Un informe del Servicio de Intervención del Ayuntamiento de Murcia da un importante tirón de orejas al Gobierno local por el Presupuesto de 2019 (aprobado de forma inicial en el Pleno del pasado 26 de septiembre), y le pide que revise la forma en la que confecciona sus cuentas al considerar que son irreales y no se pueden ejecutar.

El texto, al que ha tenido acceso LA OPINIÓN, recuerda a los responsables municipales que dadas las fechas en las que entraría en vigor el Presupuesto de 2019 y ante la necesidad de que se autoricen las operaciones de crédito que financian parte de las inversiones, sólamente se podría ejecutar a final de 2019 «un porcentaje exiguo» de las inversiones consignadas. Por lo que la falta de ejecución de estos proyectos «pasará a engrosar el ingente volumen de remanentes que arrastra» el Ayuntamiento, con la obligación de incorporarlo, autorizarlo y ejecutarlo en ejercicios futuros.

La Intervención municipal recuerda a los responsables políticos que a final de 2018 tenían proyectos pendientes de ejecutar por un valor de 117,9 millones de euros y que corresponden a ejercicios anteriores. En este caso, califica de «insólito» que se dote con más de 37 millones de euros el capítulo de nuevas inversiones «a estas alturas de 2019» y avisa de que al no poder ejecutarse dentro de este año «a final de 2019 nos podríamos situar en una cifra superior a los 140 millones, circunstancia de la que debe ser consciente la Corporación a los efectos pertinentes».

Ante estas cifras, que ponen de relieve que el Ayuntamiento de Murcia presenta y presupuesta proyectos que no se llegan a ejecutar o que tardan varios años en ser una realidad, el servicio de Intervención aconseja al Consistorio que «revise esta forma de confeccionar y ejecutar el Presupuesto» en el marco de la actual normativa de estabilidad presupuestaria y haga planteamientos plurianuales.

En el informe, el órgano de fiscalización va un paso más allá y apunta a que «las cuantías incluidas en los créditos iniciales del Presupuesto debieran ser coherentes con las que vayan a ser efectivamente ejecutadas en el propio ejercicio presupuestario». Por lo que «se apela a la prudencia y control en la ejecución del gasto», un aviso que hacen al Gobierno local «cada ejercicio con mayor intensidad» desde la Intervención General Municipal.

Esta falta de ejecución de algunos proyectos hace que año tras año aparezcan en las cuentas municipales inversiones repetidas, proyectos que no se han podido ejecutar en un ejercicio y se vuelvan a anunciar en el siguiente.

Objetivos de estabilidad

En el texto se señala que estas recomendaciones tienen como objetivo evitar desajustes que introduzcan riesgos de incumplimiento de los objetivos de estabilidad y regla de gasto, tanto en el ejercicio corriente como en futuros ejercicios, además de generar tensiones en la tesorería municipal.

Desde la oposición, el Grupo Municipal Socialista considera que «el informe de la Intervención es demoledor, porque evidencia que la gestión que hace el Ayuntamiento de Murcia no es eficaz, ya que prometen año tras año inversiones que no se ejecutan, y eso va haciendo una gran bola». La concejala Carmen Fructuoso afirma que «esto es alarmante que lo diga por escrito la Intervención, pero desde el PSOE lo hemos denunciando constantemente» y añade que «este informe nos da la razón, aunque lo grave es constatar que el PP miente con los presupuestos y que este año no se va a cumplir casi nada de lo que se consigna».

Martínez-Oliva: "Tenemos cuellos de botella que hay que solucionar"

El concejal responsable de Gestión Económica, Eduardo Martínez-Oliva, explica respecto al informe de la Intervención que este órgano «todos los años nos apunta algunas cosas sobre la elaboración del presupuesto», pero «estamos intentando ejecutar el remanente de tesorería que hay de proyectos sin ejecutar» y considera que esta situación es consecuencia de que el Presupuesto se apruebe tarde. Preguntado por los 117 millones que hay pendientes de proyectos de años anteriores reconoce que «esta cifra se ha incrementado en los últimos años, pero lo estamos reorganizando».

Martínez-Oliva confirma que «existen cuellos de botella que hay que solucionar y que hacen que la tramitación, adjudicación y ejecución de los proyectos se dilate».