800 toneladas de arena y grava para que corran las cuadrigas y sigas en Lorca

El enarenado de la carrera principal de la Semana Santa lorquina, en la avenida de Juan Carlos I, se iniciaba en la noche de este jueves y continuará hasta bien entrada la madrugada. La empresa municipal de limpieza, Limusa, cubrirá con 800 toneladas de arena y grava las principales vías por donde transcurrirán los Desfiles Bíblico Pasionales para garantizar el espectáculo.

Las tareas se realizarán en dos fases. En esta primera se extenderán 450 toneladas por la arteria principal de la ciudad. Los operarios emplearán una mezcla exclusiva creada para la ocasión a partir de tres sustancias calizas. El material que se le imprime al asfalto está compuesto por tres sustancias calizas distintas y de granulometrías variadas.

En concreto, se trata de arena fina y de gravilla de dos calibres –cuatro y seis milímetros-, que presentan una composición química y mineralógica determinada. De esta forma, Limusa pretende asegurar la correcta marcha de las escenas de los pasajes bíblico pasionales que recorrerán en los próximos días la ciudad. El dispositivo está diseñado especialmente para facilitar el paso de las caballerías.

La primera fase del enarenado se iniciaba en la noche de este jueves, coincidiendo con la noche de la Serenata del Paso Azul, en la víspera del Viernes de Dolores. Se llevan a cabo en la avenida de Juan Carlos I, desde la Plaza del Óvalo hasta la calle Floridablanca, hasta alcanzar el Palacete de Huerto Ruano.

Para esta actuación se emplearán una pala cargadora, cuatro camiones y un tractor, encargado de emparejar y repartir el material de forma uniforme a lo largo y ancho del recorrido delimitado por la estructura de los palcos. Aproximadamente, los trabajos se llevarán a cabo durante seis horas. Inicialmente, se aplicarán 450 toneladas de material.

A partir de ese momento, para minimizar y evitar cualquier tipo de molestia a los residentes de la zona y a los viandantes que transiten por la arteria principal de la ciudad, la tierra se mantendrá firme a través de un sistema de riego continuo mediante cubas de agua.

De forma excepcional, y teniendo en cuenta distintos factores, como la climatología o el estado en el que haya quedado la calzada durante el Viernes de Dolores, Limusa llevará a cabo los retoques que resulten necesarios para que esta vuelva a encontrarse en condiciones óptimas –si fuera necesario, la actuación se reforzaría durante el Domingo de Ramos-.

Posteriormente, la extensión de la grava se llevará a cabo en la Plaza del Óvalo y al final de la calle Santa Paula, una acción de enarenado que se ejecutará en la noche del Miércoles Santo y a la que se destinarán 350 toneladas adicionales de material.

Asimismo, se repasará la avenida Juan Carlos I y se completará el tramo hasta el comienzo de la calle Poeta Gimeno Castellar. En este caso, también se utilizarán una pala cargadora, cuatro camiones y un tractor.

Además, Limusa cubrirá el tramo que transcurre desde la iglesia de Santo Domingo hasta la Plaza del Óvalo, la bajada de la Cuesta de San Francisco y el espacio ubicado en la fachada trasera del Teatro Guerra, acomodando la estancia de los caballos que se sitúen en esta zona y suavizando el desnivel de la vía, hasta la calle Lope Gisbert.

Durante la mañana del Viernes Santo, la empresa municipal repasará las carreras mencionadas y repondrá la parte del material que se haya metido debajo de los palcos. La zahorra artificial se retirará durante la madrugada del Sábado Santo, precisando para ello cuatro palas cargadoras, ocho camiones, una miniexcavadora y un tractor con una traílla, fabricada de manera específica para este trabajo.

Como acción especial para facilitar el desfile de caballerías se procederá a la instalación de una manta de goma antideslizante recubriendo los pasos elevados existentes en la calzada de Santo Domingo, a la altura de la sede del Paso Blanco, y frente al Palacio de Guevara. Este año se dispondrá de este elemento solicitado por los Pasos tanto el Viernes de Dolores y Domingo de Ramos como para los desfiles de Jueves y Viernes Santo. Las tareas de enarenado eran supervisadas por el alcalde, Diego José Mateos, y el concejal de Semana Santa, José Luis Ruiz Guillén.