Los cortejos de blancos y azules se mezclan por primera vez en la historia de Lorca

El acto inaugural del X JOHC mostró a cientos los grupos más representativos de visitantes la Semana Santa de Lorca

Daniel Navarro

Daniel Navarro

1.600 sillas. 85 toneladas de arena. 700 figurantes. 120 caballos. Prácticamente, podríamos estar hablando de los preparativos para un día de Semana Santa cualquiera en Lorca. Pero no, estos recursos los movilizaban anoche los jóvenes de las cofradías de Lorca para mostrar, a compañeros cofrades de toda la geografía nacional, la gran particularidad de los desfiles bíblico-pasionales que todos los años convierten la Ciudad del Sol en un catecismo viviente.

Los actos con motivo del X Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías, que se han extendido a lo largo de toda la semana, llegaban a uno de sus puntos álgidos en el día de ayer con el acto inaugural. Tras un día repleto de actividad en el que los más de 1.200 inscritos de una treintena de delegaciones participaban en el Viacrucis penitencial y extraordinario organizado por el Paso Morado, visitaban las sedes canónicas de las diferentes cofradías y las diversas exposiciones extraordinarias preparadas por los mismos, a las 18:15 eran recibidos en el Ayuntamiento de Lorca. Posteriormente, se desplazaban hasta la antigua colegiata de San Patricio para llevar a cabo un acto de oración y ofrenda floral a los patrones de Lorca. Tras la ofrenda, comenzaban a llegar los primeros espectadores a las tribunas dispuestas en el aparcamiento del antiguo convento de La Merced, que hizo las veces de 'carrera'.

Antes del comienzo del acto inaugural, Fernando López Miras, presidente del Gobierno regional, se dirigía a los medios destacando el impacto económico del mismo para la ciudad, que según datos de la Comunidad Autónoma, ha generado cerca de 3.000 pernoctaciones en la Ciudad del Sol, además de una inyección económica general en el sector de la hostelería. Del mismo modo, López Miras destacaba la gran relevancia del evento, señalándolo como "el evento cofrade de mayor participación y relevancia fuera de las fechas de Semana Santa" y ponía de manifiesto la fuerza de la juventud cofrade lorquina: “los jóvenes son la verdadera fuerza de las cofradías, y es una gran noticia que sigan volcados con mantener nuestras tradiciones y nuestras señas de identidad”, finalizaba el presidente autonómico.

Por su parte Fulgencio Gil, alcalde de Lorca, se mostraba satisfecho ante un evento que "vuelve a poner de manifiesto las capacidades de nuestra ciudad para acoger ferias y eventos de todo tipo". Hacía referencia a Sepor, que terminaba el pasado jueves "batiendo todos los récords de participación", destacando que estas ocasiones "refuerzan la intención del Ayuntamiento de buscar nuevas fórmulas para hacer de la ciudad uno de los puntos estratégicos de la Región de Murcia en cuanto a celebración de eventos".

Las comparecencias daban paso al acto inaugural en sí, que por primera vez en la historia 'mezclaba' los cortejos de blancos y azules para contar la historia de la Salvación. Iniciaba el desfile la banda del Paso Morado que acompañaba a las banderas del Resucitado, del Paso Azul y del Paso Morado, seguidos de la banda del Paso Encarnado, que desfilaba junto a la bandera de la Hermandad de La Curia, del Paso Encarnado y del Paso Blanco. Tras la intervención de López Miras y Fulgencio Gil, que se dirigían a los jóvenes para darles la bienvenida a Lorca, comenzaba el desfile bíblico-pasional propiamente dicho.

La primera en desfilar ante los sorprendidos ojos de los asistentes era la civilización judía, representada históricamente por el Paso Blanco, que ponía en escena figuras como el rey David, Betsabé o Salomón. A continuación llegaba Babilonia, también puesta en escena por los blancos, que hacían desfilar a Judit y al grupo de Esther y Asuero. Tras la civilización babilónica, Ramón Mateos, presidente del X JOHC y Carlos Orozco, presidente de la Junta Nacional del JOHC también se dirigían a la audiencia. Seguidamente, la civilización egipcia llegaba con todo su esplendor de la mano del Paso Azul. Débora, Moisés, Ramsés II o la particular caballería de los 'etíopes' llenaban de colorido el desfile, para después dar paso a Roma.

Parte de la civilización judía puesta en escena por el Paso Blanco.

Parte de la civilización judía puesta en escena por el Paso Blanco. / SOLETE SLOW PHOTO

Primero los emperadores 'azules' como Vespasiano, Flavia o Trajano, y posteriormente los 'blancos', representando a Constantino o Teodosio hacían vibrar el suelo con sus cuádrigas al galope. También salía a escena Santa Elena, que desfilaba en su litera acompañada de la caballería imperial del Paso Blanco.

Terminaba el acto con la aparición de la caballería de La Visión, perteneciente al Paso Blanco, que hacía de escolta de lujo a la "luz del encuentro", que era entregada por los jóvenes de Ceuta a los jóvenes de Lorca, que la custodiarán hasta el próximo JOHC. Finalizaba el acto con el himno del encuentro, compuesto por el compositor lorquino Aureliano Ortega, tras la intervención de Juan Manuel Pérez Latorre, director de X JOHC.