La adecuación de un local como sala multiusos ubicado sobre el consultorio médico de Era Alta formaba parte del último Plan de Inversiones en Pedanías que dejó el anterior alcalde de Murcia, José Ballesta, y tuvo su origen en una propuesta de la anterior junta municipal de Era Alta en Murcia. Tras su aprobación, el plazo de ejecución arrancó en diciembre de 2019; en una primera fase consistió en la demolición del interior, pero como tantos otros proyectos, fue paralizado cuando estalló la pandemia y el Gobierno central decretó el estado de emergencia.

Desde entonces este proyecto, que venía a solucionar la falta de espacios públicos en la zona para diversos colectivos y entidades, duerme el sueño de los justos debido a múltiples complicaciones que han desembocado en la resolución del contrato que estaba en vigor. Desde el Ayuntamiento de Murcia explican que las interferencias generadas durante la ejecución de las obras con la actividad sanitaria desarrollada en la planta baja (ruidos, vibraciones, ocupación de fachada) impidieron en su momento el desarrollo normal de los trabajos. Además, fuentes municipales indican que hubo «determinadas omisiones en las mediciones del proyecto indicado y que afectaban principalmente a parte de la estructura metálica, a las partidas de formación de la cubierta y a las máquinas exteriores de aire acondicionado»; todo esto motivó que se promoviera aún la resolución del contrato, algo que no se habría ejecutado definitivamente.

Los vecinos de la zona no entienden tanto retraso. «En el pueblo no tenemos un espacio para celebrar un acto con una capacidad mínima», lamenta el alcalde pedáneo de Era Alta, Ángel García, que explica que desde marzo de 2020 está requiriendo información al Ayuntamiento de Murcia. «No saben responderme, sólo me dicen que se ha resuelto el contrato con la empresa que inició los trabajos, porque surgieron inconvenientes en la planificación de los trabajos, defectos arquitectónicos que no se tuvieron en cuenta en un principio», señala el pedáneo de Era Alta, que no entiende por qué no ha recibido una respuesta en año y medio, «ni de la anterior Corporación, ni de la actual, sólo sé que tras compensar a la adjudicataria, el proyecto está cancelado».

«Lo que pasa con esta sala es solo un ejemplo más del abandono total que sufrimos en la Era Alta», sostiene García.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Murcia informan que el nuevo proyecto propondrá una distribución similar de los espacios y estancias, pero no han podido concretar una fecha para su licitación y ejecución: Se hará «tan pronto como se resuelva el actual contrato».

Más obras problemáticas

La de la Sala Multiusos no es la única obra que ha generado problemas y ha tenido que paralizarse en la pedanía de Era Alta. Tal y como informó el diario LA OPINIÓN, cerca de 30 alumnos del Colegio Público Santiago García Medel se vieron obligados a dar las clases a distancia por los contratiempos surgidos en los trabajos para desamiantar el techado de uno de los módulos de este centro. Esto provocó que los alumnos de 4º fueran reubicados, y los de 5º y 6º se tuvieran que quedar en casa durante semanas. Hace solo unos días pudieron finalizar las obras, y los alumnos han vuelto a su actividad normal.

Goteras en el consultorio médico

Cubos y cartones, una escena habitual cuando llueve. L. O.

La mayoría de los perjuicios que ha generado la paralización de las obras de la sala multiusos en la Era Alta los están sufriendo los profesionales sanitarios y los pacientes del consultorio médico situado en la planta baja. Allí, los trabajadores y los vecinos que acuden al centro sanitario ya están acostumbrados a las goteras y humedades que surgen en diversos puntos del falso techo cada vez que hay precipitaciones.

Las últimas lluvias en el municipio de Murcia obligaron, una vez más, a los trabajadores a colocar cartones y cubos en el vestíbulo y en la sala de espera.

Fuentes de este centro y pacientes no dudan en culpar de las goteras al parón de las obras del piso superior, y esperan que el Ayuntamiento de Murcia reactive los trabajos lo antes posible, no solo por la necesidad del tejido asociativo de la zona por disponer de un lugar de reunión, sino por las condiciones del consultorio.