La cercanía del Día de Todos los Santos con el fin de semana llevaba a que muchos lorquinos adelantasen sus visitas a los cementerios del municipio. Entre los que registraban una mayor afluencia de público estaban los de San Clemente y San Cristóbal. En el primero, se producían algunas retenciones puntuales de tráfico, sobre todo, a mediodía y al caer la tarde.

En el de San Clemente se habilitaban hasta 4.000 plazas de aparcamiento, que fueron señalizadas hace días. El sábado y domingo, los espacios destinados a dejar los vehículos en la entrada principal del camposanto se mostraban insuficientes, por lo que muchos acudían a la zona lateral y trasera, con mayor número de aparcamientos y con puertas de accesos inmediatas. Agentes de la Policía Local regulaban el tráfico en la zona.

Donde también se registraban largas colas, por momentos, era en los puestos de flores del Cementerio de San Clemente. Este martes, Día de Todos los Santos, se celebrará una misa en la capilla del cementerio a las doce del mediodía.

Dos personas colocan flores en un nicho de una de las calles más viejas del cementerio que están siendo vaciadas para derribarlos y construir nuevos pabellones. Pilar Wals

Para posibilitar la llegada de lorquinos al cementerio Limusa establecía un dispositivo especial de transporte público. Habrá un autobús cada hora desde las 7.15 a 21.15 horas, con salida desde Apolonia. Los que visiten el Cementerio de San Cristóbal podrán hacerlo con un autobús extraordinario entre la Plaza del Óvalo y el camposanto, con paradas en Juan Carlos I, San Diego, calle Mayor, Plaza de la Hortaliza y carretera de Caravaca número 34, además de las habituales establecidas en ese recorrido. Este servicio estará disponible de 9 a 13.30 horas. El Cementerio de San Clemente permanecerá abierto de 8 de la mañana a 8 de la tarde. Idéntico horario mantendrá el de San Cristóbal.

El Cementerio de San Clemente continúa con su ampliación. Se están construyendo nuevos pabellones de nichos que sustituirán a los más antiguos que presentan un avanzado estado de deterioro con hundimientos que no permiten su arreglo. En las zonas más antiguas los pabellones están prácticamente vacíos, ya que los traslados están muy avanzados. La remodelación es continua, ya que el camposanto fue construido hace más de un siglo. En la zona más cercana a Torrecilla también se están levantando un importante número de capillas particulares.