Entrevista

Joaquín Carmona: "Todos teníamos claro que 'Últimas voluntades' tenía que desarrollarse en la Región"

El proyecto llega este viernes a las salas de toda España para situar a Murcia en el panorama cinematográfico

Joaquín Carmona compaginó su amor por el cine con los estudios de Publicidad en la Universidad de Murcia.

Joaquín Carmona compaginó su amor por el cine con los estudios de Publicidad en la Universidad de Murcia. / Inma G. Pardo

Javier Vera

Javier Vera

Frente al «topicazo» de que el cine español no merece la pena, talento, esfuerzo y pasión. Cualidades que han llevado a Joaquín Carmona a afrontar con valentía el gran desafío de su vida: formar parte de una industria cinematrográfica en la que, a partir del próximo viernes y gracias al trabajo de este y tantos otros enamorados de su tierra, la Región de Murcia muestra todo lo que tiene por ofrecer, que no es poco.

El próximo viernes se estrena en cines Últimas voluntades, su gran proyecto hasta la fecha. ¿Qué se encontrarán los espectadores?

Van a encontrarse un drama en tono de thriller en el que Coque (Fernando Tejero) recién sale de la cárcel con el objetivo de recuperar el cariño de su hijo al que abandonó cuando era un bebé por circunstancias de la vida. Se trata de una película que ahonda en temas universales como el amor paternal, las segundas oportunidades o la marginalidad, con personajes construidos en un tono realista y que esperamos que le llegue al público al corazón, y que consiga emocionarles y hacerles pasar un buen mal rato ya que, aunque la película es bastante dura, deja un mensaje de esperanza.

Un proyecto al que le ha dedicado los últimos ocho años de su vida. ¿Ha tenido que sacrificar muchas cosas en este tiempo?

Sí, muchas. Cuando arrancas un proyecto así, lo haces cargado de ilusiones y de paciencia, pero al final es siempre mucho más duro de lo que uno imagina… ocho años dan para mucho, y al final estás dedicando tiempo y recursos a algo que no te está reportando beneficios, y dejando de hacer otras cosas para algo que no deja de ser una incógnita, ya que hasta bien avanzada la fase de financiación, la posibilidad de no terminar consiguiéndolo era muy real. Pero aquí estamos, a escasos días de estrenarla en los cines de toda España y con mucho orgullo y satisfacción de haber llegado hasta aquí. Y con ganas de que funcione y poder seguir haciendo cine, que es el fin último por el que hemos hecho esa inversión de tiempo y de sacrificio.

¿Por qué se «empeñaron» en desarrollar este proyecto en la Región de Murcia?

Porque somos murcianos, básicamente. Cuando yo vivía en Madrid reflexioné sobre lo que quería que fuese mi vida. Y me di cuenta de que yo quería vivir en mi tierra y que mis hijos se criasen aquí. Así que el reto era doble: conseguir el imposible de hacer películas y hacerlo en una de las regiones donde menos cine se producía. Junto con otros compañeros del sector, hicimos Cinemur y poco a poco fuimos dando pasos hasta conseguir lo que tenemos hoy, que es mucho.

Todos teníamos claro que este proyecto tenía que desarrollarse en la Región de Murcia. Había nacido aquí, los pesos pesados del proyecto somos de aquí… no tenía ningún sentido llevarnos el proyecto fuera. Necesitábamos el respaldo de las instituciones, de las empresas y de La 7, nuestra televisión autonómica y, poco a poco, fuimos consiguiendo todo hasta llegar a esta bonita meta que hoy disfrutamos: el estreno en cines el 30 de junio.

¿Y qué le puede ofrecer la Región de Murcia a la industria cinematográfica?

Absolutamente todo. Tenemos todo tipo de localizaciones para poder recrear cualquier ambiente. Un clima excepcional, más horas de luz que en ningún sitio y además la calidad de la luz es idónea para rodar cine. Contamos con profesionales preparados y con experiencia. Ahora también contamos con infraestructura para el desarrollo de la industria y con el apoyo de nuestras instituciones, que ven en el audiovisual un sector estratégico y muy en valor. Y la recién creada Film Commission Región de Murcia, que nos debe ayudar a potenciar rodajes. Muy feliz con todo lo que estamos construyendo entre todos.

Es licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Murcia, pero su vocación por la dirección le ha acompañado desde pequeño. ¿Cómo compaginó sus estudios universitarios con esa afición que años más tarde se ha convertido en su profesión?

De una manera muy natural. Yo estudié primero Periodismo, por una vocación de escribir desde que era pequeño, posteriormente hice Publicidad en la Universidad de Murcia, y finalmente me fui a Madrid a estudiar cine. Ya estudiando la carrera me interesaban las asignaturas que tenían relación con el cine. De hecho, mi Trabajo Fin de Carrera (TFC) lo hice analizando películas de Hitchcock, seguramente mi mayor referente.

Y me recuerdo desde niño con la cámara casera de mi padre juntando a mis amigos en mi casa y grabando cortometrajes, sin saber que lo que estaba haciendo era eso. Y es curioso que el único juguete que conservo de mi infancia es una cámara de juguete de Feber que guardo con muchísimo cariño y que tengo en mi estantería junto a la claqueta de Últimas voluntades. Me ilusiona la idea de que mi hijo, que está en camino, juegue con esa cámara también.

¿Qué recuerdos guarda de su etapa universitaria? ¿Sigue manteniendo relación con la UMU?

Excelentes recuerdos, la verdad. Coincidí con un grupo de gente con la que aún guardo contacto. Mucho cariño a todos, desde Raquel en Secretaría hasta profesores con los que fue un placer coincidir como César San Nicolás, José Gabriel Ferreras o Pedro Hellín, por poner tres ejemplos. Siempre sentí el apoyo de la institución y de la gente que está detrás. Para mí la UMU es familia.

El cine español es...

Uno de los mejores del mundo, muy reconocido fuera de nuestras fronteras y, poco a poco, también dentro. Es un cine muy meritorio que, con muchos menos medios, compite en calidad y en reconocimiento con industrias mucho más grandes y potentes.