Excavaciones en la ermita de San Clemente intentarán corroborar la existencia de una mezquita en Lorca

En el interior del Castillo coexistieron a lo largo del siglo XV una judería construida a finales del XIV, junto a una parroquia cristiana que se desarrolla en el barrio de Alcalá y en torno a la ermita de San Clemente. El enclave ocupa la zona oriental de la alcazaba, donde se sitúa el Parque Arqueológico. En este lugar hay definidas cuatro grandes áreas donde se pretende actuar desde el proyecto que redactaba el arquitecto Gonzalo Fernández-Ilundain Romero para la Concejalía de Cultura.

El plan destaca la importancia de las excavaciones llevadas a cabo con motivo de la construcción del Parador de Turismo Castillo de Lorca. Estas permitieron hallar en la parte central de la judería la sinagoga construida en la primera mitad del siglo XV, cuyo buen estado de conservación y el hecho de que no hubiese sido transformada en iglesia con posterioridad a la expulsión de los judíos en 1492, permitieron que se conservaran los restos del armario (arón ha-qodesh) que guardaba la Torá y de la tribuna (bimá) donde se leía el La Torá.

Se recuperará la Puerta del Pescado que se convertirá en un mirador con recreación del antiguo acceso al Castillo

Y recuerdan los daños producidos por el terremoto de mayo de 2011 que afectaron de forma significativa a la Torre del Espolón, ermita de San Clemente y lienzos de muralla. Pero también los daños se concentraban principalmente en uno de los recintos excavados junto a la Puerta del Pescado, donde se produjo un gran socavón en el suelo de la estancia. Se realizaron obras de emergencia para frenar los deterioros y evitar la pérdida de algunos elementos y restos arqueológicos del conjunto monumental. Las lluvias torrenciales de 2012 también produjeron daños bastante generalizados en caminos, estructuras y excavaciones arqueológicas.

El proyecto pretende lograr una subvención del Programa de Mejora de la competitividad y de dinamización del patrimonio histórico con uso turístico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia, como aseguraba la pasada semana la entonces edil en funciones de Cultura y Patrimonio, María Ángeles Mazuecos. La intención es continuar los trabajos pendientes y la documentación y valorización de la parte del yacimiento aún no excavado, así como la ermita de San Clemente, terminar el acceso por la puerta oriental –de entrada al Castillo desde el barrio de Santa María- así como tratar, consolidar y musealizar la Puerta del Pescado.

La iniciativa se estructura en siete grandes apartados. La actuación en la Puerta del Pescado restaurará esta zona y creará un balcón exterior. Esta puerta era la que comunicaba el Castillo con la ciudad. Se restaurará la bóveda y el zócalo de la fachada exterior, sellado y cosido de grietas y se creará un balcón exterior que sirva de mirador y de recreación del antiguo acceso al Castillo, formando una plataforma balconada.

En la zona de la ermita de San Clemente el objetivo de la excavación y restauración es investigar la evolución del edificio desde su construcción en el siglo XIII hasta su abandono en el siglo XIX, corroborando o desechando la hipótesis de la existencia de una pequeña mezquita islámica que fue transformada en iglesia después de 1244, así como las remodelaciones y ampliación que sufrió en 1464 y en 1761.

En ese sector, alrededor de la ermita de San Clemente, se pueden constatar parte de las casas que formaron la parroquia de San Clemente, así como las viviendas, calles y otros elementos urbanos de época andalusí (siglos X-XIII) que formaron parte del barrio de Alcalá del Castillo. También se encuentra en esta área un sector de la muralla meridional del Castillo.

En ese espacio delimitado por la muralla medieval y una cresta rocosa situada a una cota superior, se localiza una estructura cuadrangular que pudo formar parte del templo de la Virgen del Alcázar, un sector de la muralla con su paso de ronda y la superposición de casas de diferentes cronologías. Un aljibe y diferentes estructuras de viviendas medievales completan el conjunto en la zona.

Pero la labor más intensa será quizás en la ermita de San Clemente que lleva consigo la consolidación de fábrica y de revestimientos, restauración de los elementos arquitectónicos y recuperación de pinturas murales originales que se conserven y peldañeado macizo para entrada en el templo. Su musealización también está contemplada. Se dotará de medios informáticos y virtuales que sirvan para obtener una visión panorámica e histórica del conjunto con todo tipo de visores 3D y visores. Uno de los módulos de su interior hará un repaso por las iglesias y ermitas de Lorca, pero también e incluirá otro interpretativo.

El Camino de Ronda junto a la muralla también se recuperará, lo que posibilitará un paseo panorámico hacia la ciudad y el Valle del Guadalentín. Este tramo empezará junto a la Puerta del Pescado y transitará hasta el final de ese tramo de muralla. Y se conectará la Puerta Oriental con el exterior. Para ello, deberá acometerse la demolición y adecuación de rocas para el acceso peatonal, escollera de protección, estabilización de zonas puntuales con hormigón convencional y barandilla torneada de pino. Y se consolidará el tramo de muralla.

Las actuaciones se compatibilizarían con la presencia de visitantes bajo el lema ‘Abierto por obras’. Se hará a partir del desarrollo del proyecto y cuando sea seguro. El objetivo es que los visitantes y, de forma muy especial los lorquinos, “no entiendan el proyecto de estudio histórico-arqueológico, consolidación, valorización y adecuación para uso turístico del área oriental como un conjunto de tareas ajenas a la ciudadanía que conlleva la discreción habitual de las intervenciones científicas y el cierre del monumento, sino que, por el contrario, sean partícipes y espectadores privilegiados del proceso de conocimiento, recuperación y protección de su patrimonio histórico mediante una visita guiada”, argumentaba Gonzalo Fernández-Ilundain Romero en el informe al que ha tenido acceso La Opinión. El proyecto está cifrado en 2,8 millones de euros.