El regreso a los orígenes del Palacio de Guevara

La Casa Museo Palacio de Guevara será una realidad en poco menos de cinco meses. Esta semana se cerraba la también conocida como ‘Casa de las Columnas’ para acometer la última fase de su adecuación como museo. Abrirá sus puertas el próximo año y lo hará tal y como lo concibió el que lo mandara construir, don Gómez de Guevara, quien inició las obras, que más tarde continuó su hijo, don Juan de Guevara.

El Palacio recuperaba su estado original durante la rehabilitación tras los terremotos de mayo de 2011. Entonces, sorprendían los curiosos hallazgos encontrados durante las obras, como unos garabatos que hacían los primeros niños que ocupaban la casa o grietas escondidas detrás del papel pintado de las paredes del seísmo ocurrido durante su construcción.

La sillería, el gran espejo barroco, el retrato ecuestre de Juan de Guevara, la Inmaculada, vajillas, porcelanas, colecciones de abanicos y litografías coloreadas y pinturas de Pedro Camacho Felizes, Sassoferratto y Federico de Madrazo volverán a su lugar de origen, el mismo que ocupaban cuando doña Concepción Sandoval, la última moradora del Palacio, recorría aún sus estancias.

Contenido y continente han sido restaurados en los últimos años y, ahora, se acomete la última fase la de la musealización, como aseguraba en declaraciones a La Opinión la edil de Patrimonio, María Ángeles Mazuecos, que destacaba que las obras "no son de gran envergadura. Abarcarán la climatización, iluminación y renovación de algunos suelos y la protección del cerámico del siglo XVIII, además de la instalación de vitrinas antisísmicas para evitar que las piezas expuestas puedan dañarse en caso de terremoto y las almacenadas estén en las mejores condiciones".

El inventario incluye más de 800 enseres. Entre las curiosidades, una capilla secreta escondida tras las puertas de un armario del Salón Amarillo o de Baile. En su interior, los santos de la devoción familiar, San Emigio, Sana Bárbara, San Antonio de Padua y Santa escolástica. Y una imagen de la Purísima, del siglo XVII, ante la que se casó Concha Sandoval con Juan Martínez de Miguel y Flores.

Las obras, con un presupuesto de 392.585 euros, tendrán una duración de cinco meses. Los trabajos se compatibilizarán durante la Navidad con el montaje y las visitas del Belén Municipal que se instala cada año en el patio porticado. Este año, argumentaba la edil de Patrimonio, el montaje se iniciará algo más tarde de lo habitual. Lo hará a comienzos de diciembre. En pocos días, la gran maqueta deberá estar terminada para su inauguración, aunque no será complicado, ya que prácticamente llegará a falta de pequeños retoques.

La musealización incluirá un espacio destinado a la acogida de visitantes, sala de exposiciones temporales, almacenaje, restauración y administración. Los trabajos permitirán la "adecuación de paredes de varios salones, la pavimentación definitiva de algunos espacios, la protección de los suelos cerámicos del siglo XVIII, la instalación de sistemas contra incendios e intrusión y pequeñas intervenciones para la mejor exposición de piezas singulares y el correcto almacenamiento de las que no estén visibles", concluía Mazuecos.