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La primera residencia intergeneracional de Lorca empezará a funcionar a finales de 2025

El proyecto, que estudiará los beneficios de la convivencia entre personas de distintas edades, tendrá su sede en un edificio de la Fundación Poncemar

Las obras de construcción y reforma, que comenzarán en septiembre, cuentan con una subvención de medio millón de euros

Estado actual del edificio de Poncemar.

Estado actual del edificio de Poncemar. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

Las obras para la creación de la primera residencia intergeneracional del municipio de Lorca darán comienzo en el mes de septiembre. Así lo confirmaba a LA OPINIÓN Luis Martínez, gerente de la Fundación Poncemar, entidad propietaria del inmueble y promotora del proyecto. De hecho, ha sido la aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la CARM de una subvención de casi medio millón de euros, lo que permitirá iniciar las obras a la vuelta del verano.

En concreto, el proyecto se ubicará en un edificio sin acabar que Poncemar posee en el barrio de San José. "El planteamiento es reforzar la estructura, y luego desarrollar dos plantas de nueve apartamentos cada una, así como un ático común para favorecer los espacios compartidos", explica Martínez. Así, el proyecto contempla dar cabida, por un lado, a mayores autónomos, jubilados, con poco contacto social que de esta forma se relacionarán con personas de menor edad. "El objetivo es que la convivencia ayude a mantener sus capacidades el mayor tiempo posible", detalla el gerente de la entidad.

Parte del edificio en la calle Benemérita.

Parte del edificio en la calle Benemérita. / Daniel Navarro

"Es algo innovador a nivel regional e incluso nacional, ya que lo que se fomenta es la temporalidad de los usuarios" abunda Martínez, que explica que el concepto es muy similar a una residencia de estudiantes. "Habrá que cumplir una serie de requisitos y el precio será muy barato", añade. Y es que, no solo se busca 'llenar' los apartamentos, puesto que tendrán que participar en las dinámicas conjuntas propuestas por los profesionales de Poncemar: "Los residentes deben estar dispuestos a convivir. Se van a proponer actividades y existirá un tutelaje por parte de la fundación a través de un trabajador social, que ‘provocará’ que haya siempre algo que hacer".

Así, la intención de la fundación es que este centro no solo beneficie a sus usuarios, sino exportar el conocimiento extraído de la experiencia a otros lugares. "Queremos llevar a cabo estudios a través de la Cátedra de Gerontología –que la Fundación promueve junto a la Universidad de Murcia– para saber los efectos que este modelo convivencial tiene de cara al bienestar de los mayores", completa el responsable de la fundación. En cuanto al proceso de selección de los usuarios, desde la organización estiman que comenzará a finales de 2025, una vez que se acerque el fin de las obras.

Por otra parte, es reseñable el alto coste que tendrán las obras, cercano al millón y medio de euros. Para sufragarlo, Poncemar cuenta con la ayuda gubernamental, fondos propios obtenidos a través de la gestión del patrimonio de la misma, e instrumentos de financiación.

Relación entre generaciones

Pero este no es el único proyecto puesto en marcha para estudiar el valor de la socialización entre diferentes generaciones. Hace unas semanas, el palacete del Huerto Ruano era escenario de la presentación de 'Vidas que se unen', a través del que los mayores del centro de día de Poncemar y los niños y niñas del Colegio San Cristóbal mantuvieron encuentros durante varios meses. En ellos, los intervinientes participaban en diversas actividades diseñadas para abordar temas de interés y necesidades, incluyendo juegos tradicionales, nuevas tecnologías, tradiciones, convivencia, y conocimiento del medio natural, entre otros.

Según los organizadores, el proyecto propició mejoras en la autonomía física, cognitiva y motivacional de los participantes, así como la creación de vínculos solidarios, culturales, de respeto y de ayuda entre los niños y los mayores. De hecho, se está estudiando la posibilidad de ampliar la experiencia a otros centros escolares y de mayores del municipio.

Centro formativo de Poncemar junto al campus de Lorca.

Centro formativo de Poncemar junto al campus de Lorca. / Daniel Navarro

En busca de voluntarios

Dentro de los múltiples programas y servicios de Poncemar, mañana mismo se pondrá en marcha un 'Banco de Voluntariado', desarrollado junto a CECLOR, la Residencia de San Diego, el Centro Integrado de Formación Profesional y el IES Ros Giner. En este caso, el programa tratará de fomentar el acompañamiento de personas mayores en situación de vulnerabilidad con el fin de aliviar la soledad no deseada a través de un voluntariado esencialmente intergeneracional.

"Pretendemos fomentar la autonomía y bienestar emocional de este colectivo, haciendo partícipes a los jóvenes que ponen a disposición su tiempo y se enriquecen con esta experiencia, dando un paso más en el proyecto 'Lorca amigable con las personas mayores'", explica Luis Martínez. Para la realización del mismo, los voluntarios acudirán a la Residencia de San Diego, a los Centros de Día de la Fundación y a domicilios, donde llevarán a cabo la labor de acompañamiento.

Participantes en uno de los programas de Poncemar, en una imagen de archivo.

Participantes en uno de los programas de Poncemar, en una imagen de archivo. / Daniel Navarro

"Es esencial concienciar y favorecer la sensibilidad de todos sobre la soledad de las personas mayores, y en este sentido resaltar la receptividad e integración en el proyecto de CECLOR, a través de sus asociaciones de hosteleros y comerciantes, que por medio de los establecimientos que se adhieran canjearán el tiempo de los voluntarios por descuentos y ofertas, fomentando la responsabilidad social y haciendo realidad este Banco de Voluntariado", finaliza describiendo el gerente de Poncemar.