Patrimonio

A través de las piedras del Castillo de Mula

El Ayuntamiento pasa a tener la titularidad plena de la fortaleza tras siglos de litigios entre el pueblo y los señoríos y propietarios

Varias generaciones de muleños no han tenido la oportunidad de conocer su interior

Acceso a la Plaza de Armas desde el Cuerpo de Guardia.

Acceso a la Plaza de Armas desde el Cuerpo de Guardia. / MICAELA FERNÁNDEZ

Micaela Fernández

Micaela Fernández

Han pasado varias décadas, más de treinta años, y todavía está en la memoria de muchos murcianos cuando, de forma privada, sin más guías turísticos que su propia intuición, y sin más compromiso que presentar el DNI en el Ayuntamiento donde te facilitaban la llave, se podía visitar el interior del Castillo de Mula

De un día para otro, sin esperarlo, allá por 1990, un pleito por la propiedad del castillo surgió en el horizonte con la familia heredera y Mula perdía esta joya. Un inmueble que (en teoría) nunca había sido suyo pero que ha formado parte de la ciudad desde hacía más de 500 años y que incluso el Ayuntamiento intentó sacar del abandono en que se encontraba en las últimas décadas del siglo XX con pequeñas reformas y actuaciones que sirvieron de poco cuando la familia heredera lo cerró

Estampa de un recoveco del Castillo de Mula.

Estampa de un recoveco del Castillo de Mula. / MICAELA FERNÁNDEZ

A raíz de ese pleito el castillo quedaba nuevamente desamparado, viendo a las generaciones de muleños que crecían observándolo desde abajo perdiendo la oportunidad de adentrarse en sus entrañas y sentir sus muros llenos de historia.

Ahora, después de que el Ayuntamiento de Mula haya obtenido la titularidad plena de la fortaleza y que el castillo sea finalmente de todos los muleños, y por ende de la Región de Murcia, se empieza a trabajar en su recuperación.

Clamor ciudadano

Han sido años muy largos desde que en 2015 surgiera un movimiento ciudadano, la Plataforma Mula por su Castillo, que cansada de la inacción de las administraciones realizó una serie de actividades ciudadanas, entre ellas el ‘Asalto’ y el ‘Abrazo al Castillo’, que provocaron la movilización de todo el pueblo y la aplicación de la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia a través de la aplicación de sanciones por incumplimiento de la conservación de la fortaleza hacia los propietarios del inmueble.

Estampa de un recoveco del Castillo de Mula.

Estampa de un recoveco del Castillo de Mula. / MICAELA FERNÁNDEZ

Esto conllevó que parte de los herederos iniciaran una serie de donaciones gratuitas de su parte de la propiedad al Ayuntamiento de Mula logrando acoger más del 66 por ciento de la titularidad pública, insuficiente para que el Consistorio pudiera actuar de forma plena en la fortaleza. Durante los últimos tres años, tras desarrollarse un expediente expropiatorio, el pasado febrero finalmente se conseguía la posesión del cien por cien de la fortaleza, culminando así una larga batalla del pueblo de Mula.

Arreglarlo, un año

Todavía queda algún tiempo, años quizá, para que el Castillo de Mula vuelva a abrir sus puertas plenamente y pueda ser un espacio para el disfrute de muleños y visitantes. Por el momento «debemos trabajar unidos entre las distintas administraciones para poner en valor la fortaleza», explica el titular de Cultura y Patrimonio Histórico, Diego Boluda. Tras la consecución de la titularidad pública, el Ayuntamiento ha solicitado el 2% de Cultura y Fomento, cuya resolución se conocerá en breve y que permitirá seguir las pautas establecidas por el Plan Director del Castillo para su puesta en valor. «El compromiso del Ayuntamiento es firme y esperamos el respaldo unánime de la administración regional y nacional para poder recuperar de forma plena el castillo y todo su entorno». 

Junto al arqueólogo municipal, José Antonio Zapata, desde lo alto de la colina donde reina majestuoso el castillo hacemos un recorrido por el interior de la fortaleza muleña.

Los primeros pasos nos adentran en la Senda del Albacar, junto a las murallas medievales donde había una construcción musulmana que sirvió de germen del actual edificio, desde ahí, el acceso principal a los aledaños del castillo actualmente rehabilitados y visitables. Es desde este espacio donde se disfruta de la destacada arquitectura militar renacentista de este gigante dormido con una perfecta obra de cantería.

Del castillo destaca la bóveda de cañón que cubre la sala que hay inmediata a la puerta de acceso al castillo y sobre la que se asienta el patio de armas, la gran torre del Homenaje y el torreón del aljibe.

A través del Patio de Armas, aprovechando el adarve oriental de la antigua muralla musulmana se accede hasta la puerta de entrada desde un puente levadizo. Tras atravesar las puertas del castillo, lo primero que encontramos es el Cuerpo de Guardia, una gran sala abovedada desde donde se accede tanto al sótano como a la escalera de acceso al primer piso. En este lugar se celebraba, hace tan sólo unas semanas el acto simbólico de posesión del castillo por parte del Ayuntamiento. 

Puente levadizo

Desde ahí, subiendo unas empinadas escaleras se accede a la planta superior, una amplia terraza donde está el Cuerpo de Armas, principal área de defensa organizada en dos niveles donde se abren diversas aspilleras y troneras de tipo buzón en defensa de la puerta principal de acceso.

A través de otro puente levadizo los pasos nos llevan a la Torre del Homenaje. Ésta es la zona noble del castillo y se encontraba separada del resto de dependencias. Allí se encuentra un gran salón principal o sala de audiencias con un gran ventanal abierto en el muro meridional desde donde se divisa toda la villa y la huerta que la rodea. 

Por el momento, las visitas a su interior deben esperar, la seguridad y consolidación del emblemático edificio son primordiales

Desde esta sala se accede, a través de una escalinata empinada a la azotea alta con aspilleras y troneras para la defensa, así como un adarve perimetral en parte sostenido por un voladizo de piedra.

Volviendo sobre nuestros pasos a la sala de audiencias, otra escalera nos llevará a los dos pisos situados debajo de esta que servían como zona de dependencias y almacenamiento. El último piso dará acceso al polvorín.

Desde el sótano de la Torre del Homenaje se accede a la Torre del Aljibe. Es un cuerpo anexo e independiente a la fortaleza con un tejado a tres aguas realizado a base de placas de piedra. Al parecer, su uso era el de almacén de municiones y consta de dos niveles, el polvorín y un gran aljibe, posiblemente de origen musulmán con un brocal situado en el sótano.

Resistió al asedio, saliendo victorioso y comenzando la reconquista del Reino de Murcia

Una visita que lleva a disfrutar de la grandeza de un símbolo tanto desde su exterior como su interior. Un legado histórico de un gran valor y ligado a los sentimientos de un pueblo. Un emblema para Mula y la Región de Murcia ya que el castillo está considerado como uno de los exponentes históricos más importantes no sólo de la historia de la Región, sino del sureste español, ya que únicamente la villa y el Castillo de Mula resistieron al asedio y la guerra durante seis años por parte del ejército del rey Jaime II de Aragón al Reino de Murcia que llevó entre 1296 y 1304 a que todo el Reino de Murcia fuera conquistado por el rey aragonés excepto el castillo muleño que resistió al asedio saliendo victorioso y comenzando la reconquista del Reino de Murcia.

Por el momento, las visitas a su interior deben esperar, la seguridad y consolidación del emblemático edificio son primordiales para su apertura al público. Han pasado más de 30 años de espera y ahora toca mirar con firmeza hacia el futuro y apostar por un final que cada vez está más cerca.