El acceso a la ciudad desde la autovía A-7 era cada día, en hora punta, un continuo atasco. En la rotonda de San Antonio confluían el tráfico de la antigua carretera de Granada con el flujo de vehículos de los polígonos industriales de Saprelorca y Los Peñones; los que accedían a la ciudad o se dirigían a Águilas y la Ronda Central de Evacuación; y los que desde la ciudad costera continuaban hacia Murcia a través de la autovía del Mediterráneo.

El colapso se multiplicaba a la hora de salida y entrada de los trabajadores de los polígonos y cada día por el intenso flujo de camiones cargados con mercancías desde los campos del Guadalentín en dirección a los mercados de toda Europa. Se hacía necesario acabar con ese ‘punto negro’ en la circulación no solo de la ciudad. Las obras de construcción del paso subterráneo de San Antonio acababan con las retenciones en la rotonda que une ese barrio con el de La Viña.

Y las rotondas mejoraban la conectividad, así como la conexión con otros barrios adyacentes y el centro de la ciudad. La actuación era calificada de interés regional, ya que beneficia la movilidad de los lorquinos, turistas y visitantes. «La principal actuación fue la construcción del paso inferior de la vía rápida que une Lorca con Águilas (RM-11), que contribuye a la eliminación de los atascos en la autovía A-7 y la notable mejora de la movilidad de la ciudad», afirmaba el director general de Territorio y Arquitectura, Jaime Pérez Zulueta.

Acceso a la rotonda a través del subterráneo de San Antonio. | L.O.

Conjuntamente, se realizaba una ampliación de la estructura existente en la RM-11 sobre la calle Alfarería. Además del paso inferior, se ha llevado a cabo la construcción de una nueva rotonda completa en el Camino Viejo del Puerto y otra en la calle Alfarería, con un nuevo vial de comunicación con el barrio que da acceso por la parte norte.

Pérez Zulueta destacaba «la complejidad de los trabajos llevados a cabo en el barrio y la importante inversión regional en estas nuevas infraestructuras, que supera los 4,2 millones de euros». Y resaltaba la optimización del proyecto original llevado a cabo por la Dirección General con la incorporación de la nueva rotonda ubicada en el Camino Viejo del Puerto, «que mejora significativamente la seguridad vial de los conductores porque los vehículos procedentes de la autovía reducirán la velocidad y se coordinará el tráfico con el resto de movimientos de la rotonda». El proyecto se verá concluido tras la reconstrucción de la fuente que presidía la rotonda de San Antonio.