Medio ambiente

Darse un baño en el río Segura requiere ampliar la capacidad de las depuradoras

No se han realizado muestreos en las playas fluviales que quiere habilitar el Ayuntamiento

Meandro del Vivillo, entre la avenida de Rincón de Seca y el carril de Ontines. | AYTO.MURCIA

Meandro del Vivillo, entre la avenida de Rincón de Seca y el carril de Ontines. | AYTO.MURCIA / a.lorente/alberto sánchez

En los últimos meses se ha hablado mucho de la creación de nuevas playas fluviales en el municipio de Murcia. El anterior equipo de Gobierno de José Antonio Serrano presentó un proyecto, financiado en parte con fondos europeos, para someter a los meandros del río Segura en la zona oeste a un proceso de «recuperación integral», que incluirá la ampliación y recuperación de los antiguos cauces, y la regeneración de las riberas. Estos trabajos que se acometerán permitirán la aparición de islas, rápidos y pozas naturales, y la habilitación de hasta cuatro playas fluviales en los meandros de Chico de Vivillo y Funes, en la rambla de la Ventosa y en el azarbón de Beniscornia.

Para el primero de ellos, el de Chico del Vivillo, ya se cuenta con una partida europea de 1,6 millones de euros y la Junta de Gobierno ya ha encargado a Urbamusa la asistencia técnica para la redacción de los proyectos y para los estudios geotécnicos. Ante lo avanzado de estos planes, que deberían culminar con el nuevo equipo de Gobierno de José Ballesta, cabe preguntarse si el agua en esas zonas donde se tiene previsto generar una playa fluvial es apta o no para el baño. Esta Redacción ha traslado esta pregunta a la Confederación Hidrográfica de Segura, a la Consejería de Salud y a Aguas de Murcia y ninguna de estas entidades ha sido capaz de responderla, ya que no se han realizado en esas zonas los análisis pertinentes.

Desde la CHS explican que los parámetros que intervienen en la evaluación de la calidad en relación al baño son microbiológicos: ‘Enterococos intestinales’ y ‘Escherichia coli’. «Dado que esos parámetros no intervienen en la evaluación del estado de las masas de agua que realiza la CHS, no se analizan. Por tanto, desconocemos la concentración de esos parámetros en esos puntos». La Confederación también advierte que debería hacerse una campaña de controles de esos parámetros «regularmente y durante un periodo amplio para poder sacar conclusiones sobre la evaluación».

Además, la entidad estatal señala que con carácter previo a la declaración de una zona de baño, «debe evaluarse cuidadosamente si va a ser posible cumplir los objetivos de calidad marcados por la normativa vigente, así como identificar los riesgos derivados de los vertidos de aguas residuales situados aguas arriba».

En este sentido, destaca que «es muy posible» que para alcanzar dichos objetivos sea necesario acometer inversiones adicionales de las EDAR urbanas para dotarlas de tratamientos de desinfección, los cuales deben cuantificarse y programarse en el tiempo, «pues no son inversiones sencillas que puedan acometerse rápidamente».

Por su parte, la Consejería de Salud, que también sostiene que esas zonas no han sido muestreadas, recuerda que la inclusión de una zona de baño en el censo oficial debe ser solicitada por el municipio correspondiente, «hecho que no se ha producido», señalan desde Salud, que recuerdan que también puede pedirlo el órgano ambiental competente, es decir, la Confederación Hidrográfica del Segura.

Aunque todas las administraciones tienen alguna competencia relacionada con la aptitud del baño en las playas fluviales, es la Consejería de Salud, a través del Servicio de Sanidad Ambiental, la que debe establecer en último término, con los datos disponibles y tras realizar una evaluación del riesgo, si el agua es apta para el baño y su posible inclusión en el censo oficial.

Si la playa fluvial estuviera censada, la normativa establece que debe realizarse un muestreo previo al inicio de la temporada y una serie de muestras repartidas a lo largo de la temporada de baño con un mínimo de 8, o 4 en casos especiales. Desde Salud también indican que si no estuviera incluida en el censo, pero se hubieran iniciado los trámites para darla de alta, deberían hacerse igualmente los muestreos «considerando la localización geográfica, la climatología y los usos y costumbres de la zona, debiendo desarrollarse durante toda la temporada de baño».

Aunque no se conoce el nivel de ‘Enterococos intestinales’ y ‘Escherichia coli’ en las áreas en las que se prevé crear las playas fluviales, en el último informe de Aguas de Murcia sobre la calidad del agua en el río Segura a su paso por Murcia, de mayo de este año, se indica que el agua es apta para el baño en los tres puntos en los que se han recogido las muestras: en la Contraparada, bajo el puente Manterola y bajo el puente de La Fica. No obstante, cabe recordar que en el informe del mes anterior el resultado fue ‘no apto’ por niveles excesivos de estos parámetros microbiológicos.

En el informe de Aguas de Murcia también se recuerda que en el río Segura «no hay ninguna zona declarada como agua de baño» y que esta es una «una labor que correspondería a la CHS». Sin embargo, este organismo asegura que es la Consejería la administración competente, mientras que esta última señala que antes debe solicitarlo el Ayuntamiento o la CHS.

Esta debate competencial se ha enquistado tanto que no existe ninguna zona interior en la Región en que haya sido declarada como zona de baño.

Nadie analiza la calidad del agua en estas zonas desde los años 90

Los controles sanitarios en las playas fluviales de la Región, tal y como ya informó La Opinión, dejaron de realizarse en la década de los 90 del siglo pasado. A pesar de que la cuenca del Segura y sus afluentes ofrecen multitud de zonas para refrescarse y escapar del calor y a ella acuden cientos de vecinos durante los meses de verano, la Consejería de Salud no hace estos controles que sí realiza en las 84 zonas de baño en la costa. La razón que esgrime es que estos controles los deben solicitar los ayuntamientos, algo que no viene reflejado en el real decreto de 2007 sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño. Cabe recordar que Ecologistas en Acción remitió a la Comisión Europea una carta para que obligue a la Comunidad a cumplir con las normas comunitarias y declare como zonas de baño todas las playas fluviales.