Un grupo de asaltantes robó en la madrugada de ayer en el ermita de Nuestra Señora de la Salud de El Secano de la pedanía de El Raal y se llevaron la corona de la Virgen, sus joyas, así como un cáliz y dos copones, el equipo de megafonía y las formas consagradas que había en el sagrario.

Los hechos sucedieron sobre la una y media de la madrugada. Minutos antes, un vecino de la zona vio a tres jóvenes merodeando por las inmediaciones del templo y que iban bebiendo botes de cerveza. En la mañana de ayer, los responsables del templo encontraron la puerta abierta, varios botes de cerveza vacíos en los asientos de los feligreses y a la Virgen tirada en el suelo.

Rápidamente, llamaron a la Guardia Civil y empezaron a hacer balance de lo que se había llevado los cacos, sin tocar nada para favorecer el trabajo de los investigadores de la Benemérita que al parecer hallaron huellas que podrían pertenecer a los asaltantes.

El padre Pascual, que lleva poco tiempo como titular de la ermita, estaba en la mañana de ayer muy desconsolado por lo ocurrido y por si el sábado podría oficiar la misa prevista. Según relató a LA OPINIÓN, los ladrones debieron entrar de madrugada. Saltaron la valla de acceso al templo y forzaron la puerta principal, que al parecer no cerraba bien y que de un empujón se podía abrir. Posteriormente, se tomaron su tiempo para registrar todas las dependencias de Nuestra Señora de la Salud y llevarse todo aquello que consideraban valioso.

Además, ocasionaron numerosos daños en el interior del templo que ha sido recientemente restaurado. "Incluso las puertas que no estaban cerradas con llave, las rompieron a patadas", indicaba el padre Pascual.

La talla de la Virgen de la Salud la bajaron de sus pedestal y la dejaron tirada en el suelo, llevándose todas las joyas que tenía, así como su valiosa corona.

Además, los cacos también robaron un cáliz y dos copones dorados, así como parte del equipo de megafonía del templo (de reciente adquisición) y las formas consagradas que se encontraban guardadas en el sagrario del templo.

"Las pérdidas económica han sido muy cuantiosas, pero las morales son aún mayores", iniciaba el padre Pascual en la puerta del templo a la espera de la llegada de los agentes de la Policía Judicial de Guardia Civil encargados de la investigación.

Otra pareja de agentes daba vueltas por las inmediaciones de la ermita para tratar de encontrar evidencias de los ladrones o por si habían tirado parte de su botín en la huida.

Se sospecha que los ladrones puedan ser delincuentes comunes que podría estar asentados en la zona. Además se piensa que no son muy profesionales porque, si por algo se caracterizaron, es por dejar numerosas evidencias inculpatorias de su paso por el templo.

La Guardia Civil trabajaba intensamente en la tarde de ayer para tratar de localizar a los ladrones y recuperar todos los objetos sustraídos del templo en la madrugada de ayer.