La nueva vida de los quioscos en Lorca

El éxito de la iniciativa lleva al ayuntamiento a plantearse la reinstalación de dos que permanecen desmontados en los almacenes de LIMUSA

El quiosco reconvertido en 'Poke al paso'

El quiosco reconvertido en 'Poke al paso' / Gloria Piñero

Reinventarse o morir. Lo primero es lo que le ha ocurrido a los viejos e icónicos quioscos de prensa que estaban prácticamente condenados a la desaparición. Han transcurrido dos años desde que el Ayuntamiento de Lorca, a través de las concejalías de Participación Ciudadana y de Patrimonio, puso en marcha procedimientos de convocatoria pública para su explotación, conservación y mantenimiento. Desde entonces, hasta seis de estas pequeñas construcciones de chapa galvanizada han recuperado su actividad mediante la puesta en marcha de diversos y originales negocios.

El de la calle Presbítero Emilio García, frente al Centro Cultural Alcalde José María Campoy Camacho, es ahora un punto de lavado de mascotas; el ubicado en la plaza Juan Moreno ofrece desayunos, meriendas y numerosas tapas y vinos; el de la glorieta de San Vicente se ha especializado en comida para llevar; y el situado en la calle Pérez Casas, en el barrio de San José, es una churrería, crepería y gofrería. La iniciativa se ha extendido también a las pedanías, y tanto en la urbanización de Los Jopos, en La Escucha, como en el parque de Almendricos, sus quioscos, hasta hace poco abandonados, hoy son concurridos puntos de encuentro vecinal donde tomar el aperitivo o disfrutar de buenos platos en sus terrazas.

El éxito de la iniciativa puede medirse en que, hasta el momento, ninguno de los adjudicatarios ha renunciado a la actividad. También en que hay un creciente grupo de emprendedores que se han interesado por el proceso de licitación, ya en marcha, de los que se recuperarán próximamente en la avenida de Portugal y en la urbanización Villatercia.

El concejal de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Lorca, Antonio David Sánchez Alcaraz, ha adelantado a La Opinión que antes de que acabe este año se prevé rescatar del olvido otros dos quioscos que ahora mismo están desmontados y guardados en instalaciones de la empresa municipal de limpieza (LIMUSA). “El proyecto está funcionando, y en algunos casos los resultados son incluso espectaculares, así que vamos a seguir apostando por fomentar el emprendimiento y por darle una segunda vida a estos quioscos para ponerlos al servicio de la reactivación social y económica de nuestros barrios y pedanías”, ha expresado.

Facilidades para el emprendimiento

Los interesados en regentar uno de estos quioscos tienen que participar en un proceso abierto de adjudicación donde se valoran tanto la originalidad de los proyectos como la adscripción de mobiliario y las mejoras que están dispuestos a aportar y que, salvo que formen parte de la estructura, serán propiedad del adjudicatario. Desde la concejalía de Servicios Sociales se bareman también criterios sociales en tanto la filosofía del proyecto es facilitar a emprendedores con recursos limitados la puesta en marcha de su actividad.

Los gastos para el adjudicatario son el pago de una fianza de 1.200 euros que se devuelve cuando finaliza el contrato, que tiene una duración de cuatro años con opción a ser renovado; los relacionados con las mejoras que constan en el proyecto presentado; y la contratación de una póliza de seguros. Además, también tienen que solicitar los permisos y abonar las tasas correspondientes por la utilización privativa del dominio público local por la instalación de mesas y sillas.

La experiencia de los adjudicatarios

En el antiguo quiosco de la céntrica glorieta de San Vicente se sitúa ahora ‘Poke al Paso’, donde se puede degustar una variada gama de recetas de poké bowl, una ensalada originaria de Hawái, con base de arroz, quinoa o cuscús, a la que se añaden al gusto proteínas, vegetales y salsas. La “prueba piloto” ha sido tan exitosa que su propietario, con experiencia previa en el sector de la hostelería, se plantea crear una franquicia y ya prepara una nueva apertura en el municipio costero de Águilas. El encargado de ‘Poke al Paso’, Joan, asegura que contar con el quiosco como infraestructura “ha sido una gran oportunidad”. “Hemos sabido aprovechar cada centímetro para trabajar con comodidad, orden y mucha higiene”, ha asegurado. Este peculiar y saludable establecimiento de comida para llevar abrió al público hace sólo ocho meses, pero ha sido tiempo suficiente para que cuente ya con una importante aceptación. Incluso ha recibido la visita de emprendedores de otras comunidades autónomas, como Madrid, atraídos por el modelo de negocio. “Cuando ven que es un quiosco se quedan con la boca abierta”, ha contado orgulloso Joan.

A sólo 300 metros de allí, en la plaza Don Juan Moreno, junto al museo Arqueológico Municipal de Lorca, María y su socia Mercedes abrieron hace dos meses su ‘Días de vino y rosas’, donde se puede tomar un tentempié a cualquier hora del día entre las siete de la mañana y las doce de la noche.

El local 'Días de vino y rosas'

El local 'Días de vino y rosas' / Gloria Piñero

María es hostelera desde hace 35 años, pero buscaba un negocio que fuera compatible con la atención a su extensa familia –tiene cinco hijos– y con el desarrollo de su actividad como formadora y como organizadora de catering. La recuperación del viejo quiosco ha servido para crear seis puestos de trabajo. “No tiene nada que ver atender en un local que hacerlo a pie de calle, esto tiene un encanto especial, es divertidísimo”, ha comentado mientras atiende su establecimiento. Cuando se le pregunta cuál es la especialidad de su extensa carta lo tiene claro: “nuestra especialidad son nuestros clientes”. Vecinos y vecinas que han acogido con igual cariño que curiosidad esta segunda oportunidad para los quioscos en los que, en otros tiempos, se proveyeron de revistas, periódicos y golosinas.