El juzgado de guardia de Murcia ha puesto en libertad a dos hermanos vecinos del Polígono de la Paz de Murcia que fueron detenidos la pasada madrugada por incumplir la orden de confinamiento derivada del estado de alarma por el coronavirus y formar parte de un grupo de personas que se enfrentó a los policías locales, que tuvieron que pedir refuerzos.

El juzgado los ha puesto en libertad, aunque seguirán con la condición de investigados, sin que se hayan dictado contra los mismos personaciones periódicas dadas las circunstancias derivadas de la lucha contra el covid-19.

Los incidentes se produjeron en la calle Río Tajo del Polígono de la Paz de Murcia, cuando una patrulla de la Policía Local observó la presencia de cuatro personas en la puerta de un edificio que incumplían el confinamiento y que al observar la presencia de los agentes se introdujeron en un vehículo.

Los policías locales se acercaron a ellos para que se identificaran, pero, según se recoge en el atestado, les contestaron que no llevaba encima documentación alguna, ya que, como estaban en su barrio, no lo necesitaban.

Además, manifestaron que conocían lo relacionado con el estado de alarma, pero que se encontraban participando de una fiesta en casa de unos familiares y que iban a regresar a la misma para continuar con ella.

Cuando los agentes insistieron en que se identificaran, salieron otras personas de un grupo de alrededor de treinta, que, presuntamente, trataron de dificultar la actuación policial, por lo que fue preciso recabar la colaboración de otros compañeros, que en número de ocho se desplazaron a la zona.

Con ese apoyo se logró finalmente identificar a los cuatro que inicialmente se encontraban en la puerta de la vivienda, y de los cuales se detuvo a una mujer, N.M., y a su hermano L.M., por resistencia e incitar, presuntamente, a los demás del grupo a impedir la actuación de los policías locales.

Las fuentes han añadido que una vez ambos en un coche oficial, la dotación tuvo que salir de forma apresurada con ellos ante la actitud hostil de los demás integrantes del grupo, que habrían golpeado y escupido los vehículos policiales.

Trasladados a la Comisaría del Carmen, ambos se acogieron a su derecho a no declarar, para añadir que lo harían ante la autoridad judicial.