Semana Santa

Unas 4.000 flores de palma decorarán el trono de San Juan de Lorca

Una treintena de blancos ‘tejen’ desde hace días la ornamentación del Patrón del Paso Blanco

Un grupo de blancos haciendo flores de palma para el trono de San Juan Evangelista.

Un grupo de blancos haciendo flores de palma para el trono de San Juan Evangelista. / Pilar Wals

Hace casi un cuarto de siglo que se inició la tradición de ‘tejer’ hojas de palma para convertirlas en flores y estrellas que, a modo de filigranas, decoran el trono del Patrón del Paso Blanco, San Juan Evangelista. Desde entonces, poco antes del Domingo de Ramos una treintena de costaleros, mayordomos y algún que otro curioso, se afanan en esta delicada tarea. En una estancia junto a la sala de exposiciones de la Casa del Paso Blanco una docena de sillas reúne mañana y tarde a los que participan de esta labor.

En el centro, grandes recipientes donde se van colocando una a una las flores y estrellas terminadas, que rápidamente trasladan a una habitación oscura para evitar que pierda su tonalidad. “Se guardan en un espacio sin luz, pero además se cubren para que guarden la humedad”, cuenta Federico González. De inmediato, Eduardo Montesinos, llega con un nuevo recipiente repleto de flores que se acaban de terminar. “Todavía faltan muchas más”, advierte.

Y, mientras, media docena de blancos trabaja sin descanso. Acaban de relevar a los que antes que ellos ocupaban el lugar. La tradición, cuenta Loli Pelegrín, se iniciaba hace veinticuatro años. Entonces, fueron a Elche a por palmas. “Allí vi, en un calendario, el trono del burrico decorado con flores de palma. Las hacían las mujeres y se nos ocurrió que nosotros también podíamos hacerlas”.

Es la más veterana, junto a Ángela Ruiz y Eduardo Montesinos. Ellos se encargan de mostrar cómo se hacen las flores y estrellas que decorarán el trono. “Vienen en cajas. Y, a su vez, en bolsas con azufre que permiten que mantengan su humedad, pero también evita que pierda la tonalidad tan característica de las palmas. Hay que irlas separando una a una y pincharlas en un alambre y liar con sumo cuidado la hoja de palma hasta el final, con lo que quedará configurado el tallo”, explica.

Teresa Camacho compraba palmas para su marido y su nieto en la tienda de la Casa del Paso Blanco.

Teresa Camacho compraba palmas para su marido y su nieto en la tienda de la Casa del Paso Blanco. / Pilar Wals

Y cuenta una anécdota sucedida en los primeros años. “Los alambres no eran como los de ahora. Aquellos se oxidaban con el azufre y nos poníamos perdidas las manos. Pero también el trabajo manual llevaba a que las yemas de los dedos se gastasen. Hasta el punto, que fui a hacerme el documento nacional de identidad y no tenía huella. El policía encargado me dijo que me marchara y regresase en unas semanas que volvería a tenerlas”.

Las más de cuatro mil flores y estrellas serán colocadas con detalle en el trono de San Juan Evangelista que procesionará este domingo, Domingo de Ramos, en el desfile que rememora la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Antes, el trono iba decorado con gladiolos, que fueron sustituidos por las flores de palma. Las flores son repartidas entre los costaleros y devotos de la imagen una vez que concluye la procesión de Viernes Santo. “Hay mucho interés por ellas, porque procesionan junto a San Juan. A todos les gusta llevarse una para tenerla en casa de recuerdo. Tenemos que estar al tanto, porque alguno dice que solo se quiere llevar una, pero una a una, nos quedamos sin flores”, reconoce Ángela Ruiz.

La Casa del Paso Blanco es estos días un ir y venir de blancos que acuden a su tienda para comprar las palmas. Las hay lisas de 2,5 metros y 1,8 metros, al precio de 10 euros. Y la rizada, a 5 euros. Pero también se pueden comprar pins, camisetas, chalecos… banderas. Entre las que adquirían palmas estaba Teresa Camacho. “He comprado dos. Una para mi marido, grande, y otra pequeña y rizada para mi nieto que este año se estrena como hebreo”, afirmaba.