Construcción

La Plaza de Toros de Sutullena se inaugurará en la feria de septiembre

Los trabajos finales de montaje del graderío permitían visionar la nueva imagen del tendido

El edil de Contratación, Isidro Abellán, supervisaba los trabajos finales de montaje del graderío. | PILAR WALS

El edil de Contratación, Isidro Abellán, supervisaba los trabajos finales de montaje del graderío. | PILAR WALS / pilar walsp.w.r.

Una grúa de grandes dimensiones montaba, como si de un mecano se tratara, las más de 800 piezas que integran el graderío de la Plaza de Toros de Sutullena. Los trabajos eran supervisados estos días por el concejal de Contratación, Isidro Abellán Chicano, que aseguraba que las obras de mayor envergadura están ejecutadas, aunque restan aún muchas otras de menor consideración y los acabados, por lo que se prevé, como afirmaba el alcalde, Diego José Mateos, que el coso pueda abrirse para la feria de septiembre.

Entonces, señalaba el edil de Contratación en declaraciones a La Opinión, se podrán llevar a cabo los primeros festejos taurinos, pero también musicales, ya que las pretensiones son que el coso de Sutullena acoja no solo corridas de toros, sino también acontecimientos de todo tipo. Inicialmente se preveía que las obras pudieran haber estado concluidas en el primer trimestre del año, pero contratiempos surgidos durante la ejecución del proyecto llevaban incluso a que se produjera una paralización temporal de los trabajos. No habrá, por tanto, corrida ni en San José ni en Semana Santa.

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En septiembre pasado, coincidiendo con la celebración de la feria y fiestas de Lorca, se abría el coso a los aficionados para que pudieran contemplar el avance de las obras. Entre los que la visitaban estaba el torero lorquino Pepín Jiménez, que llegaba a emocionarse al volver a visitarla. Los aficionados, entonces, mostraban sus preferencias a la hora de diseñar el cartel con el que podría reinaugurarse la plaza. Sin lugar a dudas, apuntaban, debía estar Paco Ureña. Un mano a mano entre Pepín Jiménez y Paco Ureña «sería un sueño», destacaban, aunque Pepín se retiró hace años.

La caída de parte del tendido que se pretendía mantener como consecuencia de la lluvia y retrasos en el suministro de madera por la guerra de Ucrania, llevaban a que las obras quedaran en suspenso durante algún tiempo, como recordaba Mateos. «Y se produjo un incremento considerable del precio de los materiales, por lo que hubo que hacer un nuevo reajuste. Las obras van a buen ritmo y esperamos que puedan estar concluidas en el segundo semestre del año», remarcaba.

La zona que se venía abajo del tendido era la única que se pretendía conservar y destinar al futuro Museo Taurino. El reajuste de las gradas, para cumplir con la nueva normativa de espectáculos públicos, llevaba a que se redujese el aforo, como también la accesibilidad obligaba a suprimir el número de localidades. Aún no se ha tocado la fachada del monumento, declarada Bien de Interés Cultural, Bic. Esta parte de la Plaza de Toros conservará su primitiva imagen, aunque se abrirán los huecos cegados desde sus inicios que acogerán una especie de celosía de hierro en acero corten.

Estos días también se podía contemplar los bloques de piedra caliza que conforman el tendido y que conservan incluso el número de asiento. Fueron retirados para su limpieza y rehabilitación y han vuelto para ocupar su lugar o el más cercano. La remodelación dejará a la Plaza de Toros de Sutullena con en torno a 4.500 localidades.

La vieja enfermería se convertirá en un museo y se construirá una nueva en un emplazamiento que permita la urgente evacuación en caso de necesidad. Bajo el graderío se prevén cuatro establecimientos de hostelería con acceso desde el exterior de la plaza y el interior del ruedo.