Un centenar de documentos del Teatro Romea de la década de los años 20 y 30 del siglo XX duermen en el Archivo Nacional de Cataluña. Estos papeles, que se encontraban en el Archivo de Salamanca desde los años posteriores a la Guerra Civil, fueron trasladados a Barcelona cuando la Generalitat consiguió llevarse los documentos que había reclamado al Gobierno central durante décadas, porque nadie se ocupó de seleccionar el contenido de las cajas entregadas, en las que también había material procedente de otras regiones. Tras muchos años de polémica una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha establecido que la Generalitat debe devolver toda la documentación que se trasladó indebidamente a Barcelona, aunque la ejecución del fallo judicial exigiría la reclamación del Ministerio de Cultura, como titular de este patrimonio, según explicó el presidente de la Asociación 'Salvar el Archivo de Salamanca', Policarpo Sánchez.

El experto que ha seguido la pista de los llamados 'papeles de Salamanca' asegura que entre los documentos hay al menos un centenar de escritos relativos a la administración del Teatro Romea y a las relaciones de la empresa que lo gestionaba con los trabajadores y con el Ayuntamiento. Entre ellos citó el convenio colectivo de 1933 y otros documentos de carácter laboral, como una carta dirigida en octubre de 1927 al empresario del Romea preguntándole los motivos del despido «del personal de tramoya y electricidad».

La aparición de los documentos del Teatro murciano en San Cugat abre un nuevo capítulo en la disputa que se inició hace tres lustros, cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero accedió a devolver a Cataluña los papeles trasladados por las fuerzas franquistas a Salamanca al final de la Guerra Civil. Esta práctica se produjo en todas las regiones con el fin de recopilar información relativa a los personajes y a las instituciones durante los años previos. Eso explica la existencia de numerosos escritos de carácter laboral y de carnés de afiliación a los sindicatos.

Por otra parte, la decisión de restituir los 'papeles de Salamanca' a Cataluña dio lugar a un fuerte movimiento de rechazo, que durante años trató de impedir su salida desde la capital castellana con movilizaciones de protesta.

Cuando finalmente Cataluña consiguió llevarse la documentación que consideraba suya, la Generalitat trasladó al archivo situado en la población barcelonesa de San Cugat del Vallés «todas las cajas en las que había documentos catalanes, sin tener en cuenta que también contenían papeles procedentes de otras regiones», entre los cuales estaban los de Murcia.

Policarpo Sánchez asegura que una sentencia del Tribunal Superior de Cataluña del pasado diciembre obliga a Cataluña a devolver los legajos que se llevó indebidamente, entre los cuales hay al menos un centenar de documentos murcianos. Sin embargo, precisó que el fallo judicial solo permite que sea el ministro de Cultura, José Guirao, quien reclame la restitución del patrimonio murciano depositado en San Cugat. Apuntaba igualmente que para que Murcia pudiera reclamarlo debería aprobar una ley, dado que el juez debe ordenar la devolución al Archivo de Salamanca.