El Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, expresó ayer su "respeto, afecto y consideración" a la hasta ahora presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), Ana María Vidal Abarca, "por una vida dedicada a la defensa de las víctimas y a la unidad de las mismas". Peces-Barba hizo estas manifestaciones en un comunicado de prensa, "ante la noticia de la dimisión como presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo" de Ana María Vidal Abarca, quien anteayer anunció la renuncia a su cargo por su "desacuerdo con el rumbo que ha tomado esta entidad" y por "las fricciones y la desunión" entre sus miembros que, estimó, "posiblemente se han politizado demasiado". El Alto Comisionado quiso "rendir homenaje" a Vidal Abarca por "su lealtad, su dedicación y su honestidad sin tacha". Al explicar los motivos de su dimisión, Vidal Abarca mencionó "razones personales graves" y las actitudes adoptadas en la fundación en relación con el Pacto Antiterrorista que, en su opinión, "es un instrumento muy importante".

La ex presidenta de la Fundación reconoció también que Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, ha sido un "detonante" en su decisión por razones que declinó precisar, aunque observó al hablar de él: "sí que tiene que ver con mi decisión. Me he sentido injustamente muy maltratada".