Obras

Derribarán la manzana donde irá el Centro Médico de San Cristóbal de Lorca

La techumbre de amianto de la antigua fábrica de curtidos de Juan Pérez Navarro obliga a unas excepcionales medidas de seguridad

Antigua fábrica de curtidos y vivienda de Juan Pérez Navarro, en el Puente de los Carros, que será demolida la próxima semana. | PILAR WALS

Antigua fábrica de curtidos y vivienda de Juan Pérez Navarro, en el Puente de los Carros, que será demolida la próxima semana. | PILAR WALS / pilar wals

La manzana donde se construirá el futuro Centro Médico de San Cristóbal, entre las calles Beato Fray Pedro Soler, San Fernando y Eulogio Periago, la denominada UA-23 dentro del Plan General Municipal de Ordenación, será demolida la próxima semana. El Ayuntamiento está a la espera, como reconocía ayer a preguntas de La Opinión el edil de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén, de la aprobación del Plan de Trabajo por parte de la Dirección general de Autónomos, Trabajo y Economía Social, ya que «entre los inmuebles que se ‘echarán abajo’ están las naves de la antigua fábrica de curtidos de Juan Pérez Navarro, cuyas cubiertas son de fibrocemento que contiene amianto».

En la Junta de Gobierno del pasado 24 de marzo se aprobaba la cesión de uso de los terrenos de las naves al Consistorio. La contratación de la demolición, cuyo proyecto está ya redactado, se adjudicará este viernes en la Junta de Gobierno. Las especiales características de los materiales de algunas de las construcciones llevaba a la búsqueda de una empresa especializada en la gestión de estos residuos. «Dado que la mayor parte de la demolición consiste en la retirada de las cubiertas que son de fibrocemento que contiene amianto, de conformidad con el Real Decreto 396/2006 por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto, dicha retirada tiene que ejecutarse por una empresa especializada y con la aprobación del Plan de Trabajo, por parte de la Dirección general de Autónomos, Trabajo y Economía Social, que está en tramitación», explicaba el edil de Urbanismo

En cuanto se reciba el permiso se podrá llevar a cabo la demolición que «esperamos se produzca en los próximos días, por lo que probablemente la semana que viene se pueda demoler toda la manzana, tras la retirada del amianto», destacaba Ruiz Guillén, quien aportaba que el servicio de Patrimonio se hacía a finales del pasado mes con la cesión de uso a título gratuito de una parcela situada en la manzana entre las calles Beato Fray Pedro Soler, San Fernando y Eulogio Periago, marcada en el PGMO como Unidad de Actuación Número 23, de 3.801,002 metros cuadrados.

El solar se convertirá, mientras se levantan los nuevos edificios, en un aparcamiento cercano a la Plaza de la Hortaliza

Los propietarios ofrecen al Ayuntamiento la cesión de uso, a título gratuito, del solar en cuestión para su inicial puesta a disposición a favor de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, con destino a la futura construcción del Centro de Salud del barrio de San Cristóbal, y para su uso temporal como espacio habilitado para el estacionamiento de vehículos. El plazo de cesión es de tres años, a contar desde el próximo lunes.

De la manzana se cederá a la Comunidad Autónoma los metros necesarios para construir el Centro de Salud de San Cristóbal. En el resto de la parcela, anunciaba el edil de Urbanismo, se habilitará en su superficie, con carácter provisional, «plazas de aparcamiento para el estacionamiento de vehículos». El nuevo aparcamiento, de grandes dimensiones, se situará «apenas a unos metros de la Plaza de la Hortaliza, pero también de la iglesia de San Cristóbal».

Las edificaciones que se demolerán son de diversa tipología constructiva, «tanto naves para almacenamiento con estructuras metálica, como exposición y oficinas del negocio instalado anteriormente allí, realizados con muros de carga adaptando posiblemente antiguas viviendas». Tiene una superficie de 3.858 metros cuadrados, de los cuales construidos son 3.714 metros cuadrados y de estos 2.894 metros cuadrados con cubierta de fibrocemento, que «requiere un tratamiento especial por la presencia de amianto entre sus componentes».

El conjunto de edificios se encuentra en estado de abandono, «sin uso alguno, por lo que puede dar lugar a situaciones de peligro por falta de mantenimiento, por deterioro de la cubierta de fibrocemento y por la ‘ocupación’ temporal de las instalaciones por personas ajenas a la propiedad, como ocurrió este verano y que pudo ser evitado por la Policía Local».