Los ‘rollicos’ de San Blas se agotan en Lorca

Los aledaños del Convento Madre de Dios de la Consolación, de las Madres Mercedarias, eran este viernes un ir y venir de lorquinos y visitantes. Acudían a la calle Zapatería para cumplir con la tradición de comprar los ‘rollicos’ y reliquias de San Blas. Y a visitar el grupo escultórico ‘El Milagro de San Blas’, que únicamente se muestra en la festividad del santo.

La jornada comenzaba temprano, con una eucaristía en el salón de actos del colegio Madre de Dios. Durante la celebración el párroco de la iglesia de Santiago, Eduardo Sánchez Carrasco, bendecía las reliquias y los ‘rollicos’ de San Blas. Poco después, se ponían a la venta en el edificio Merced Raíces y Futuro, frente al Convento de la Consolación.

A primera hora de la mañana, tras la entrada al colegio de los alumnos del centro, se registraban largas colas que protagonizaban en su mayoría los padres y abuelos de los escolares, como también ocurría a la hora en que salían de clase. Por la tarde, se agotaban los ‘rollicos’, mientras que aún quedaban algunas reliquias, ya que las monjas se afanaban en los últimos días en realizar más con el fin de poner a la venta unas dos mil. Igual ocurría con los ‘rollicos’. Inicialmente, se había previsto unos 400 kilos, a los que en los últimos días sumaban medio centenar más.

El casco antiguo de la ciudad era durante toda la jornada un bullir de lorquinos y visitantes, ya que muchos acudían desde poblaciones limítrofes para cumplir con la tradición del que se considera abogado de los males de garganta. “Se han agotado los ‘rollicos’ y reliquias creemos que van a quedar muy pocas”, afirmaba Inés Lorca, de las Antiguas Alumnas de las Mercedarias.

El milagro que se rememora cada año en Lorca

‘El Milagro de San Blas’, el conjunto escultórico que representa el milagro realizado por el santo al resucitar a un niño de pocos meses asfixiado por una espina de pescado atravesada en su garganta fue esculpido en 1755 por Francisco Salzillo. El grupo escultórico lo custodian las monjas Mercedarias en el Convento de la Consolación y únicamente en la festividad del santo puede ser contemplado. Como también en este día era habitual poder besar la reliquia que se conserva del santo en el monasterio. Una tradición que se rompía con motivo de la pandemia y que esperan recuperar.

Durante todo el día también desfilaban ante los pies de San Blas los alumnos del centro que frente al grupo escultórico rezaban por los enfermos, mientras los más pequeños conocían la historia del santo. Una veintena de integrantes de la Asociación de Antiguas Alumnas y Amigos de la Merced se encargaban de la custodia del santo y de la venta de las reliquias y ‘rollicos’ del santo. Los beneficios se destinarán a ayudar a familias desfavorecidas del colegio de las Madres Mercedarias, pero también a distintas ONG´s de la ciudad.