Agentes del Servicio de Atención a la Familia del Cuerpo Nacional de Policía de Murcia han detenido y puesto a disposición judicial a un hombre identificado como A.G.I., de 29 años, como presunto autor de abusos y agresiones sexuales a una niña de 12 años.

Según informaron fuentes policiales, el detenido, que ingresó en prisión, aprovechaba la confianza que tenía con los progenitores de la niña para llevársela a su casa y agredirla sexualmente.

La Policía Nacional informó de que los padres de la menor venían observando un cambio de carácter y comportamiento de su hija, a la que notaban deprimida y parecía como si tratase de ocultar algo.

Tras muchas conversaciones con la niña, en las que su hija se negaba a contar lo que le había pasado y evitaba hablar sobre su estado de ánimo, lograron que la cría les dijese que su vecino y amigo de la familia había abusado de ella.

La menor les confesó a sus padres que sufría abusos sexuales (tocamientos y besos) por parte del detenido y que "en dos ocasiones la había hecho objeto de agresión sexual", según informó el Cuerpo Nacional de Policía.

Ante la declaración de la niña, sus padres se dirigieron rápidamente a la Policía Nacional para interponer la correspondiente denuncia, haciéndose cargo del caso los investigadores del Servicio de Atención a la Familia. El testimonio de la niña dejaba poco márgenes a la duda sobre quién había sido el agresor y sobre los abusos a los que había sido sometido.

Además, los agentes de la Policía Nacional intervinieron el teléfono móvil de la niña, en el que existían varios mensajes de texto que le había enviado el detenido, en los que hacía referencia a los agresiones sexuales y trataba de convencer a la niña de que no se lo dijese a nadie, además de proponerle nuevas relaciones.

Con todas estas pruebas, se procedió a la detención de A.G.I., vecino y amigo de los padres de la niña, que ingresó en prisión tras declarase ante el juez de guardia de Murcia.