Obras

La Plaza de Toros de Sutullena recupera su graderío

Las complicadas tareas de montaje con una grúa de grandes dimensiones se han alargado durante meses

Vista aérea de la Plaza de Toros de Sutullena que permite contemplar el graderío finalizado

La Opinión

Las obras de rehabilitación de la Plaza de Toros de Sutullena están en la recta final. El graderío del coso es visible desde lo más alto. Las labores han sido complicadas durante los últimos meses por la necesidad de trasladar pieza a pieza –como si de un puzzle se tratara- el tendido, para lo que ha sido necesario maquinaria pesada. Una gran grúa se situaba en el ruedo. La altura de su pluma era visible desde el exterior. Así se iba conformando el graderío, mediante piezas de hormigón, con un aforo que permitirá acoger en torno a unas 4.500 personas.

La ejecución está realizada "sobre un setenta y cinco por ciento del valor del proyecto", afirmaba este sábado en declaraciones a La Opinión el edil de Contratación, Isidro Abellán Chicano, quien explicaba que la grada "estaé ejecutada a un 90 por ciento a falta de la realización de las escaleras de acceso y de evacuación".

En el interior del coso las actuaciones están en torno a un 70 por ciento de consecución abarcando las "divisiones de zonas comunes y baños con la instalación de fontanería y desagües a falta de colocación de azulejos, mientras que la mitad de los suelos ya están dispuestos", detallaba, para añadir que "el forjado intermedio de nueva ejecución está finalizado y el de madera superior del palco, tras su restauración, también. Únicamente queda un 25 por ciento de la solera por terminar".

Entre los trabajos finales está la instalación del saneamiento y pluviales, ejecutadas en un 20 por ciento. Y aún no ha comenzado la instalación eléctrica, ni contra incendios. El contrato de la obra, con modificado incluido, es de 2.070.0000 euros, IVA incluido.

La intención es que la Plaza de Toros se pueda inaugurar con motivo de la Feria y Fiestas de septiembre. Aunque antes habrán de ejecutarse los trabajos finales. La recuperación de la plaza no ha estado exenta de contratiempos, ya que inicialmente se pretendía salvar parte del graderío, en la zona donde se situará el futuro Museo Taurino. Sin embargo, el grave deterioro que presentaba llevaba a que las lluvias de finales de invierno del pasado año provocasen el desplome de ese tramo.

Y el resto tuvo que ser demolido por la situación en que se encontraba. Esto provocaba cierto retraso, que se sumaba a otros originados por la dificultad de suministro de determinados materiales por la situación de pandemia, pero también por la guerra de Ucrania. Estos inconvenientes llevaban a paralizaciones momentáneas y retrasos de las obras que debían haber concluido hace meses.

‘Lagartijo’ en aquella tarde de 1892

La Plaza de Toros de Sutullena acogía el 29 y 30 de junio de 1892 las primeras corridas. Las figuras del momento se daban cita con ocasión de la inauguración del coso. Rafael Molina ‘Lagartijo’ y Antonio Reverte protagonizaban una mano a mano. Al día siguiente, de nuevo ‘Lagartijo’, esta vez, con Rafael Guerra ‘Guerrita’. En unos días se celebrará el 131 aniversario del monumento. Pero entre sus efemérides también está la fecha de su restauración en 1945. El 2 de septiembre de ese año se festejaba su reapertura con un espectáculo con toros del conde de la Corte y los espadas Ortega, Dominguín y Pepín Martín Vázquez. Para el recuerdo también el cartel del centenario que contó con dos festejos. El primero, el 20 de septiembre. Se dieron cita Ortega Cano, Pepín Jiménez y Miguel Báez ‘Litri’. Una semana después, Dámaso González, Roberto Domínguez y Vicente Ruiz ‘El Soro’. Los aficionados sueñan con esas tardes de sol y toros que parece que muy pronto volverán. P. WALS

Las obras permitirán que la Plaza de Toros de Sutullena cuente junto a la entrada principal con una zona para personas con capacidad de movilidad reducida. Un palco horizontal con rampas, adaptado a la normativa actual. El proyecto ha intentado mantener lo máximo posible de la vieja estructura. Los muros, algunos construidos con material de desecho, permanecen, aunque en algunas zonas se ha construido una zanca de hormigón armado encima para repartir las cargas y adaptar la sección a la accesibilidad y la visión.

Lo que se mantendrá será la sillería. Se trata de piezas de asiento frontal donde se sentaba la banda de música y el resto del público. Son de piedra arenisca y conformaban los asientos. Fueron desmontados uno a uno y se reintegrarán a su lugar de origen para intentar que la plaza mantenga la imagen original. El alto y el ancho de los asientos se ajusta a las normas, así como el número de escaleras que se ha incrementado.

Para su reinauguración se busca un cartel con primeras figuras del toreo, aunque la intención es que la infraestructura no solo acoja festejos taurinos, sino también conciertos, concursos de enganche, actividades deportivas y otros acontecimientos. Bajo el graderío se situará un museo taurino, aunque no se descarta que también pudiera situarse uno de enganches y establecimientos de hostelería con acceso directo desde el exterior.