«Reclamamos un derecho tan esencial como el de vivir seguros, sin robos y sin drogas», subrayaba José Mariano, uno de los vecinos que afirman vivir «atemorizados» por la situación en El Palmar, población de más de 23.000 habitantes donde, subrayan, de un tiempo a esta parte se han instalado «delincuentes» que hacen que su día a día sea más que complicado. Residentes en la pedanía murciana se manifestaban este jueves bajo el lema ´Por más seguridad en El Palmar, ¡ya basta!'

La protesta, que partió de un jardín de la localidad, llegó al casco urbano de Murcia y concluyó en La Glorieta, donde está emplazado el Ayuntamiento. Fue una manifestación en vehículos, una modalidad que se está adoptando en últimas concentraciones para tratar de evitar así más contagios de covid. Los convocantes se agrupan en la plataforma denominada #desdeel2demayoyonomecallo, etiqueta que emplean en Internet para dar visibilidad a sus problemas de seguridad.

Aseguran los vecinos que en varias zonas de la pedanía no solo no se respeta el toque de queda, sino que los amigos de lo ajeno hacen su agosto por las noches: es cuando se producen más robos dentro de vehículos aparcados y hasta en domicilios. Además, «se siguen okupando viviendas», precisan desde la plataforma. Aspiran a tener «más tranquilidad».

Quieren más presencia policial, aunque, como apuntaba un joven vecino, sugieren a los agentes que, cuando pasen con el coche patrulla, lo hagan «sin luces, porque los delincuentes lo controlan». En concreto, quieren al menos una patrulla de la Policía Nacional y otra de la Policía Local vigilando las calles.

Trapicheo y cuchillos

Trapicheo y cuchillos El pasado sábado por la noche, sin ir más lejos, una llamada al 112 ponía en alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: una joven afirmaba haber sido testigo de un secuestro en la calle Ópalo de la localidad de El Palmar. Había visto, aseguraba, cómo metían a la fuerza a un hombre en una furgoneta y se lo llevaban. El caso está ahora mismo en stand by, aunque los investigadores no descartan que detrás de lo sucedido haya un ajuste de cuentas por temas de compra y venta de droga.

Hace apenas unos días, asimismo, la Policía Nacional capturaba en El Palmar a un individuo que llevaba encima un total de 56 dosis de cocaína y de heroína, listas para su venta. El mes pasado, otro sujeto era capturado, también en El Palmar, por amenazar con dos grandes cuchillos a agentes de la Policía. Y el mes anterior, sin ir más lejos, caía un hombre por asaltar dos veces una iglesia de la localidad y robar enseres de su interior. Días antes caía, en la misma pedanía, una mujer que intentó atracar una tienda, con un cuchillo y la cara pintada de negro.