemente su trabajo"

Aunque aún no se ha confirmado si será así, ambos se muestran convencidos de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continuará sometiéndose esta legislatura al control del Senado en el pleno, siguiendo así una "buena costumbre" que inició su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.

Pese a que no tiene duda de que Rajoy acudirá a las sesiones de control, Barreiro no ha podido concretar cuándo tendrá lugar el primer pleno con asistencia del jefe del Ejecutivo.

Preguntado por el uso de las lenguas cooficiales en los plenos del Senado que fue aprobado en la anterior legislatura con el voto en contra y la crítica del PP, Barreiro ha recalcado que su grupo no planteará ahora una modificación del Reglamento que no es prioritaria y sobre la que su grupo se pronunciará "si se plantea" por parte de algún otro grupo.

Considera que, "con la que está cayendo" en la sociedad española por la crisis económica, los parlamentarios no darían una "buena imagen" si se centraran ahora en una polémica que, insiste, no es prioritaria.

Barreiro, que recuerda que su lengua materna es el gallego que aprendió antes que el castellano, no ve, sin embargo, el sentido de que los senadores hablen en castellano en los pasillos y en su lengua cooficial en el pleno.

Entiende además que la decisión de ampliar su uso en el Senado, adoptada en la pasada legislatura, no contribuyó a fomentar el uso de las lenguas cooficiales en España.