Aniversario

La Asociación de Vecinos de La Alberca cumple medio siglo de reivindicaciones

El Auditorio Municipal de la pedanía murciana acogió este sábado el acto conmemorativo de la efeméride con música, poesía y el recuerdo de tiempos pasados, de cuando se fundó la entidad en 1974 para reclamar servicios esenciales

La aprobación del Plan de Movilidad, la finalización de los accesos al instituto, la peatonalización de la calle Mayor o el deslinde integral de los 22 kilómetros de la Cañada Real de Torreagüera son algunos de sus objetivos actuales

Gala del quincuagésimo aniversario de la Asociación de Vecinos de La Alberca, ayer.

Gala del quincuagésimo aniversario de la Asociación de Vecinos de La Alberca, ayer. / AVLA

Bodas de oro al esfuerzo reivindicativo. La Asociación de Vecinos de La Alberca (AVLA) celebró este sábado su puesta de largo por sus cincuenta años de historia en las dependencias del Auditorio Municipal de la pedanía murciana. Música, poesía y el recuerdo de tiempos pasados impregnaron el acto y conmovieron a los tres centenares de personas que se dieron cita en el recinto, que quedó pequeño para la ocasión.

Además de escuchar los versos de la promesa local Julia Espinel, y disfrutar de actuaciones a cargo del Conservatorio de Danza de Murcia y de la Coral Musicalberca, el momento de mayor intensidad se produjo cuando se proyectó un audiovisual que, mediante fotografías antiguas, narró la trayectoria de la organización desde su fundación en 1974 hasta nuestros días. Cinco décadas de lucha vecinal que han conseguido algunos hitos de los que ahora gozan los residentes de este núcleo, que cuenta en la actualidad con más de 13.000 habitantes y está situado al sur de la capital del Segura, en la falda de la sierra de El Valle.

Actuación este sábado de la Coral Musicalberca, en el acto del aniversario de la entidad vecinal.

Actuación este sábado de la Coral Musicalberca, en el aniversario de la Asociación. / AVLA

En concreto, tal como rememora Valentina González, vocal de AVLA, hace medio siglo una treintena de vecinos, cansados de que los servicios esenciales no llegaran a La Alberca, se movilizaron y constituyeron la Asociación en los estertores de la dictadura. Sus peticiones, las esenciales para un asentamiento que gradualmente iba sumando población: calles asfaltadas, servicio de autobuses, consultorio, colegio, biblioteca... Unos equipamientos que lograron. Pero, aunque no se detuvieron ahí, "no se consiguió todo de golpe", remarca el actual presidente, Enrique Fuster, que pone de ejemplo la biblioteca, que no se abrió "hasta los noventa" del pasado siglo.

Hoy, una de las líneas reivindicativas más destacadas de la AVLA es aquella relativa al tránsito de vehículos y personas. Aún esperan respuesta a las súplicas de peatonalización de la calle Mayor, usada por los conductores "como atajo para acceder a la autovía", señala Fuster. Asimismo, al Plan de Movilidad, cuya propuesta fue presentada al Ayuntamiento de Murcia "hace unos 15 años" y que incluyó manifestaciones en el Charco de Santo Ángel para pedir mejoras en el transporte colectivo. O a la conversión del tercer carril del vial de la Costera Sur en uno para bicicletas, ya que ahora bicicletas y transeúntes deben compartir espacio. "No es descabellado, porque es lo que hicieron en el vial de la Costera Norte", recalca el responsable de AVLA.

Otras reclamaciones históricas son la finalización de los accesos al instituto, algo que contemplaron los Presupuestos Participativos y que el actual Gobierno municipal "parece que no hará", expresa Fuster; o el deslinde integral de los 22 kilómetros de la Cañada Real de Torreagüera por parte de la Consejería para la creación de una vía verde. "En 2015 se deslindaron 1,5 kilómetros de este camino público que bordea el Parque Regional Carrascoy y El Valle, y que está cortado en distintos tramos por fincas privadas".

"Vida de pueblo, servicios de la capital"

El tiempo ha transcurrido desde los primeros pasos de la AVLA, cuando algunos de sus miembros y actividades estaban vigilados de cerca por las autoridades franquistas, rememora González, quien comenzó a colaborar con la entidad cuando se fundó. "¡Había que pedir permiso para todo!", expresa a La Opinión. Por entonces, ella contaba con 17 años, y al carecer de sede la Asociación, el sacerdote de La Alberca puso a su disposición locales parroquiales para las reuniones.

Encierro en el Instituto de Previsión de Murcia para pedir un consultorio médico, en 1977.

Encierro en el Instituto de Previsión de Murcia para pedir un consultorio médico, en 1977. / AVLA

"Ahora, La Alberca ha crecido hacia la zona de El Palmar", dice González, pues dada la cercanía del centro de Murcia, que está a unos cinco kilómetros, "viene mucha gente a residir aquí, porque encuentran vida de pueblo con los servicios de la capital".

Con doscientos socios, y presente en diversos órganos de participación, la AVLA tiene en la actualidad un grupo de voluntariado ambiental dedicado a plantar vegetación, arreglar senderos de los espacios protegidos próximos y luchar contra la 'basuraleza' en un proyecto nacional de Ecoembres y SEO Birdlife. En cuanto a su sección cultural, organiza presentaciones de libros, recitales, charlas, debates y a veces galas flamencas, cines de verano y conciertos de cuerda. También programa visitas y excursiones para centros escolares y el público general.

Marcha en defensa de la Cañada Real de Torreagüera, 2005.

Marcha en defensa de la Cañada Real de Torreagüera, 2005. / AVLA

Como parte de la efeméride, subraya Fuster, el pasado 25 de abril se celebró un encuentro junto a otras entidades murcianas. En el mismo, los temas de mayor calado fueron la coordinación entre asociaciones para aumentar su peso reivindicativo ante la Administración y, sobre todo, la continuidad del movimiento ciudadano y la incorporación de la juventud. "Sin los vecinos todo esto carece de sentido, necesitamos que se impliquen para que la AVLA siga viva", concluye Fuster.