El Ayuntamiento de Lorca se hará cargo de los alumnos expulsados de los institutos

El Ayuntamiento de Lorca pone en marcha un proyecto piloto con el nombre de 'Aula Impulsa' a través del cual el consistorio se hará cargo de los alumnos de educación secundaria que sean expulsados de sus centros educativos.

Esta experiencia se desarrollará en el espacio joven "La Estación", situado en la antigua estación de tren de Sutullena, y finalizará en marzo del próximo año. En concreto, según sus responsables, el objetivo del programa es fomentar el interés por la educación y fortalecer la vinculación al sistema educativo de estudiantes en riesgo o situación de absentismo, así como proporcionar un recurso socioeducativo que cubra las necesidades generadas dentro del seno familiar cuando tiene lugar una expulsión.

Durante las sesiones de 'Aula Impulsa' se llevarán a cabo actividades teórico-prácticas sobre ciudadanía, salud, resolución de conflictos, convivencia, habilidades sociales, uso de nuevas tecnologías, prevención de la violencia entre iguales y orientación académico-laboral bajo la tutela de los profesionales de la Fundación Cepaim.

En este sentido, cabe señalar que este proyecto se desarrollará dentro del programa 'DesAPPrendemos', que se enfoca en la permanencia en el sistema educativo, reduciendo la brecha educativa desde una perspectiva de dinamización y formación grupal de jóvenes estudiantes de entre 12 y 16 años derivados por el programa contra el absentismo escolar de la concejalía de Educación.

Según Rosa Medina, concejal de Educación del Ayuntamiento de Lorca, que presentaba la iniciativa junto a miembros de la Fundación Cepaim y de diversos centros escolares, el programa se llevará a cabo de lunes a viernes, de 9:30 a 13:30 horas, con la participación consentida de los padres. Durante las sesiones, los alumnos también podrán realizar las tareas académicas dispuestas por sus profesores.

Según los representantes de los centros, esta medida es una solución "muy demandada" a un problema "bastante grave". "A veces a los centros se nos acaban las herramientas para afrontar estas situaciones. En ciertas ocasiones es complicado expulsar a algunos alumnos porque sabemos que no van a estar bien atendidos, van a estar por la calle, o van a volver a acudir al centro... Tener esta alternativa municipal es para nosotros una garantía y una seguridad de que los chavales, por lo menos, van a trabajar y van a estar supervisados", declaraba al respecto una de las profesoras que acudían a la presentación del programa.