‘Cruzada’ contra las garrapatas, mosquitos y chinches en Lorca

La ciudad participa en un proyecto europeo para controlar estos insectos

Recomiendan evitar las zonas con vegetación, el uso de repelentes y vestir ropa de manga larga

Se investigan los casos de Fiebre Q encontrados en el Área III de Salud

Operarios fumigando el saneamiento de la Plaza de Calderón de la Barca.

Operarios fumigando el saneamiento de la Plaza de Calderón de la Barca. / Pilar Wals

El control de las garrapatas en el municipio se realiza a través del proyecto europeo Refuerzo de vigilancia de agentes infecciosos y estudio de la transmisión de la Covid-19, a través de un acuerdo entre la Concejalía de Sanidad y la Consejería de Salud de la Región de Murcia.

El proyecto, en marcha desde abril, consiste en una vigilancia de diversos agentes zoonóticos actualmente circulantes (Sars-CoV-2 2, flavivirus, flebovirus, leishmania, ricketsias, borrelia, coxiella…, tanto en los vectores invertebrados más significativos desde el punto de vista de la salud pública (garrapatas, mosquitos, chinches…), como en diversos hospedadores, la mayoría con poblaciones animales anormalmente altas en la Región (conejos, gatos y perros asilvestrados y abandonados, ratones, jabalíes…

Este trabajo era dado a conocer por la edil de Sanidad, Belén Díaz, que explicaba que este trabajo conjunto y de colaboración se realiza desde hace varios años en colaboración entre el Ayuntamiento y el Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Consejería de Salud de la Región de Murcia. El Consistorio, explicaba, además de estudiar los efectos de la Covid, también “investiga los casos de Fiebre Q identificados en el Área III, con especial hincapié en los encontrados en la ciudad”.

Desde el Consistorio se colabora en la toma de muestras con empresas destinadas a la recogida y procesado de las mismas. La empresa Lokimica se encarga de los vectores invertebrados, excepto chinches. Anticimex lo hace para estos últimos insectos. Y Orthem se ocupa de analizar a los hospedadores vertebrados.

La edil detallaba que “se aprovechan las intervenciones previstas con los animales del centro de acogida, como esterilizaciones o curas, para la recogida de ectoparásitos y sueros y también cuando se recogen animales muertos o animales que, por razones de bienestar animal o salud pública hay que eutanasiar”. Además, se están cediendo recintos municipales para colocar algunas trampas y se comunican las zonas en las que se ha comprobado actividad alta en las poblaciones de vectores por avisos, para reforzar la proporcionalidad y garantizar la representatividad el muestreo del proyecto en curso.

Estos insectos, destacaba la edil, se encuentran “en el suelo, normalmente ocultos entre la hierba o los arbustos. La mayor parte de las especies de garrapatas están activas en los meses cálidos, desde la primavera hasta el otoño, aunque algunas lo están también durante el invierno, y cada especie tiene diferentes preferencias de hábitat”.

La Consejería de Salud lanzaba recomendaciones para prevenir enfermedades por picadura de garrapata, especialmente destinadas a personas que pueden estar en contacto con estos insectos por su actividad laboral en el medio natural o relacionada con animales o si practican senderismo, caza u otras actividades en contacto con la naturaleza.

La mejor forma de prevenir las enfermedades que transmiten las garrapatas es evitar su picadura siguiendo algunas recomendaciones en las salidas al campo. Entre ellas, están utilizar manga larga y pantalón largo, evitar las sandalias o calzado abierto y usar siempre botas cerradas con calcetines procurando que cubran la parte inferior de los pantalones.

Es preferible usar ropa de color claro, ya que de esta forma será más fácil comprobar si hay alguna garrapata sobre ella. En el campo, andar si es posible por la zona central de los caminos y evitar el contacto con la vegetación circundante y sentarse en el suelo en las zonas con vegetación. Además, de utilizar repelentes autorizados tanto para las personas como para los animales de compañía.

Tras ir al campo es preferible revisar cuidadosamente el cuerpo para detectar la presencia de la garrapata o su picadura, sobre todo, en axilas, cabello, ingles, detrás de las rodillas, dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo o alrededor de la cintura, ya que suelen preferir los lugares calientes y húmedos del cuerpo.

Como norma general el parásito tarda entre 24 y 48 horas en empezar a alimentarse de la sangre por lo que, hasta entonces, es menor el riesgo de transmitir la infección, de ahí la importancia de retirarla cuanto antes. Para ello, se recomienda usar unas pinzas de borde romo y punta fina o quitarlas con los dedos con unos guantes finos, tratando de evitar su aplastamiento o el uso de remedios naturales como aceite o alcohol.

El resultado es, muchas veces, la permanencia de parte del aparato bucal en la piel y la formación de un granuloma permanente. Por ello, la extracción debe ser lenta y meticulosa: Se debe impregnar al parásito con una solución adecuada, dejar que actúe unos minutos y hacer tracción hasta forzar su desprendimiento.

En los días siguientes a la picadura es preciso observar si aparece fiebre o erupción en la piel, ya que, en ese caso, hay que buscar atención médica indicando que ha sido picado por una garrapata.