Las tapas de Chicote, Lucía Freitas y Susi Díaz conquistan Murcia como antesala de los soles de la Guía Repsol

Los soles de la Guía Repsol también iluminan la capital del Segura. Y es que, con la ceremonia de entrega de dichos galardones a los mejores restaurantes del país mañana en Cartagena, la Región vive una auténtica fiebre por la alta cocina. A las actividades gastronómicas desarrolladas durante todo el fin de semana en la ciudad portuaria se le une la presencia de los chefs Alberto Chicote, Lucía Freitas y Susi Díaz en tres locales de Murcia, donde este domingo a mediodía se han encargado de preparar tapas de autor que degustaron unos clientes que no salían de su asombro por ver a auténticas personalidades culinarias tras la barra.

Como los del Café Bar Verónicas. Algunos hicieron hasta 45 minutos de cola a sabiendas de que el propietario del Omeraki y artífice de los programas Pesadilla en la cocina, ¿Te lo vas a comer? o Batalla de restaurantes asimismo lo fuera de sus patatas bravas; los del Bar Gran Rhin y la ensaladilla servida por la compostelana al frente de los fogones de A Tafona; y los del Restaurante Hispano, que han podido saborear los 'matrimonios' elaborados por la dueña del legendario La Finca, de Elche. 

"Mezclamos las patatas que hace Samuel Ruiz y una salsita brava madrileña, por lo que hemos querido hacer una cosa entre medias suya y mía, muy de bar y un clásico", ha explicado Chicote, quien ha querido recalcar que en la Región "se come muy bien", confesando que su plato favorito es el caldero "con receta tradicional".

Por su parte Freitas, junto al chef del Gran Rhin, José María Vera, ha señalado que la ensaladilla que se encontraba realizando a base de patata, huevo, zanahoria y atún salvaje marinado con sal y unas flores silvestres de ajo al estilo de Lume —su barra gastronómica— contenía "mucho producto" de Galicia y Murcia, el cual ha definido como "espectacular".

Y Díaz, con el fin de respetar la tradición del Hispano y el buen hacer de su cocinero, Nacho Abellán, ha fusionado sus dos tapas favoritas: la 'gilda' y 'el matrimonio'. "Al final la gilda lo único que ha venido es a incordiar al matrimonio", ha expresado, para lo cual ha empleado "aceituna, mostaza y entre la anchoa y el boquerón crema y pimiento para finalizar con tápenas", y ha rememorado cuando venía con su abuela a Murcia para recoger estar últimas.

Ambas cocineras pueden presumir de tener dos soles de la Guía Repsol y una estrella Michelin. En el caso de la ilicitana, su restaurante estuvo a punto de acoger una cena para los líderes europeos reunidos en la Cumbre Euromediterránea de Alicante en septiembre de 2023, pero el positivo en coronavirus del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, truncó el acontecimiento.

En cuanto al Verónica y el Gran Rhin cuentan en su haber con un Solete Guía Repsol. Y el Hispano con una recomendación de la citada publicación que comenzó a editar Campsa en 1979, cuando sin tecnología en el bolsillo echarse a la carretera aún tenía algo de aventura para la cual se necesitaban mapas y guías en papel con la situación y las reseñas de las atracciones turísticas y de los establecimientos hosteleros más eminentes. En 2018, el libro de rutas y su cartografía asociada dio el salto al digital, año en el que se iniciaron los soles.

La directora de la Guía Repsol, María Ritter, ha explicado a La Opinión que casi sesenta expertos de todas las edades recorren España durante todo el año para hallar lugares "donde la gente disfrute de la experiencia gastronómica", con un método de calificación "transparente y trazable" elaborado con el Basque Culinary Center. Versados en la cultura gastronómica de los territorios que inspeccionan, pues son oriundos de la zona, se encargan de poner nota no solo a los platos y la bodega, sino a la música, la decoración "o incluso hasta el baño". La suma de todos los factores resultan en los codiciados soles.

"La Guía Repsol cuenta con la confianza de la comunidad gastronómica", ha manifestado, subrayando el poder prescriptor de la misma y su "ayuda a poner en valor la cocina de España" al ser, ha aseverado, la única especializada en nuestro país, hecha por locales sobre el terreno.

Una ciudad volcada con la cita

Cartagena será este lunes la capital culinaria de España con la gala de los soles Guía Repsol 2024. Unas 700 personas —entre ellas más de 350 chefs de reconocido prestigio, 40 con tres soles como Quique Dacosta, Jordi Cruz, Martín Berasategui o Pedro Subijana— acudirán al evento, que arrancará a las 20.00 horas en el auditorio El Batel y se emitirá por ‘streaming’. David López, de Local de Ensayo, será el responsable del menú 100% vegetal, un hito en un evento gastronómico de estas características, ha asegurado Ritter, y que en la actualidad es tendencia y a la vez sirve para homenajear y reivindicar los productos de la huerta regional.

Nada menos que un centenar de establecimientos hosteleros repartidos por toda la geografía española aspiran a revalidar u obtener un Sol, un Solete o una Recomendación de la Guía Repsol 2024. En estos momentos, la Región ocupa el puesto número 12 de 17 comunidades en cuanto a número total de soles. En concreto, existe un restaurante con tres —La Finca Buenavista de El Palmar—; un par con dos; y 19 con uno.

Para la ocasión, el Ayuntamiento y la organización, con el apoyo de la patronal Hostecar, que aglutina a un millar de empresas del gremio, diseñaron una programación que este sábado y domingo ha tenido en la explanada del puerto su epicentro con expositores, ponencias sobre alimentación saludable, talleres infantiles en torno al chocolate, ‘showcookings’ e incluso ronqueo de atún en directo.

Además, el casco antiguo luce engalanado con soles. Y restaurantes de la urbe trimilenaria distinguidos por la Guía Repsol ofrecen menús especiales con motivo de un acto que es la segunda vez que sale de San Sebastián, donde se venía celebrando hasta 2022. El año pasado la localidad anfitriona fue Alicante.

"En la fiesta de la gastronomía y de la comunidad gastronómica, no podíamos hacer un encuentro así sin que la gente tuviera la oportunidad de ver, probar, comer y charlar con los cocineros", ha concluido Ritter.