El amplio despliegue policial en la barriada de Espinardo, tras avisar los vecinos de que había cientos de personas de celebración en la calle, daba sus frutos y las personas concentradas se dispersaban sin que la cosa fuese a más, informan fuentes policiales.

Algunos salieron, escoba en mano, a barrer la zona, tras la celebración y durante algunos momentos se vivieron escenas de tensión, con gritos a los agentes.

Agentes consultados por esta redacción explicaron que la idea es que, ante el amplio despligue policial, los infractores se vayan yendo, y recordaron que el Código Penal no ha sido modificado: no es delito reunirse, es una infracción a la normativa anticovid. De ahí que no se arreste a nadie. Se les puede proponer para sanción, en todo caso, y será la Consejería de Salud el organismo que decida si finalmente estas personas son multadas.

Los hechos tenían lugar en la plaza Solidaridad de la población murciana de Espinardo, donde cientos de personas se habrían dado cita para asistir a una boda, según afirmaron vecinos, mientras que otros sostenían que se trataba de una pedida de mano.

Testigos afirman que desde primera hora de la tarde empezaron a ver cómo llegaban personas vestidas con sus mejores galas, arremolinándose en la calle, por lo que se escandalizaron y avisaron a la Policía, ya que la reunión vulnera todas las normas establecidas para tratar de frenar los contagios de coronavirus, pandemia que ha segado la vida de más de mil personas solo en la Región.

Al lugar se movilizaron numerosos agentes de la Policía Nacional, que pasaron por la zona y, antes su presencia, los concentrados comenzaron a dispersarse.

«Esto es un foco de covid y nadie hace nada», se lamentaban residentes en la zona, la barriada de Espíritu Santo, tristemente conocida por las actuaciones que la Policía lleva ahí a cabo, en el marco de la lucha contra el tráfico de estupefacientes.

Vecinos indicaron que se trata de una ceremonia de la pareja en cuya pedida ya intervino la Policía a mediados del mes de enero. Entonces no se detuvo a nadie, solo se dispersó a las personas que permanecían en la vía pública, festejando. Al igual que ha pasado este sábado.

La Policía Local no quiere ir

Residentes en la zona aseguran que hay familias en la localidad que habitualmente se dedican «a hacer fiestas en la calle hasta las tantas de madrugada, con la música a todo trapo», así como que se trata de un «desastre de barrio» en el cual necesitan más presencia policial. «Pero no se asoma ni Dios por aquí», lamentan.

Se da la circunstancia de que, con los datos en la mano, es cierto que ningún agente de la Policía Local quiere trabajar en Espinardo, según una nota del sindicato de empleados públicos Sime, que afirma que hay diez vacantes generadas en la población, después de que cuatro municipales se marchasen a otro destino y se ofertasen seis plazas más.

En Espinardo, que tiene una población de más de 26.000 habitantes, se han detectado en los últimos 14 días un total de 220 casos positivos de covid, 1.356 desde que comenzó la pandemia, según los datos que maneja Salud.