Patrimonio

Ampliarán la protección del entorno de la Torre del Molino del Batán

Cultura inicia un expediente para delimitar el espacio que se deberá proteger para garantizar la conservación de esta torre de vigilancia de época medieval islámica situada en el entorno de Zarandona

Ana García

Ana García

La huerta de Murcia está plagada de elementos de la época islámica que tienen un gran valor y que vienen a recordarnos nuestros orígenes. Uno de ellos es la Torre del Moro o Torre del Molino del Batán, situada en la pedanía de Zarandona, a muy pocos kilómetros de Puente Tocinos, Cabezo de Torres y Monteagudo. 

Los restos de esta construcción están catalogados con la figura de BIC (Bien de Interés Cultural), pero el entorno que los rodea no cuenta con una figura de protección que garantice su conservación y que los proteja de futuros daños.

Por ello, la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha iniciado un expediente para cambiar la declaración de BIC definiendo el entorno de protección que tiene la Torre del Molino del Batán. 

Desde Patrimonio Cultural explican que la torre, como construcción defensiva, ya gozaba de la consideración como BIC, «pero es ahora cuando comienza el procedimiento para definir y establecer el entorno de protección de dicho monumento con el fin de evitar la alteración de su espacio inmediato, de tal forma que puedan verse afectados los valores propios del bien, su contemplación o su estudio, tal y como establece la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia», para lo que se dispone de un plazo máximo de dos años.

Restos que se conservan en Zarandona de la Torre del Moro o Torre del Molino del Batán.

Restos que se conservan en Zarandona de la Torre del Moro o Torre del Molino del Batán. / JUAN CABALLERO

Se trata de una torre de vigilancia de la época medieval islámica, aunque sus características y su cercanía a la propia ciudad de Murcia y al arrabal de la Arrixaca, hace descartar que fuera usada como una torre-refugio de alquería, sino que se tratara de una torre real, usada más como elemento de prestigio de sus propietarios que de defensa propiamente dicha, apuntan los expertos.

Durante la realización de la Carta Arqueológica de Murcia, en 1986, se vio que la Torre del Moro aún conservaba una altura de dos pisos, con una terraza superior que parecía formar parte de un tercer piso, truncado, con una altura de unos 7 metros. Aunque tras sus usos iniciales fue habitada como casa solariega, probablemente abriendo en ella ventanas, balcones y puertas, con rejería del siglo XVII.

«Posteriormente se usó como almacén y después de su demolición como corral, garaje y zona de aperos de las viviendas contiguas, encontrándose hasta los últimos trabajos de recuperación semiocultos por la vegetación», tal y como indican desde Patrimonio Cultural.

Durante este periodo de reocupación de la torre se describen un pozo, tres silos asociados al muro este del monumento y un canal de agua excavado en la tierra que discurre de forma paralela al muro oriental hasta desembocar en la azarbe mayor del norte.

Seis habitaciones

El estudio de los restos también ha permitido conocer la compartimentación en habitaciones del interior de la torre, donde se llegan a contabilizar seis estancias de aproximadamente 9 metros cuadrados, en las que se evidencian posibles accesos. 

La torre y el molino del Batán, en la pedanía murciana de Zarandona

La torre y el molino del Batán, en la pedanía murciana de Zarandona / EFE

Con la torre islámica se liga desde fecha muy antigua el colindante edificio del Molino del Batán, que tuvo uso hasta fechas recientes. Éste es un molino de acequia de alto valor etnográfico y cultural, que por su historia y relación con la torre constituye una unidad como monumento con esta. Con el molino forma parte también del conjunto monumental la parte del antiguo cauce de la acequia, ya que está situado sobre el cauce del azarbe, se apoya en un zócalo de grandes sillares de piedra labrada y presenta un total de cuatro bocas para la entrada y salida del agua.

Sin embargo, su continuo deterioro le hizo entrar el pasado año 2022 en la Lista Roja del patrimonio de la Asociación Hispania Nostra.

Quedan en suspenso las licencias otorgadas

La delimitación propuesta para su protección integra en su totalidad la atalaya de origen medieval, el Molino del Batán y el puente sobre el antiguo camino, estableciendo un perímetro de protección que salvaguarda la perspectiva visual e histórica del monumento, su relación con el Camino Viejo de Monteagudo y el Azarbe Mayor del Norte. Por ello, la Dirección General de Patrimonio Cultural ha dado traslado al Ayuntamiento de Murcia de que todas las actuaciones que se vayan a realizar en el entorno del monumento «no podrán llevarse a cabo sin la autorización expresa de Patrimonio Cultural, quedando en suspenso las licencias ya otorgadas» y prohibiéndose otorgar nuevas licencias urbanísticas.