El cauce del Segura aún conserva construcciones centenarias, molinos que fueron reconstruidos en el siglo XVIII y que estuvieron en funcionamiento hasta la pasada década de los 60. Dos de ellos son los molinos de los Álamos y el de San Francisco, en la margen derecha e izquierda del cauce del río a su paso por la ciudad, obras de ingeniería que la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma se ha propuesto proteger y para lo que ha iniciado un expediente con el que dotarlos de la calificación de Bien Catalogado «por su relevancia cultural».

El expediente incluye tanto los molinos de los Álamos y San Francisco como el Azud del Río Segura, que serían los que ganarían este grado de protección. Debido al proyecto, la Dirección General de Bienes Culturales publicó ayer en el Borm el anuncio de la apertura del periodo de información pública por el que cualquier persona interesada puede consultar el expediente en los próximos 20 días en la Casa Díaz Cassou.

Bienes Culturales señala que a pesar de que se trata de construcciones que han perdido su integridad, tanto los molinos como el azud gozan de singularidad, autenticidad y valor tipológico, ya que en la ciudad de Murcia solo se conservan tres molinos ubicados en el río Segura, datados todos en el siglo XVIII. Así, la última actividad que se les conoce fue la de moler pimentón.

El conjunto ahora protegido consta de dos molinos, uno de cuatro piedras y el otro de tres, que se alimentan gracias al azud del Malecón, situado entre ambos. Además, se ubican en el cajero del río Segura, tras un gran meandro inmediatamente anterior al Puente Viejo.

Recuperado como mirador

Recuperado como miradorEl de San Francisco, también conocido como molino de Roque, se sitúa en la margen izquierda, mientras que el de los Álamos, llamado asimismo molino del Matadero por la fábrica que había junto a él, en la derecha. El informe técnico de Bienes Culturales señala que el primero de ellos fue rehabilitado como mirador sobre el río, mientras que «el de los Álamos continúa mostrando los arcos de medio punto y alguna piedra». Cultura recuerda que los aliviaderos del de los Álamos se cegaron y sólo se dejó uno en el de San Francisco.

Los técnicos detallan que ambos molinos fueron construidos con una firme obra de sillería que aún se conserva y existe la posibilidad de que el cárcavo de los molinos esté oculto bajo la planta del casal que aún se conserva. El servicio de Patrimonio Histórico también insiste en que «los molinos de los Álamos, San Francisco y el Azud del Malecón gozan de singularidad, autenticidad y valor tipológico, ya que en la ciudad de Murcia solo se conservan tres molinos ubicados en el río Segura». Añaden también que «a su vez tienen interés paisajístico, rememorativo y se consideran un hito en el ámbito urbano de la ciudad de Murcia, aunque han perdido su integridad, su estado de conservación es muy malo y sólo son representativos a nivel municipal».