Urbanismo

Más de 500 viviendas en tres pedanías de Murcia cierran el cinturón norte

La culminación de la avenida Marina Española es inminente y las grúas trabajan a pleno rendimiento a lo largo y ancho de Miguel Induráin, Reino de Murcia, Juan Carlos I y Juan de Borbón

Los desarrollos en Churra, Santiago y Zaraíche o Zarandona están cambiando el perfil de estas pedanías.

Los desarrollos en Churra, Santiago y Zaraíche o Zarandona están cambiando el perfil de estas pedanías. / L.O.

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

El empuje del sector inmobiliario en Murcia se deja notar en las cuatro esquinas del municipio. Tras el parón provocado por la pandemia, las promotoras han cogido ritmo y las grúas vuelven a tomar las principales zonas de expansión. Si, tal y como ya informó La Opinión, el bulevar peatonal de Conexión Sur o el desbloqueo del Parque Metropolitano Oeste había animado el interés urbanísticos en la zona sur , con más de 300 viviendas proyectadas en los últimos meses, la zona norte (hasta la rotonda de los Cubos) no se queda atrás y ya están concedidas las licencias para construir más de 500 viviendas, por no hablar de los proyectos de La Alberca o El Palmar, por lo que el año 2024 va camino de repetir cifras parecidas a las del año pasado donde se contabilizaron más de 1.400 viviendas nuevas.

Sobre todo, se detecta mucha actividad en la zona de Zarandona, entre la avenida Miguel Induráin, Juan Carlos I y Juan de Borbón, donde destaca la inminente culminación de la avenida Marina Española, que dará servicio a muchas de las edificaciones que se están construyendo allí. Una de ellas es la futura zona residencial ‘uP Elcano’, que lidera la promotora upProyect, que está desarrollando en La Flota dos bloques de cinco plantas, con 62 viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios, además de áticos, en una superficie edificable de 6.400 metros cuadrados. Desde la promotora informan que La Flota se ha consolidado como uno de los barrios en expansión de Murcia, y parte de ello responde a la transformación que ha sufrido los últimos años gracias a la conexión entre Marina Española y Reino de Murcia, lo que supondrá, según la mercantil, «una mejora significativa en la accesibilidad y la circulación».

Otras promociones muy llamativas son los que están desarrollando en la zona de Santiago y Zaraíche y en la carretera de Churra, actualmente cortada por obras. En esa zona ya despuntan varios edificios con de ocho y nueve plantas de altura, que van a cambiar la fisonomía de estas pedanías y distritos, hasta casi fusionarse como una prolongación de la ciudad. Allí también está prevista la urbanización y construcción de la ciudad deportiva del Real Murcia en la pedanía de Churra, entre las avenidas Juan de Borbón y Reino de Murcia, en una superficie total de 100.000 metros cuadrados. Y por si fuera poco, detrás, está en trámite un gran proyecto de Metrovacesa, en terrenos donde se acaba de aprobar la reparcelación.

También hay promociones muy activas en el corazón de Cabezo de Torres, en la parcela que ha servido años atrás como recinto festero. Esta promoción, encabezada por el Banco Santander, todavía tiene pendiente presentar su proyecto al Consistorio murciano. En esos cerca de 47.000 metros cuadrados se levantaran edificios de altura media, unas cuatro plantas de altura, que alojarán cerca de 250 viviendas, según calculan algunas inmobiliarias de la zona.

A todo lo anterior hay que sumar los desarrollos en nueva Condomina, donde se están llevando a cabo actuaciones de reurbanización.

La transformación del suelo

Con respecto a las advertencias que estos días se han lanzado desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (Aprirm), que advierten de la falta de suelo y de infraestructuras de saneamiento y de recogida de pluviales en los nuevos planes parciales, el edil de Planificación Urbanística, Antonio Navarro, entiende las demandas, pero recuerda que la transformación del suelo «no es nada sencilla». Entre cosas, destaca que hay que incorporar todos los servicios urbanísticos: luz, agua, viales, poner de acuerdo a muchísimos propietarios; es en definitiva, un proceso muy complejo y siempre lo va a ser».