Que tanto él como Roque Ortiz (actualmente concejal de Fomento) se pagaron el viaje, a ellos y a sus respectivas esposas. Que, además, todos pusieron un fondo común para los gastos que fueran a tener en su destino, la ciudad turca de Estambul.

Es lo que contó este viernes, en su declaración ante el juez, el que fuera alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, que a primera hora de la mañana llegaba a la Ciudad de la Justicia en compañía de su abogado, José María Caballero.

El que fuera regidor de la capital murciana durante veinte años estaba citado a declarar como investigado en una pieza separada del caso Umbra, que investiga una trama de corrupción urbanística.

El juez David Castillejos y el fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, investigan si aquel viaje a Turquía en cuestión (que se hizo en 2008, en un avión privado que fletó el promotor inmobiliario Ramón Salvador Águeda) tiene detrás un delito de cohecho.

Esto se puso bajo sospecha porque, por aquella época, Águeda tenía cuantiosos intereses inmobiliarios en Murcia. Aunque Cámara sostiene ­(y repitió ayer) que él no recibió, en su etapa de alcalde, dádiva alguna a cambio de favores a empresarios. Y no pasó porque, según él, nunca hizo estos favores a nadie.

Sin embargo, la empresa del jet a Estambul pasó la factura al constructor Águeda. Así se recogía en el informe que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregaba en el Juzgado de Instrucción de Murcia que investiga esta pieza separada.

En aquel famoso avión a Estambul también volaron el exconcejal del ayuntamiento de Murcia Antonio Sánchez Carrillo y el letrado Daniel Valenzuela, que trabajó como asesor jurídico de Salvador Águeda.

Asimismo, el exregidor se refirió a los planes urbanísticos que se tramitaban en el Consistorio, pero matizó que nunca se volcó en ninguno en especial, y menos en función de quién fuese el empresario que lo promoviese.

Miguel Ángel Cámara no fue el único en declarar como investigado (figura antes conocida como imputado) en el día de ayer. También lo hacía el que fue gerente de Urbanismo del Consistorio, Alberto Guerra, investigado en esta misma pieza separada.

Guerra está bajo sospecha porque fue a varias cacerías que, según él, no fueron regalos de promotores inmobiliarios.